El Dr. Francisco Durán, director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), informó el miércoles que por séptimo día consecutivo no hubo fallecimientos por COVID-19 en Cuba, y que con los 13 nuevos casos confirmados asciende a 1,900 la cifra de contagios en el país.
Solo dos provincias reportaron positivos el martes, de acuerdo con el Dr. Durán: ocho en La Habana y cinco en Matanzas. Hubo dos menores entre los 13 confirmados, ambos del municipio de Matanzas: una niña de ocho años y un niño de 12.
De acuerdo con el funcionario del MINSAP, ninguno de los menores que dieron positivo a la prueba del nuevo coronavirus en Cuba han presentado síntomas del síndrome presuntamente asociado con la enfermedad, y que causa problemas cardíacos.
En algunos casos de esos niños afectados por el síndrome en países como Estados Unidos e Italia se confirmó el contagio de COVID-19, pero en otros no, dijo el Dr. Durán, y agregó que Cuba mantiene vigilancia al respecto.
Además de la mujer de 85 años residente en Villa Clara reportada en estado crítico el lunes, al cierre del martes se sumaba otro paciente en esa condición: un matancero de 55 años que ya padecía -dice el informe oficial- de insuficiencia renal crónica, diabetes e hipertensión arterial.
Seis pacientes permanecen en estado grave, con edades que fluctúan entre los 55 y los 85 años: un hombre y una mujer de Matanzas, un anciano de Centro Habana, una mujer del municipio capitalino de Arroyo Naranjo y otra de Cárdenas. También sigue apareciendo reportada una mujer de 55 años, presuntamente aquejada de trastornos psiquiátricos, sin que aparezca su lugar de residencia.
Otros 35 pacientes fueron dados de alta el martes, para un total de 1,573, por lo que se mantiene la proporción favorable a las recuperaciones con respecto a los nuevos casos confirmados, según el reporte oficial.
Permanecen ingresados en hospitales cubanos 246 pacientes de COVID-19, y 238 de ellos muestran una evolución clínica estable, agrega el informe.
En respuesta a una pregunta de la prensa, el Dr. Durán habló también de estudios según los cuales el tipo de sangre de una persona pudiera hacerlo más o menos vulnerable al virus. Una información sobre ese estudio, conducido en las ciudades chinas de Wuhan y Shenzhen, apareció en marzo en la revista estadounidense Newsweek.
