¿Creen que Cuba permitirá a atletas profesionales participar en sus ligas nacionales?
No por el momento, más bien es una autorización de adentro hacia afuera, un proceso controlado y al que sólo tendrán acceso determinado número de jugadores.
Es más bien una especie de “válvula de escape” para aliviar la presión de la fuga constante de peloteros.
Una necesidad, que deben asumir para subsistir como deporte de alto rendimiento, pero que pretenden controlar como si se tratara de una voluntad oficial.
La realidad es que el profesionalismo es quizás la única forma que tienen los peloteros cubanos de garantizar una jubilación digna y un futuro decente para ellos y sus familias.
Por lo que el fenómeno terminará generalizándose y escapando del control oficial que se pretende.
Pero para las autoridades cubanas queda claro que permitir a jugadores profesionales participar en las ligas nacionales es como “traer el zorro al gallinero” y sembrar la semilla de la aspiración individual en todos los atletas en general.
Será inevitable que en un futuro atletas profesionales participen en las ligas nacionales cubanas, pero no será un fenómeno a corto plazo, este será el último eslabón de una larga cadena de cambios en la estructura y organización del pasatiempo nacional de los cubanos.
No por el momento, más bien es una autorización de adentro hacia afuera, un proceso controlado y al que sólo tendrán acceso determinado número de jugadores.
Es más bien una especie de “válvula de escape” para aliviar la presión de la fuga constante de peloteros.
Una necesidad, que deben asumir para subsistir como deporte de alto rendimiento, pero que pretenden controlar como si se tratara de una voluntad oficial.
La realidad es que el profesionalismo es quizás la única forma que tienen los peloteros cubanos de garantizar una jubilación digna y un futuro decente para ellos y sus familias.
Por lo que el fenómeno terminará generalizándose y escapando del control oficial que se pretende.
Pero para las autoridades cubanas queda claro que permitir a jugadores profesionales participar en las ligas nacionales es como “traer el zorro al gallinero” y sembrar la semilla de la aspiración individual en todos los atletas en general.
Será inevitable que en un futuro atletas profesionales participen en las ligas nacionales cubanas, pero no será un fenómeno a corto plazo, este será el último eslabón de una larga cadena de cambios en la estructura y organización del pasatiempo nacional de los cubanos.