Las Madres de Plaza de Mayo, una de las organizaciones de derechos humanos más simbólicas de Argentina, rechazaron el viernes que el presidente de Estados Unidos Barack Obama visite Buenos Aires el 24 de marzo, cuando se cumplirán 40 años del golpe de Estado que dio paso a una sangrienta dictadura militar.
Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, dijo a Radio La Red que a la asociación "no" le hace "ninguna gracia" que Obama se encuentre en Argentina "justo en esa fecha".
Es un país que vive entrometiéndose en países, provocando el horror...
El presidente estadounidense llegará el 23 de marzo procedente de Cuba, donde realizará una visita oficial, y se quedará dos días en Argentina, donde se reunirá con su colega Mauricio Macri.
"Fueron los gestores de las dictaduras en el Cono Sur en la década del 70, que trajo tanto dolor con miles y miles de desaparecidos... Además, es un país que vive entrometiéndose en países, provocando el horror", manifestó Cortiñas, de 85 años, quien indicó que a las madres que perdieron a sus hijos a causa de la represión militar la presencia del mandatario les traerá "los recuerdos más horrendos".
Las dictaduras sudamericanas recibieron el visto bueno de Estados Unidos en plena guerra fría y ante el avance del comunismo en la región.
Cortiñas, madre un joven desaparecido, se preguntó si la fecha fue elegida "con premeditación".
La visita fue confirmada la víspera por ambos países. El gobierno de Macri, quien asumió el poder hace poco más de dos meses, la consideró una gran oportunidad para Argentina y la muestra de una nueva etapa de apertura del país al mundo.
"Todavía estamos bregando para que haya justicia. Todavía no salimos de la herida y esta visita no nos agrada para nada", subrayó Cortiñas.
En tanto Hebe de Bonafini, que lidera el ala más radical de las Madres de Plaza de Mayo, afirmó que Macri invitó a Obama para no dejar a las organizaciones de derechos humanos llevar a cabo la marcha que anualmente realizan ese día para recordar el golpe de Estado y a sus víctimas, que calculan en 30.000 desaparecidos.
El 24 de marzo fue declarado feriado nacional durante la gestión de la presidenta Cristina Fernández (2007-2015).
"Pongámonos alerta, no lo invitó cualquier día, lo invitó el 24 de marzo", dijo De Bonafini, que calificó a Macri de "sirviente" de Estados Unidos y consideró que Obama viene al país para ver si el mandatario argentino "cumple con lo que le ha prometido".
Según la canciller Susana Malcorra, la visita de Obama "es otra prueba fehaciente de lo que estamos diciendo: la Argentina está reinsertándose en el mundo, manteniendo y abriendo vínculos con todos nuestros interlocutores y los potenciales socios".
"En la primera conversación entre los mandatarios, el presidente Obama le dijo al presidente Macri que esperaba visitarlo pronto", dijo Malcorra en un comunicado en el que destacó que el hecho de que el dirigente demócrata "haya decidido venir dentro del primer trimestre del año es una clara muestra del interés y de la prioridad que Estados Unidos ha puesto en nuestro país".
La presidenta Fernández mantuvo una relación fría con Obama. La gestión de la exmandataria se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la economía y un alineamiento con Venezuela.
El último viaje de un presidente estadounidense a Argentina fue en 2005, cuando George W. Bush fue a la ciudad Mar del Plata para participar de la Cumbre de las Américas durante la gestión de Néstor Kirchner, fallecido marido y antecesor de Fernández (2003-2007). En esa ocasión se puso de manifiesto la oposición de la mayoría de los países sudamericanos a las políticas neoliberales que representaba Washington.
La visita de Obama sucede a la que realizó el primer ministro italiano Matteo Renzi esta semana y la que hará el presidente francés Francois Hollande el 24 de febrero.