Las apuestas entre los venezolanos exiliados en Chile y los conocedores de la problemática del país caribeño estaban abiertas sobre si Nicolás Maduro se atrevería a concurrir al cambio de mando que se realizará el 11 de marzo en la nación chilena.
En la Plaza de Armas y otros sitios públicos de Santiago se daban diferentes opiniones, pero la mayoría coincidía en que Nicolás Maduro no vendría, porque es tremendamente cobarde.
"Todo lo que ha hecho toda su vida es ser gallina", dijo Javier Cáceres, un refugiado venezolano, quien llegó a Chile -según él de los primeros- luego de aumentar la crisis del gobierno de Maduro en la cuna de Bolívar.
"Es un Chaplín que no tiene los c.....s para enfrentar las protestas que le íbamos a dar con su llegada, afirmó Claudia Ballesteros.
La confirmación que Nicolás Maduro no venía a Chile la dio el propio mandatario venezolano en una entrevista en el Palacio de Miraflores con el ex candidato presidencial, Marco Enríquez Ominami, conocido entre los chilenos como MEO, por las siglas de su nombre.
Lo más risible fue la excusa de Maduro quien explicó en la entrevista que quería venir a Chile, pero tenía una gira por Asia.
"Lamentablemente, a Chile no voy a poder ir (...) quería ir, pero tengo una gira por Asia y voy a cumplir mi agenda en Asia". "Sigue mintiendo, descaradamente", declaró Julia Alvarez, otra refugiada venezolana que llegó a principios de año a Chile.
Sin embargo, Maduro le ratificó a Enríquez-Ominami que sí asistirá a la Cumbre de las Américas en Lima, el 13 y 14 de abril, pese al repudio manifestado por el gobierno peruano.
En la entrevista el mandatario venezolano expresó: "En el caso de la Cumbre de las Américas hay toda una polémica. Estoy seguro que el pueblo peruano nos va a dar su amor. He visto al pueblo peruano, conozco al pueblo peruano y el pueblo peruano nos va a dar su solidaridad. Estoy más que seguro".
La presidenta Michelle Bachelet había reiterado el ofrecimiento de la visita a Maduro, pese a las críticas.
La invitación a Maduro estuvo marcada por gran polémica tanto de nacionales como de venezolanos residentes en el país.
A pesar de que no existen datos oficiales por parte del gobierno de Nicolás Maduro, las cifras entregadas por diversos países indican que Chile ocupa el tercer lugar en la lista de lugares que los venezolanos eligen para migrar. Esto luego de Colombia con 796 mil ingresos en 2017 y Ecuador con 236 mil ingresos entre 2016 y septiembre de 2017.
Aunque los venezolanos querían descargar su furia contra Nicolás Maduro con una serie de protestas y otro tipo de manifestaciones, los parlamentarios respiraron aliviados ante la confirmación que el controversial personaje no pisaría tierra chilena.
El integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado chileno, Francisco Chahuán, declaró triunfante: "Nosotros hicimos ver, a través de campañas ciudadanas, que Nicolás Maduro no era bienvenido al cambio de mando... (...) Logramos que Maduro asumiera que Chile no es un país que acoja a aquellos jefes de Estado o gobernantes que vulneran gravemente los derechos humanos, como es su caso".