El presidente venezolano Nicolás Maduro amenazó a los opositores con un plan para garantizar las elecciones: 1.000 celdas.
Anunció en televisión nacional que esta semana acudirá al Consejo Nacional Electoral para firmar el "acta-compromiso del 6-D" sobre respeto de los resultados de las elecciones parlamentarias.
Repitió que está convencido de que "sólo habrá paz si gana la revolución" y que el documento del CNE es garantía de transparencia electoral.
"Comprometida toda la fuerza del Estado para respetar y hacer respetar los resultados. La guarimba tendrá un solo destino: la cárcel", amenazó Maduro.
"Allá en Guárico tenemos mil celdas listas. La ministra Iris Varela trabaja en eso. El que se ponga cómico, va preso", dijo el mandatario.
Al mismo tiempo, Maduro la emprende contra Empresas Polar, el mayor productor de alimentos en el país, que elabora la harina que se usa para cocinar las populares arepas y también se encarga de fabricar la cerveza de mayor venta en Venezuela y de distribuir las bebidas Pepsi y Gatorade, entre otras.
Solicitó a los órganos de justicia del país que abran un proceso en contra del empresario Lorenzo Mendoza, dueño de la mayor compañía privada que opera en la nación, tras acusarlo de "estar vendiendo el país al FMI".
Maduro pidió acciones legales al cuestionar una conversación telefónica que el empresario sostuvo con el director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, el economista venezolano Ricardo Hausmann, difundida la semana pasada por la televisora estatal.
"¿Qué se cree? Que tiene un poder que no tiene. Es delito lo que él hizo (...) hablar en nombre de la patria. Es un delito grave contemplado en el ordenamiento jurídico. Y debe ser procesado, tiene que ser procesado", dijo Maduro refiriéndose al empresario Mendoza.
"Yo espero que los órganos de justicia reaccionen. ¿Qué es eso que se está hablando con el Fondo Monetario Internacional?", agregó Maduro la tarde del domingo.
En ese diálogo, Hausmann sugirió al empresario la necesidad de acudir al FMI a solicitar apoyo financiero para la economía venezolana, que entró en recesión el año pasado.
"En relación con la grabación ilegal y la difusión por televisión de una conversación telefónica privada que sostuve con el economista venezolano Dr. Ricardo Hausmann (...) rechazo contundentemente los intentos de manipular a la opinión pública con la clara intención de querer utilizarme en la política venezolana", dijo Mendoza en una carta hecha pública el viernes, a raíz de la difusión de ese audio.
"No es nada nuevo que líderes y expertos, de distintas ideologías económicas y políticas, consideren urgente implementar cambios económicos en el país", agregó.