El X Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) terminó sus sesiones el pasado domingo, pero sus proyecciones para apretar las clavijas en materia de miedo y control están a la orden del día en los medios oficiales de la isla.
La edición vespertina del Noticiero Nacional de Televisión (NTV) de este lunes incluyó entre sus materiales una de las “intervenciones más destacadas” del cónclave, según la introducción de la locutora de turno a las palabras del delegado Alexander Jiménez, director del sistema de radio de la provincia de Villa Clara y miembro de la Comisión de Etica y Comunicación que sesionó en el evento.
¿Algo especial para meter esta cuña en medio de la programación del NTV? Tal vez puedan explicarse otras razones de predilección ética o profesional para retransmitir las palabras de Jiménez, pero el mensaje puro y duro de este discursito no es otro que atemorizar con sanciones a los jóvenes periodistas que se salen del carril del oficialismo para colaborar en medios alternativos dentro y fuera de la isla.
Lo que Jiménez dice con preocupación es quemuchos de sus jóvenes colegas se están convirtiendo en “verdaderos monstruos”. Esas criaturas monstruosas, según él, no son otros que los mismos “muchachitos y muchachitas” que “fueron dóciles hasta ayer”.
Jovenzuelos descarriados
El ético delegado dice que esos descarriados jovenzuelos suelen asesorarse con jueces y abogados cuando son llamados por la dirección -una palabra sustituta por vigilantes censores azuzados por los oficiales de Seguridad del Estado que atienden el medio correspondiente- para reclamarles por artículos que han escrito en “publicaciones alineadas con la subversión contra Cuba”.
Jiménez, que no quiere que le endilguen el cartel de periodista oficialista, propone en cuestión que el congreso upeístico acuerde considerar un atentado a la ética profesional el hecho de colaborar con medios que sean “hostiles al orden político o económico vigente en nuestra sociedad”, es decir, que se salgan del ritornelo y la matraca propagandística del sistema político que él defiende: un régimen de partido único sempiterno y control totalitario de la información en virtud de la élite de poder.
Esos son los que Jiménez cree que le han vendido el alma al Diablo.
Resultan curiosas las apelaciones personales de Jiménez, como si buscara apuntalamiento para sostener esta pieza miserable de acoso contra la joven generación de periodistas. El preocupado dirigente radial menciona en su intervención a Arleen Rodríguez y Rosa Miriam Elizalde, perlas del más rancio oficialismo y ahora integrantes del nuevo Comité Nacional de la UPEC (Elizalde como vicepresidenta de la organización). También desliza una observación de respaldo a Víctor Joaquín Ortega, un veterano adulón del régimen que debería haber cumplido cárcel por torcerle un pie a su entonces colega Jorge Rivas Rodríguez en la redacción del diario Trabajadores, en 1985, en un acto de rabiosa homofobia.
Los temores del poder
Semejantes estampas congresionales, como el performance de Jiménez, están puestas para hacer avanzar a partir de ahora la política de amedrentamiento que es, por antonomasia, la nueva Política de Comunicación y el reactualizado Código de Etica de la UPEC, con el espaldarazo del presidente designado Miguel Díaz Canel, ese fanático irrenunciable de los conciertos musicales al aire libre.
Pero Jiménez deja la impresión en su propuesta que está temeroso. Tiene miedo a perder la provinciana cuota de poder que detenta, barrido por la avalancha inevitable de la verdad y de la Historia. Ojalá termine por entender a los “muchachitos y muchachitos” y no tenga que buscar basamentos legales espurios para condenar las legítimas ansias de autenticidad expresiva de la nueva hornada periodística que amasa el futuro. Tal vez le sea bueno mirar hacia atrás, cuando él era uno de los muchachitos inconformes y a veces mal mirado de la Beca de F y 3ra en sus años estudiantiles, algo que suele olvidarse frecuentemente cuando se pasa a militar en el bando de los apagafuegos y “los perseguidores de cualquier nacimiento”, como antes decía el cantautor.
Para los que pudieron llegar hasta aquí los dejo con la transcripción completa de las “medulares” palabras de Jiménez en el plenario del X Congreso de la UPEC, el pasado 14 de julio. Que Dios lo acompañe, si es que acaso lo merece.
INTERVENCION DE ALEXANDER JIMENEZ/ NOTICIERO NACIONAL DE TELEVISIÓN
LOCUTORA NTV: Amplia repercusión ha tenido el X Congreso de la UPEC. Hoy compartimos con ustedes una de las intervenciones más destacadas. La del periodista Alexander Jiménez, delegado por la provincia de Villa Clara.
ALEXANDER JIMENEZ:: Quería plantear aquí en el plenario un tema que se planteó ayer en nuestra Comisión de Etica y Comunicación, ya con premura, pues como decía Arleen [Rodríguez] ya los ómnibus iban a salir, y es un tema vinculado con la ética que es obligatorio mencionar en este foro, y es el de esos colegas que, sin estar de estar orgullosos, Víctor Joaquín [Ortega] de lo mejor de la juventud que integra nuestras filas, son colegas en su mayoría jóvenes que venden su alma al Diablo y para cobrar en divisas sus escritos colaboran con publicaciones alineadas con la subversión contra Cuba, colegas que comparten con nosotros todos los días en nuestras redacciones, toman el mismo café y que, con seudónimos o no, cambian de casaca, de enfoque, de vocabulario, y se refieren a nuestro gobierno como el régimen de La Habana, nos llaman medios oficialistas [y] periodistas oficialistas a nosotros mismos, que somos sus compañeros. Y, sin embargo, no hay un basamento legal, un reglamento, ni nada escrito en el presente Código de Etica –no el que está en proyecto-que juzgue o valore posturas como esas. Quienes dirigimos órganos de prensa nos vemos a veces maniatados o sin un basamento legal para juzgar a estos asalariados de quienes pagan la subversión contra Cuba y su sistema social, o creen –porque a veces se lo creen- que van a tumbar la revolución con una gacetilla de cinco párrafos. Periodistas que en ocasiones se transforman y se convierten en verdaderos monstruos –fueron dóciles hasta ayer, muchachitas, muchachitos- compañeros nuestros, que se asesoran con jueces y abogados cuando los llamas a la dirección para valorar su doble cara. Por eso, desde la Comisión de Etica y Comunicación, sugerimos que en proyecto de Código de Etica, sí quede aprobado como acuerdo de este Congreso lo que estipula el Artículo 7: “Atenta también contra nuestra ética colaborar con medios que sean hostiles, clara o encubiertamente, al orden político o económico vigente en nuestra sociedad”. Esa era la intervención, Rosa Miriam [Elizalde]. (APLAUSOS)
Publicado originalmente en CaféFuerte el 17 de julio del 2018