Todos, absolutamente todos, tenemos debilidades. Superman, la criptonita; Indiana Jones, las serpientes; yo, las mujeres hermosas; y el señor Germán Hermin Ferrás Álvarez, Embajador de la República de Cuba en Corea, sucumbe ante la música enloquecedora, y ante un mísero cheque que junto a lo que se le pega lubrican su capacidad patriótica.
Al intrascendente embajador Germán se le vio un poco “down”, obstinado y aburrido, además de jadeante por la obesidad, durante la muy ridícula función que este viernes 4 de octubre se realizara allá en Pyongyang para exigir la liberación de los Cinco que ahora son cuatro pero por alguna razón que no entiendo continúan nombrando Los Cinco.
En dicha ceremonia; los estudiantes del afamado plantel Moranbong de Amistad Corea-Cuba, decididos a destruir el arte, cantaron, entre otras cosas, y nada menos que en coreano, los poemas de Antonio Guerrero, un Pushkin con blenorragia creativa que a mi ligera manera de ver, debió haber sido sancionado no solamente por espía, sino también por destruir la poesía.
No soy experto en asuntos de la moda; pero el caballero Ferra, que por cierto tiene un ligero problema auditivo, se esmeró en intentar cubrir su obscena masa cárnica en un traje tan ajustado que entre las fotos, los carteles, los listones de cinta amarilla y un sinfín de ramos de flores, le hacían lucir como una versión decadente de esa joven, hermosa y salvaje que hasta hace muy poco era la candorosa Hanna Montana.
Los oradores, el “compañero” Ferra y el vicepresidente de los Sindicatos de Corea, el “camarada” Choe Hansun, se miraban con la complicidad clásica de los mononeuronales en funciones. Incluso más, había un cierto magnetismo entre los afines, no la típica entre canchachanes, casi liados al templo del morbo.
Entre arenga y canturreo, se habló de la continuidad del socialismo y de la cercanía de la Guerra. Falsía de falsos amigos, no sé si está correcto, pero igual pues para este tipo de personas la unión sin sangre no es digna de ser recordada.
Ni todo el derroche hormonal consiguió que los parlantes olvidaran referirse a la “inquebrantable” relación de amistad entre los pueblos de Cuba y Corea que, como era de esperar, según ellos fueron iniciadas por la mutua, paralela y telepática iniciativa del Presidente Eterno Kim Il-sung, y el Líder Histórico Fidel Castro.
Rimbombancia aparte, debido a este acto supe que Moranbong (en coreano 모란봉 악단) es un grupo musical femenino fundado por el actual mandatario coreano Kim Jong-un. Sí, algo nuevo, conociendo que el genio de genios como lo califica la propaganda oficial de Corea del Norte es un súper estratega militar, con ausencia de oído musical, pero le gustan mucho las cantantes.
Curiosidad coincidente, dice la prensa autorizada, que la primera actuación de Moranbong estuvo destinada a estimular la producción en el sector textil de ese país en julio de 2012. Mismo año y mismo mes en que el archiconocido Psy, el coreano del "Gangnam Style", y que se escucha de forma clandestina en norcorea, fue puesto en libertad.
Al intrascendente embajador Germán se le vio un poco “down”, obstinado y aburrido, además de jadeante por la obesidad, durante la muy ridícula función que este viernes 4 de octubre se realizara allá en Pyongyang para exigir la liberación de los Cinco que ahora son cuatro pero por alguna razón que no entiendo continúan nombrando Los Cinco.
En dicha ceremonia; los estudiantes del afamado plantel Moranbong de Amistad Corea-Cuba, decididos a destruir el arte, cantaron, entre otras cosas, y nada menos que en coreano, los poemas de Antonio Guerrero, un Pushkin con blenorragia creativa que a mi ligera manera de ver, debió haber sido sancionado no solamente por espía, sino también por destruir la poesía.
No soy experto en asuntos de la moda; pero el caballero Ferra, que por cierto tiene un ligero problema auditivo, se esmeró en intentar cubrir su obscena masa cárnica en un traje tan ajustado que entre las fotos, los carteles, los listones de cinta amarilla y un sinfín de ramos de flores, le hacían lucir como una versión decadente de esa joven, hermosa y salvaje que hasta hace muy poco era la candorosa Hanna Montana.
Los oradores, el “compañero” Ferra y el vicepresidente de los Sindicatos de Corea, el “camarada” Choe Hansun, se miraban con la complicidad clásica de los mononeuronales en funciones. Incluso más, había un cierto magnetismo entre los afines, no la típica entre canchachanes, casi liados al templo del morbo.
Entre arenga y canturreo, se habló de la continuidad del socialismo y de la cercanía de la Guerra. Falsía de falsos amigos, no sé si está correcto, pero igual pues para este tipo de personas la unión sin sangre no es digna de ser recordada.
Ni todo el derroche hormonal consiguió que los parlantes olvidaran referirse a la “inquebrantable” relación de amistad entre los pueblos de Cuba y Corea que, como era de esperar, según ellos fueron iniciadas por la mutua, paralela y telepática iniciativa del Presidente Eterno Kim Il-sung, y el Líder Histórico Fidel Castro.
Rimbombancia aparte, debido a este acto supe que Moranbong (en coreano 모란봉 악단) es un grupo musical femenino fundado por el actual mandatario coreano Kim Jong-un. Sí, algo nuevo, conociendo que el genio de genios como lo califica la propaganda oficial de Corea del Norte es un súper estratega militar, con ausencia de oído musical, pero le gustan mucho las cantantes.
Curiosidad coincidente, dice la prensa autorizada, que la primera actuación de Moranbong estuvo destinada a estimular la producción en el sector textil de ese país en julio de 2012. Mismo año y mismo mes en que el archiconocido Psy, el coreano del "Gangnam Style", y que se escucha de forma clandestina en norcorea, fue puesto en libertad.