Padres de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos en septiembre convocaron este martes a una jornada de protestas el próximo jueves al cumplirse seis meses del crimen, que incluirá la exigencia formal de que se suspendan las elecciones de junio en el estado de Guerrero.
Después de haber encabezado varias caravanas por México y Estados Unidos en los últimos días para exigir justicia por este caso, que conmocionó al mundo, los familiares presentarán el jueves una carta al Instituto Nacional Electoral en ciudad de México para exigir que no se celebren las elecciones en Guerrero, la convulsa región donde ocurrió la desaparición de los jóvenes el 26 de septiembre.
Hasta que no se encuentre con vida a los chicos y "el gobierno no esté libre de 'narcopolíticos', no es posible que se hable de una fiesta cívica" en Guerrero, afirmó en rueda de prensa Melitón Ortega, tío de uno de los desaparecidos.
Para los familiares, de celebrarse los comicios se correría el riesgo de perpetuar las condiciones para un nuevo crimen como el que sufrieron los estudiantes, que fueron atacados por policías corruptos y narcotraficantes en Iguala (Guerrero) aparentemente por orden del alcalde de esa ciudad.
Desde entonces, se perdió el rastro de los jóvenes de la combativa escuela rural de magisterio de Ayotzinapa y la Fiscalía –que hizo un centenar de detenciones– concluyó que los estudiantes acabaron siendo asesinados por miembros del cártel Guerreros Unidos que habrían incinerado sus cadáveres y arrojado los restos a un río.
Negándose a aceptar esta versión hasta que haya más evidencias científicas –sólo se pudo identificar los restos de uno de los jóvenes–, los familiares no adelantaron qué medidas podrían tomar si se mantiene la convocatoria para los comicios del 7 de junio, cuando se votarán autoridades regionales y locales en 16 de los 32 estados mexicanos.
Por el momento, emplazaron a los mexicanos a acompañarles en una gran marcha el jueves en el corazón de la capital para mantener su exigencia de justicia, además de advertir que están recibiendo presiones por parte de autoridades. Ortega denunció que el Gobierno estatal y federal está tratando de dividir a los padres ofreciéndoles dinero o casas y también "intimidando y hostigando" mediante la acción de fuerzas federales en algunas de sus protestas.
Lo que padecemos "es una herida latente que no podemos siquiera superar", expresó con la voz entrecortada Joaquina García, madre de uno de los estudiantes.