El dictador de Venezuela Nicolás Maduro dice que ganó y que dejó a la oposición "noqueada". Asegura que obtuvo 5.823.728 votos en las elecciones presidenciales que él mismo comandó.
Pero esos resultados se contraponen con las imágenes de desolación en las mesas electorales.
Maduro puede asegurar que ganó, pero toda Venezuela sabe que hubo tremendo fraude y lo mismo piensa la comunidad internacional.
La ausencia de electores en los sitios de votación se debió a que nada pudo la tiranía contra la indignación del pueblo.
Ni las tentadoras cajas de alimentos Clap, ni las amenazas, ni los violentos colectivos, ni todo el peso de la dictadura de Nicolás Maduro logró sacar a los venezolanos de sus casas para que concurrieran a las mesas de votación.
El dictador había amenazado antes de la jornada electoral: "O votos o balas...".
En las contradicciones, previamente, un Maduro desesperado se había presentado ante la televisión, a pocas horas del cierre del proceso electoral, haciendo un llamado a sufragar, para aumentar el escuálido número de gente en las calles, registrado en las fotos de las agencias informativas que mostraban al mundo que casi nadie en Venezuela fue a votar.
Frente a los periodistas y fotógrafos el solitario Maduro siguió con la farsa y saludó, hizo gestos y batió las manos frente a seguidores inexistentes. Solo lo rodeaban su equipo de asesores y guardias de seguridad.
Chakal R. Figueredo estuvo presente en esa escena. " He visto al tirano, muy solo, llegando a un centro de "votación", saludando a sus amigo invisibles, con efectos especiales de gente gritando en voice over sobre el video...".
Las cifras
A escasos minutos de cerrarse la última mesa de votación y sin contar los votos llegados desde el extranjero, la rápida Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, anunció -aceleradamente- que la participación en el proceso del domingo fue de un 48%.
Lucena indicó que 8,39 millones de venezolanos sufragaron, dando a Nicolás Maduro como ganador con 5.823.728 votos, en unos comicios comandados por él mismo.
Henri Falcón, por su parte, quedó de segundo con 1.820.552 votos y Javier Betucci obtuvo, según Tibisay solo 925.042 votos.
Fraude cantado
Las veloces cifras entregadas por el gobierno chavista suenan a fraude. Muy apresuradas para ser ciertas.
Y así lo dan a conocer miembros de la oposición y observadores internacionales.
El número de los que fueron a votar en Venezuela fue mínimo aseguran los expertos -menos de un 30 por ciento- integrado mayormente por chavistas todavía leales al régimen, motivados por la conveniencia y el temor de perder prebendas y todo lo ganado bajo las administraciones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
La cifra de abstención que manejó el Grupo de Lima sobre el fraude electoral que se llevó a cabo en Venezuela el domingo fue de un 82, 96%. Ante este número los integrantes reiteraron que no reconocerán los resultados de la dictadura sobre el proceso.
La oposición afirmó que votó menos de un 30 por ciento y pidió la renuncia de Maduro.
Sin embargo, contra todas las evidencias, el régimen celebró "una masiva concurrencia y participación de votantes".
Redes sociales
Las redes sociales destacaban lo que ocurría y rechazaban el "triunfo" de Maduro.
"Lo único que se oía en las calles era el ruido de grillos y chicharras", declaraba Luisa C, desde Caracas.
El ex alcalde Antonio Ledezma tuiteaba desde Madrid: "El domingo hubo el más grande paro cívico que ha conocido Venezuela, más del 80% de la población rechazó el fraude electoral. Nuestra patria es mucho más grande que las adversidades".
El dirigente político, Juan Pablo Guanipa, escribía: "Venezuela hizo un proceso de desobediencia masiva".
Ricardo Blanco comentaba:
"Cuando un pueblo se une logra sus objetivos, el pueblo venezolano no se prestó a la burla electoral de este 20 de mayo, y por eso llamamos a que sigamos la lucha en las calles de Venezuela".
Pablo Aure escribía:
"Las calles estuvieron solas, este es el principal acto de desobediencia que se ha dado en los últimos años en el país. Los centros de votación solos porque la gente no cree en esta farsa".
Julio C. enviaba mensaje a los venezolanos: "Estamos en presencia de una desobediencia civil inédita en la historia del país, Venezuela se baña de dignidad".
Jaime T. informaba que habían lanzado botellas y abucheado al ex presidente español Jose Luis Rodríguez Zapatero al salir del centro electoral y le habían gritado " Usted no está pasando hambre como nosotros".
Marta M. destacaba que John Sullivan, Subsecretario de Estado de Estados Unidos había afirmado, nuevamente, que no reconocerán los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela.
En Chile, el presidente Sebastián Piñera, reiteraba el domingo que su Gobierno desconocerá los comicios en Venezuela al considerar que no cumplen con “estándares mínimos de una verdadera democracia”
“No son elecciones limpias y legítimas y no representan la voluntad libre y soberana del pueblo venezolano. Chile, como la mayoría de países democráticos, no reconoce estas elecciones”, agregó en Twitter.
Además de Chile, los Gobiernos de Colombia, Perú, España, Argentina y Estados Unidos, entre otros, desconocerán los resultados
Lincoln Lenin Martinez desde el Táchira expresaba:
La Asamblea Nacional, las fuerzas vivas: instituciones colegiadas, sindicatos, estudiantes, gremios de profesionales, el pueblo en general debe exigir la formación de una Junta de Gobierno Provisional para tomar el gobierno (no hay presidente), convocar a nuevas elecciones democráticas, nombrar nuevos rectores del CEN
Clara F. también escribía exigiendo cambios:
"¿Y ahora que? Hoy es lunes, sin comida, medicina, transporte e inseguridad... ¿Cuáles son las acciones a seguir? Ya basta de documentos, opiniones, comunicados, rueda de prensa etc.Vzla se cansó de la hablar sin solución!!! ¿DÓnde está el plan B? ¿El día después del 20M?"
El caricaturista Eduardo Sanabria, mejor conocido como EDO, compartió en las redes sociales una imagen a propósito del proceso ilegítimo de votación, en el que el presidente Nicolás Maduro busca su reelección.
Las palabras “Tendencia irreversible” acompañan una papeleta electoral en medio de un desierto.