Un nuevo fallecimiento elevó el miércoles a 81 la cifra de muertes por COVID-19 en Cuba, y ocho de las 1,880 muestras sometidas a exámenes dieron positivo, para un total de 1,916 contagios confirmados en el país, dijo el viernes el Dr. Francisco Durán, director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Perdió la vida un matancero de 56 años que había sido ingresado el domingo en terapia intensiva con fiebre, tos, falta de aire y decaimiento. De acuerdo con el reporte oficial, padecía de insuficiencia renal crónica, diabetes e hipertensión arterial, y desde el lunes estaba asistido por un respirador artificial.
“Fue necesario [someterlo a hemodiálisis] en dos ocasiones y lamentablemente realizó un paro cardiorrespiratorio, del cual no fue posible reanimarlo”, explicó el Dr. Durán.
Continúa en estado crítico la paciente de 85 años de Villa Clara, que el reporte identifica como “del Policlínico Chíqui Gómez”, de Santa Clara. Los tres enfermos en estado grave son una mujer de 68 años de Arroyo Naranjo, en la capital; un hombre de 85 residente en Centro Habana, y uno de 62 procedente del municipio Matanzas.
Los ocho nuevos casos corresponden otra vez a solo dos provincias, La Habana (5) y Matanzas (3). La lista que publican tanto Granma como Cubadebate y donde aparecen desglosados uno por uno repite la mención de un habanero de 48 años residente en el municipio Diez de Octubre.
Esta vez no hubo ningún menor entre los reportados como positivos a la prueba de COVID-19 el jueves. Permanecían ingresados en hospitales 669 pacientes: 202 de ellos contagiados, tres bajo vigilancia y 464 en la categoría de “sospechosos”. Otras 1,790 personas continúan monitoreadas en sus hogares por personal sanitario.
Según el Dr. Durán, aunque Isla de la Juventud sigue siendo el territorio con mayor incidencia del nuevo coronavirus en Cuba desde que se reportaron los primeros casos, en los últimos 15 días ese lugar le ha correspondido a Matanzas, con promedio de 8.2 casos por cada cien mil habitantes, seguida por La Habana con 4.5, Ciego de Ávila con 1.4, y Villa Clara con 1.3.
“No solo por cómo está el mundo, sino también los riesgos que existen dentro del país, es lo que hace que nuestras autoridades nacionales, el gobierno, el partido, no hayan decidido eliminar las medidas de restricción, que muchas personas vemos que no las están cumpliendo, pero que se mantienen como debe ser”, manifestó el funcionario.
Algunos han sugerido flexibilizar las medidas de aislamiento en territorios que, según las estadísticas oficiales, están menos afectados, pero hay razones para no hacerlo, declaró.
“Ayer incluso me decían: ‘¿Por qué no se hace algo diferente para la región oriental, donde están los indicadores favorables; cosas diferentes para algunas provincias, las que vimos que no tienen casos confirmados hace 15 días?’ Porque realmente es muy peligroso”, se respondió el Dr. Durán.
“Porque el país completo no está en igual situación, y los cubanos a pesar de las decisiones, nos movemos”, dijo.