Estoy en busca del libro prohibido, como el Golem, o como el tesoro de la Eterna Juventud. ¿Por qué un edicto presididencial, dictatorial y autoritario decide prohibir, darle caza y hacer desaparecer un libro en el país? Ante estas interrogantes me fui a buscarlo con mis amigos de Facebook y lo puse como una incitación a un foro que siempre estuve seguro sería riquísimo en matices.
Enseguida aparecieron el expreso político Juan Carlos Herrera Acosta y el activista y hoy profesor Osmel Rodríguez para acentuar el absurdo de tal persecución literaria. “De los libros más censurados se encuantra ‘La Gran Estafa’, de Eudocio Ravines, de Adam Michnik también, de Milán Kundera, Aleksander Solzhenitsyn (SIC) con el ‘Archipiélago Gulag’, decenas y decenas”, afirmó Herrera Acosta.
Por otra parte Rodríguez cree que “no solo se prohibían los estudiosos del tema cubano sino hasta muchísimos novelistas, unos por no aplaudir el sistema y otros por haber escapado de la Isla, puedo hacer una pequeña lista…”.
No tengo ideas de cómo, cuánto y qué se prohibía a inicios de los ’60, pero sí sé que en los ’80, cuando regresaban, iban y venían los estudiantes y colaboradores cubanos en los llamados Países socialistas, se traía bastante literatura de poco agrado para los mandamases del Partido Comunista. Ya entrados los ‘90 supe qué libros incomodaban y eran el móvil de los allanamientos a casas de opositores pacíficos.
Una breve pesquisa nos deja saber que la llamada ‘biblia de los opositores’, El poder de los sin poder, de Vaclav Havel, “Cómo llegó la noche”, la autobiografía del comandante Huber Matos, revistas como El disidente universal, Encuentro de la cultura cubana, la Revista Hispano Cubana y los libros de Carlos Aberto Montaner o Rafael Rojas, engrosan la lista de los ‘no-libros’.
Mi pregunta concreta para mis seguidores de Facebook fue esta: “Dicen que el libro más buscado en Cuba por la policía política es “La red avispa”./ ¿Cuáles son los libros prohibidos en Cuba? ¿Cuáles lo han sido desde 1959? ¿Cómo los cubanos han burlado la censura para hacerse de los libros prohibidos? Hubert Matos con su “¿Cómo llegó la noche?, “1984”, de George Orwell o los de Gillermo Cabrera Infante?”.
Este hecho me dio la posibilidad de crear prácticamente en línea, ir redactando e intercambiando con mis lectores y amigos al tiempo en que entraban los mensajes, en una red que se tiene por frívola y dada a la palabra sosa.
Ramón H. Colás, conocido en el ámbito cubano por haber creado junto a Berta Mexidor las Bibliotecas independientes señaló que “más que la prohibición a los libros siempre ha estado la política de censura contra los autores, lo cual indica que el conjunto de su obra, de hecho, es prohibida en el país. Bertrand Russell, Alexander Solzheityn, Paul Johnson, Jean-Paul Sartre, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Milan Kundera, Eudocio Ravines y Juan Carlos Onetti, son, dentro de muchos, algunos de los escritores proscritos por la censura oficial en Cuba”, lo que hace más polémica la lista.
Es solo un esbozo de la prohibición, donde caben los autores, los perseguidos, el modus operandi de los perseguidores y allanadores de morada y un pequeño ranking de los títulos proscritos, donde seguro cabrán La red avispa (sobre 12 agentes y no cinco, que actuaron en territorio norteamericano al servicio de La Habana) o La historia me absolverá, ese alijo de promesas que Fidel Castro nunca cumplió del todo. Como diría Cabrera Infante, no es una breve, sin no una brava lista.
Publicado originalmente en el blog Cruzar las alambradas el 31 de julio de 2013.
Enseguida aparecieron el expreso político Juan Carlos Herrera Acosta y el activista y hoy profesor Osmel Rodríguez para acentuar el absurdo de tal persecución literaria. “De los libros más censurados se encuantra ‘La Gran Estafa’, de Eudocio Ravines, de Adam Michnik también, de Milán Kundera, Aleksander Solzhenitsyn (SIC) con el ‘Archipiélago Gulag’, decenas y decenas”, afirmó Herrera Acosta.
Por otra parte Rodríguez cree que “no solo se prohibían los estudiosos del tema cubano sino hasta muchísimos novelistas, unos por no aplaudir el sistema y otros por haber escapado de la Isla, puedo hacer una pequeña lista…”.
No tengo ideas de cómo, cuánto y qué se prohibía a inicios de los ’60, pero sí sé que en los ’80, cuando regresaban, iban y venían los estudiantes y colaboradores cubanos en los llamados Países socialistas, se traía bastante literatura de poco agrado para los mandamases del Partido Comunista. Ya entrados los ‘90 supe qué libros incomodaban y eran el móvil de los allanamientos a casas de opositores pacíficos.
Una breve pesquisa nos deja saber que la llamada ‘biblia de los opositores’, El poder de los sin poder, de Vaclav Havel, “Cómo llegó la noche”, la autobiografía del comandante Huber Matos, revistas como El disidente universal, Encuentro de la cultura cubana, la Revista Hispano Cubana y los libros de Carlos Aberto Montaner o Rafael Rojas, engrosan la lista de los ‘no-libros’.
Mi pregunta concreta para mis seguidores de Facebook fue esta: “Dicen que el libro más buscado en Cuba por la policía política es “La red avispa”./ ¿Cuáles son los libros prohibidos en Cuba? ¿Cuáles lo han sido desde 1959? ¿Cómo los cubanos han burlado la censura para hacerse de los libros prohibidos? Hubert Matos con su “¿Cómo llegó la noche?, “1984”, de George Orwell o los de Gillermo Cabrera Infante?”.
Este hecho me dio la posibilidad de crear prácticamente en línea, ir redactando e intercambiando con mis lectores y amigos al tiempo en que entraban los mensajes, en una red que se tiene por frívola y dada a la palabra sosa.
Ramón H. Colás, conocido en el ámbito cubano por haber creado junto a Berta Mexidor las Bibliotecas independientes señaló que “más que la prohibición a los libros siempre ha estado la política de censura contra los autores, lo cual indica que el conjunto de su obra, de hecho, es prohibida en el país. Bertrand Russell, Alexander Solzheityn, Paul Johnson, Jean-Paul Sartre, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Milan Kundera, Eudocio Ravines y Juan Carlos Onetti, son, dentro de muchos, algunos de los escritores proscritos por la censura oficial en Cuba”, lo que hace más polémica la lista.
Es solo un esbozo de la prohibición, donde caben los autores, los perseguidos, el modus operandi de los perseguidores y allanadores de morada y un pequeño ranking de los títulos proscritos, donde seguro cabrán La red avispa (sobre 12 agentes y no cinco, que actuaron en territorio norteamericano al servicio de La Habana) o La historia me absolverá, ese alijo de promesas que Fidel Castro nunca cumplió del todo. Como diría Cabrera Infante, no es una breve, sin no una brava lista.
Publicado originalmente en el blog Cruzar las alambradas el 31 de julio de 2013.