Es cierto que ahora en Cuba se pueden alquilar locales estatales por particulares para realizar negocios por cuenta propia?
Sí, es cierto, se trata fundamentalmente de un nuevo modelo de gestión económica dentro de la estructura comercial del país, que permitirá el arrendamiento de locales estatales para el trabajo por cuenta propia en el sector gastronómico.
El gobierno cubano anunció la entrada en vigor de esta nueva modalidad de trabajo por cuenta propia a partir de la renta de locales estatales que han venido explotándose como cafeterías o restaurantes.
El contrato de arrendamiento podrá ser firmado por un término de hasta 10 años, prorrogable por acuerdo entre las partes
La entrada en vigor de esta nueva modalidad ha sido oficialmente fijada para el mes de diciembre.
La decisión fue informada en la Gaceta Oficial, con fecha del 6 de noviembre, mediante tres resoluciones de los ministerios de Comercio Interior (241/12), Finanzas y Precios (349/12) y Trabajo y Seguridad Social (46/12).
La medida refleja el reconocimiento del gobierno cubano de la incapacidad de su estructura estatal para lograr explotar de manera satisfactoria, las redes de servicios gastronómicos con que cuenta en todo el país. Por eso ha preferido extender la actividad privada dentro de la economía cubana a este tipo de operaciones de cafetería y restaurantes.
Por su parte la incipiente empresa privada gastronómica cubana ha demostrado ser una operación rentable y eficiente a pesar de que opera desde improvisados puestos de venta, en el caso de las cafeterías, y desde la propia vivienda de los cuentapropistas, en el caso de los restaurantes privados conocidos como paladares.
Ambas partes obtienen beneficios en esta nueva modalidad:
El gobierno cubano renuncia al intento de garantizar una red de servicios con poca variedad, mala calidad y bajos resultados comerciales.
Las cafeterías y restaurantes cubanos corren con ingresos derivados del presupuesto estatal, nunca son rentables y la oferta que presentan al consumidor siempre es reducida y de mala calidad.
El gobierno además es consciente de que estas instalaciones son la fuente fundamental de suministro de determinados productos para el mercado negro, ya que la mayor parte de los insumos son robados y revendidos por sus empleados.
Por su parte los cuentapropistas ganan locales acordes para ejercer su negocio, ya que se trata de sitios que se encuentran bien ubicados y con condiciones para atender a los clientes y elaborar su oferta.
Sí, es cierto, se trata fundamentalmente de un nuevo modelo de gestión económica dentro de la estructura comercial del país, que permitirá el arrendamiento de locales estatales para el trabajo por cuenta propia en el sector gastronómico.
El gobierno cubano anunció la entrada en vigor de esta nueva modalidad de trabajo por cuenta propia a partir de la renta de locales estatales que han venido explotándose como cafeterías o restaurantes.
El contrato de arrendamiento podrá ser firmado por un término de hasta 10 años, prorrogable por acuerdo entre las partes
La entrada en vigor de esta nueva modalidad ha sido oficialmente fijada para el mes de diciembre.
La decisión fue informada en la Gaceta Oficial, con fecha del 6 de noviembre, mediante tres resoluciones de los ministerios de Comercio Interior (241/12), Finanzas y Precios (349/12) y Trabajo y Seguridad Social (46/12).
La medida refleja el reconocimiento del gobierno cubano de la incapacidad de su estructura estatal para lograr explotar de manera satisfactoria, las redes de servicios gastronómicos con que cuenta en todo el país. Por eso ha preferido extender la actividad privada dentro de la economía cubana a este tipo de operaciones de cafetería y restaurantes.
Por su parte la incipiente empresa privada gastronómica cubana ha demostrado ser una operación rentable y eficiente a pesar de que opera desde improvisados puestos de venta, en el caso de las cafeterías, y desde la propia vivienda de los cuentapropistas, en el caso de los restaurantes privados conocidos como paladares.
Ambas partes obtienen beneficios en esta nueva modalidad:
El gobierno cubano renuncia al intento de garantizar una red de servicios con poca variedad, mala calidad y bajos resultados comerciales.
Las cafeterías y restaurantes cubanos corren con ingresos derivados del presupuesto estatal, nunca son rentables y la oferta que presentan al consumidor siempre es reducida y de mala calidad.
El gobierno además es consciente de que estas instalaciones son la fuente fundamental de suministro de determinados productos para el mercado negro, ya que la mayor parte de los insumos son robados y revendidos por sus empleados.
Por su parte los cuentapropistas ganan locales acordes para ejercer su negocio, ya que se trata de sitios que se encuentran bien ubicados y con condiciones para atender a los clientes y elaborar su oferta.