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Leonys Martín testifica cómo llegó de Cuba a las mayores


Leonys Martín.
Leonys Martín.

El testimonio del actual jardinero de los Marineros de Seattle ante un jurado en Miami surgió en el juicio federal del agente Bartolo Hernández y del cazatalentos y entrenador Julio Estrada, por complot y tráfico de personas.

Leonys Martín testificó el martes que había cruzado sin documentos la frontera entre México y Estados Unidos porque temió que lo secuestraran o que le ocurriera algo peor, luego de ser trasladado desde Cuba por un grupo de contrabandistas supuestamente vinculado con un agente de deportistas y un cazatalentos.

El testimonio del actual jardinero de los Marineros de Seattle ante un jurado en Miami surgió en el juicio federal del agente Bartolo Hernández y del cazatalentos y entrenador Julio Estrada, por complot y tráfico de personas.

Martín dijo al jurado que cruzó la frontera en abril de 2011, por Laredo, Texas, tras llegar a un acuerdo contractual por cinco años y 15.5 millones de dólares con los Rangers de Texas.

"Mi vida estuvo en peligro en México", aseguró Martín. "Mi seguridad estuvo en riesgo".

Al igual que otros peloteros cubanos que se han presentado como testigos en el caso, Martín dijo que, en 2010, fue llevado en una lancha rápida de Cuba a la ciudad turística mexicana de Cancún. Los peloteros cubanos deben residir en un tercer país a fin de firmar contratos lucrativos como agentes libres con las Grandes Ligas en Estados Unidos.

Martín añadió que, en Cancún, "ocho o nueve" hombres, quienes dijeron estar armados, irrumpieron en su apartamento, forzando la puerta con una barreta, y le exigieron que se marchara con ellos. El pelotero se negó y los sujetos se fueron, pero Martín afirmó que la banda de contrabandistas decidió después reubicar a un grupo de jugadores en la ciudad norteña de Monterrey.

"La gente nos buscaba, así que había que poner distancia de por medio", testificó Martín. "Fue un momento difícil. Sabíamos lo mal que podían salir las cosas".

Estando en Monterrey, hubo un intento por secuestrar a uno de los traficantes, quien sin embargo logró escapar por la parte posterior de una vivienda, dijo Martín.

En tanto, el cubano había suscrito contratos mediante los que se obligaba a pagarle a Hernández el 5% del monto que devengara por firmar en las mayores. Otro 35% iría a manos de los contrabandistas, relató.

Se le entregaron documentos de residencia en México, en los que se asentaba que tenía un empleo en "mecánica y pintura automotriz". Martín reconoció que esa documentación era falsa.

Una vez que alcanzó el acuerdo con los Rangers de Texas, y mientras esperaba una visa para llegar a Estados Unidos, el grupo decidió que Martín simplemente debía cruzar la frontera, según el testimonio. En aquellas fechas, solía permitirse que los cubanos que pisaban territorio estadounidense se quedaran, una política que fue revocada por el presidente Barack Obama.

Martín aceptó que dio información falsa en una entrevista con un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Por ejemplo, afirmó que buscaba asilo político.

El hecho es que llegó a Estados Unidos sin otros percances.

"Yo tenía miedo y estaba preparado para decir lo necesario", recordó Martín acerca de la entrevista. "Teníamos miedo de que nos secuestraran, y por eso decidimos cruzar la frontera".

Asimismo, Martín decidió no pagar todo el dinero convenido a los traficantes ni a Hernández. Ello derivó en una demanda y en otras medidas judiciales. Les entregó 1.5 millones de dólares en forma combinada, de acuerdo con documentos presentados ante la corte.

"Ese primer año, les pagué mucho más de lo que ellos habían hecho por mí", testificó.

Se espera que el juicio dure unas semanas más. Los abogados de Hernández y Estrada niegan que sus clientes hayan operado una organización dedicada a llevar peloteros de contrabando hacia Estados Unidos. En cambio, señalan que los acusados tenían negocios legítimos relacionados con el béisbol y con el objetivo de ayudar a que algunos jugadores cubanos llegaran a las Grandes ligas.

Eliezer Lazo y Joel Martínez, dos de los traficantes involucrados estrechamente con el caso de Martín, se declararon culpables en tras un juicio anterior, y están en la cárcel. Ambos figuran en la lista de testigos de cargo en este nuevo proceso.

Martín, de 28 años, jugó con los Rangers de 2011 al 15, cuando se le cedió en canje a los Marineros. El jardinero central bateó para .247 con 15 jonrones, 47 impulsadas y 24 robos la temporada anterior.

Dirigentes de los Marineros han dicho que Martín tiene permiso para demorar su arribo a los campamentos de pretemporada, debido al juicio en Miami.

(Curt Anderson/Associated Press)

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