El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondió este viernes a Estados Unidos que su gobierno ya está actuando para frenar la migración y se mostró "optimista" sobre las negociaciones para evitar la imposición de aranceles.
"No tenemos ningún problema de conciencia, estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad. Queremos ayudar a los Estados Unidos sin violar a los derechos humanos y buscando opciones de fondo", dijo en conferencia de prensa en Palacio Nacional.
El presidente dijo que está "optimista" y cree que se logrará un acuerdo con Estados Unidos antes del 10 de junio, cuando su principal socio comercial prevé imponerle medidas arancelarias como castigo por no frenar suficientemente la migración.
Al ser preguntado si ha dado la orden de frenar la migración, López Obrador respondió: "Sí, tenemos que hacerlo por ley. Estamos haciendo todo lo que nos corresponde".
El mandatario dijo que su gobierno actúa con "humanismo" pero avisó de que ello "no significa que nosotros no estemos cumpliendo las leyes migratorias".
El líder del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) recordó que en las caravanas de centroamericanos que cruzan México con destino a Estados Unidos "vienen miles de niños sin padres".
"¿Cómo se puede resolver el problema solo con medidas coercitivas y por la fuerza?", expresó el presidente, quien defendió la necesidad de aplicar un plan de desarrollo para crear empleos en Centroamérica y frenar la migración forzada.
Asimismo, confirmó que se desplegará en la frontera con Guatemala 6.000 efectivos de la recién creada Guardia Nacional para que "ayude a acompañar a migrantes en su retorno sin violación de los derechos humanos".
De todos modos, matizó que el despliegue de la Guardia Nacional no obedece tan solo a cuestiones migratorias, puesto que se trata de un "plan nacional" de seguridad para todo el territorio.
Al ser preguntados si este despliegue se trata de una "moneda de cambio" en las negociaciones con Estados Unidos, López Obrador respondió: "Soy dueño de mis silencios".
Este jueves se produjo en Washington una segunda reunión entre funcionarios de alto nivel mexicanos y estadounidenses, sin llegar a un acuerdo pese a que México anunció que enviará 6.000 efectivos de la nueva Guardia Nacional a la frontera.
Este viernes, López Obrador reiteró una vez más que en esta polémica "desgraciadamente se mezcla lo migratorio con lo comercial", sin analizar las causas y solo viendo "efectos".
Además, ni afirmó ni desmintió la posibilidad de que México se convierta en Tercer País Seguro para el vecino del norte, en el que se obligaría a los migrantes en tránsito a solicitar su asilo a Estados Unidos, u otros trámites migratorios desde México.
"Se está viendo" pero "no tengo información al respeto", dijo el político izquierdista.
"Yo veo bien que (las negociaciones) no se hayan roto. No se hayan parado de la mesa. Y esto es bueno, que haya comunicación", señaló el líder de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que mañana ofrecerá en Tijuana un evento de "unidad nacional" y "amistad con Estados Unidos".
Trump anunció a finales de la semana pasada y por sorpresa su decisión de aplicar aranceles a todos los productos mexicanos del 5 % -y aumentar los gravámenes gradualmente hasta el 25 % en octubre- si México no frena la creciente migración hacia su vecino del norte.
La medida, que todavía no tiene efectos, ya ha afectado a los mercados e impactado en el peso mexicano, poniendo en alerta a analistas e instituciones financieras.