¿Qué tipos de negocios y en qué zonas del país se podrán desarrollar este tipo de renta de locales estatales?
Los locales serán rentados solo para desarrollar dos tipos de negocios de los que ya están recogidos como actividades de cuentapropistas: Las cafeterías privadas o punto de venta de alimentos y los restaurantes particulares o paladares.
En las unidades gastronómicas donde los trabajadores opten por ser ellos los que rentan el local para brindar los servicios gastronómicos o paladares, se pueden incorporar al servicio, mesas, sillas o banquetas, hasta el límite de cincuenta plazas, si existiera capacidad para ello.
Los precios de los productos y servicios se liberan y se establecen de acuerdo con la oferta y la demanda, con excepción de cigarros, tabacos y bebidas alcohólicas, que mantendrán el precio oficialmente establecido.
Los arrendatarios de estos locales serán parte del movimiento de cuentapropistas o pequeños empresarios privados cubanos.
La medida está concebida para que se aplique de forma gradual en todo el país.
Una especie de nuevo experimento que comenzará en un plan piloto en la provincia de Artemisa, al occidente del país, la provincia de Villa Clara, al centro del país y la provincia de Ciego de Ávila, por el oriente del país, con la idea de que la estructura madure y se puedan ver cuáles son los requerimientos que se necesitan en cada zona.
El sistema se aplicará inicialmente en 200 establecimientos y se extenderá de manera escalonada a unos 1,200 a lo largo de la isla.
Esta implementación gradual del sistema de gestión gastronómica responde a una nueva tendencia dentro de la práctica administrativa cubana que introduce las modificaciones legales en Cuba de forma escalonada y sin perder el control estatal sobre los cambios.
El año pasado se aplicó este sistema cuando se autorizó a los cuentapropistas a que rentaran y laboran en barberías y peluquerías dentro de locales de propiedad estatal.
Los locales serán rentados solo para desarrollar dos tipos de negocios de los que ya están recogidos como actividades de cuentapropistas: Las cafeterías privadas o punto de venta de alimentos y los restaurantes particulares o paladares.
En las unidades gastronómicas donde los trabajadores opten por ser ellos los que rentan el local para brindar los servicios gastronómicos o paladares, se pueden incorporar al servicio, mesas, sillas o banquetas, hasta el límite de cincuenta plazas, si existiera capacidad para ello.
Los precios de los productos y servicios se liberan y se establecen de acuerdo con la oferta y la demanda, con excepción de cigarros, tabacos y bebidas alcohólicas, que mantendrán el precio oficialmente establecido.
Los arrendatarios de estos locales serán parte del movimiento de cuentapropistas o pequeños empresarios privados cubanos.
La medida está concebida para que se aplique de forma gradual en todo el país.
Una especie de nuevo experimento que comenzará en un plan piloto en la provincia de Artemisa, al occidente del país, la provincia de Villa Clara, al centro del país y la provincia de Ciego de Ávila, por el oriente del país, con la idea de que la estructura madure y se puedan ver cuáles son los requerimientos que se necesitan en cada zona.
El sistema se aplicará inicialmente en 200 establecimientos y se extenderá de manera escalonada a unos 1,200 a lo largo de la isla.
Esta implementación gradual del sistema de gestión gastronómica responde a una nueva tendencia dentro de la práctica administrativa cubana que introduce las modificaciones legales en Cuba de forma escalonada y sin perder el control estatal sobre los cambios.
El año pasado se aplicó este sistema cuando se autorizó a los cuentapropistas a que rentaran y laboran en barberías y peluquerías dentro de locales de propiedad estatal.