El presidente socialista venezolano Nicolás Maduro espera solicitar este martes a la Asamblea Nacional una nueva ley habilitante, la segunda en casi dos años de gobierno, para legislar por la vía de decreto en medio de la profunda crisis económica y el recrudecimiento de las tensiones entre Washington y Caracas.
Está previsto que el vicepresidente, Jorge Arreaza, acuda este martes al Congreso para introducir la solicitud de ley habilitante que daría poderes especiales a Maduro para legislar por un período de tiempo aún no determinado.
El mandatario logró en noviembre de 2013, siete meses después de asumir el gobierno, una primera ley habilitante de un año de duración. Durante ese tiempo promulgó 50 decretos-ley que incrementaron el control del Estado en la economía, crearon el marco de funcionamiento de algunos programas sociales y fortalecieron la supuesta normativa de combate a la corrupción.
Esta nueva solicitud de poderes especiales para Maduro se da en medio de un complejo escenario económico por una galopante inflación, que cerró el año pasado en 68.5%; severos problemas de abastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos básicos, y una recesión que analistas prevén se agravará este año por la caída del precio del petróleo, que es la principal fuente de ingresos del país.
El gobernante dijo la víspera que solicitaría la ley especial para "preservar la paz ante cualquier circunstancia" producida por las recientes de medidas de Estados Unidos, que ordenó congelar bienes de siete funcionarios venezolanos en territorio estadounidense al declarar al país sudamericano como amenaza extraordinaria para la seguridad nacional.
Las medidas de Washington se dan pocos días después que Maduro aprobase una serie de acciones diplomáticas que incluyeron la reducción de los funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Caracas y la exigencia de visa a los turistas estadounidenses.
Las nuevas tensiones entre Washington y Caracas alejan la posibilidad de normalización de las relaciones entre los Gobiernos, que están sin embajador desde 2010 pero mantienen un intenso intercambio comercial a pesar de las fricciones.