Estado de Sats está lejos de ser una cofradía de tanques pensantes o académicos elitistas. Es un proyecto donde concurren las diversas vertientes políticas y ciudadanas que conviven dentro del ilegal mundillo de la disidencia cubana.
Allí lo mismo un político opositor bien valorado como el historiador Manuel Cuesta Morúa ofrece una charla sobre temas raciales, un bufete de abogados independientes interactúa con el público de asuntos jurídicos, que un rapero llamado Raudel da un concierto de hora y media.
Estado de Sats suele ser un punto de encuentro cultural, social, político y hasta deportivo dentro de la oposición en Cuba. Antonio Rodiles, un físico de 41 años, es la cara más visible.
Su residencia en el reparto Miramar, con una espectacular vista al Oceáno Atlántico, sirve de sede a las actividades de Estado de Sats. Cuando se anuncia algún debate, los servicios especiales se movilizan.
Justo a un costado de la casa, sin ninguna discreción, han situado una cámara de televisión. Por los alrededores, las motos Suzuki de los tipos duros de la contrainteligencia merodean la zona. Y no pocas veces detienen a un que otro disidente. El acoso forma parte del paisaje.
En la noche del viernes 11 de octubre, Rodiles presentó El Súper, un clásico del cine cubano en el exilio, realizado en 1978 por Orlando Jiménez Leal y León Ichaso, cuenta la historia de una familia criolla recién llegada a Nueva York.
Vestido con camisa azul prusia de mangas cortas y pantalón negro, entre el barullo de los invitados y de los técnicos de audio, Antonio Rodiles, quizás el disidente más prometedor, por su preparación y su forma correcta de hablar y relacionarse, conversó conmigo.
“La represión y el hostigamiento a Estado de Sats es cíclico. Ahora mismo, mientras charlamos, están detenidos el ex prisionero político José Díaz Silva y su esposa, la Dama de Blanco Lourdes Esquivel, quienes recogían firmas para la Demanda Por Otra Cuba". Posteriormente, en Diario de Cuba se reportaba la liberación del matrimonio Díaz-Esquivel.
Lanzada en La Habana en junio de 2012, la Demanda Por Otra Cuba en uno de sus párrafos expresa que públicamente quieren debatir sobre la doble moneda, los derechos del trabajador a un salario digno, el derecho de cualquier cubano, viva donde viva, a fomentar iniciativas económicas en su propio país y el libre acceso a internet, entre otros.
La Demanda Por Otra Cuba hace hincapié también en la ratificación por parte del régimen de los Pactos de los Derechos Políticos y Civiles y el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, firmados por Cuba el 28 de febrero de 2008 en Nueva York.
Rodiles no es optimista. “No creo que exista la voluntad política de firmarlos. Fue una maniobra para dar esa imagen de cara al mundo. Recuerda que en 2008 a la presidencia de Estados Unidos llegó Barack Obama y el gobierno de Raúl Castro intentaba vender un perfil reformista”.
Estado de Sats surgió en el verano de 2010. En estos tres años, las detenciones arbitrarias y el acoso de la Seguridad del Estado son prácticas habituales. El año pasado, el propio Rodiles estuvo detenido 19 días en un pestilente calabozo.
“Hemos pasado por malos momentos. Son ciclos. Es como una ola. Hay etapas que la represión baja y en otras, sube. Es un acoso de forma quirúrgica. No es lo mismo reprimir a 20 opositores que a 10 mil personas descontentas. Los servicios especiales están intentando colocar el parche antes que la herida”.
Una serie de acciones llevada a cabo por Estado de Sats en el sector del trabajo particular ha levantado ronchas entre los encargados de vigilarlos. Toda estrategia de tender puentes con grupos ajenos a la disidencia suele poner muy nerviosos a los agentes de la policía secreta.
Rodiles lo sabe. Es un convencido que se debe hacer una oposición más eficaz
hacia dentro de Cuba. Las cañerías por donde se pierde el 58% del agua potable distribuida en el país, el caótico servicio de ómnibus urbanos, una enseñanza elemental de escaso nivel cualitativo y hospitales desvencijados, afectan tanto a leales de Castro como a opositores.
Por eso, Antonio Rodiles intenta ser cada vez más inclusivo. “Entre los más de 4,200 firmantes de la Demanda Por Otra Cuba hay muchos ciudadanos de a pie. La mala gestión del Estado perjudica a todos los cubanos. No importa su ideología”.
¿Cómo te ves dentro de cinco años?, pregunto a Rodiles, mientras mira al mar azul intenso que casi se puede tocar con la mano. “Me gusta la política. También la economía. No es que sea capaz de sacrificarlo todo por la política, pero creo que ése es un camino”.
Allí lo mismo un político opositor bien valorado como el historiador Manuel Cuesta Morúa ofrece una charla sobre temas raciales, un bufete de abogados independientes interactúa con el público de asuntos jurídicos, que un rapero llamado Raudel da un concierto de hora y media.
Estado de Sats suele ser un punto de encuentro cultural, social, político y hasta deportivo dentro de la oposición en Cuba. Antonio Rodiles, un físico de 41 años, es la cara más visible.
Su residencia en el reparto Miramar, con una espectacular vista al Oceáno Atlántico, sirve de sede a las actividades de Estado de Sats. Cuando se anuncia algún debate, los servicios especiales se movilizan.
Justo a un costado de la casa, sin ninguna discreción, han situado una cámara de televisión. Por los alrededores, las motos Suzuki de los tipos duros de la contrainteligencia merodean la zona. Y no pocas veces detienen a un que otro disidente. El acoso forma parte del paisaje.
En la noche del viernes 11 de octubre, Rodiles presentó El Súper, un clásico del cine cubano en el exilio, realizado en 1978 por Orlando Jiménez Leal y León Ichaso, cuenta la historia de una familia criolla recién llegada a Nueva York.
Vestido con camisa azul prusia de mangas cortas y pantalón negro, entre el barullo de los invitados y de los técnicos de audio, Antonio Rodiles, quizás el disidente más prometedor, por su preparación y su forma correcta de hablar y relacionarse, conversó conmigo.
“La represión y el hostigamiento a Estado de Sats es cíclico. Ahora mismo, mientras charlamos, están detenidos el ex prisionero político José Díaz Silva y su esposa, la Dama de Blanco Lourdes Esquivel, quienes recogían firmas para la Demanda Por Otra Cuba". Posteriormente, en Diario de Cuba se reportaba la liberación del matrimonio Díaz-Esquivel.
Lanzada en La Habana en junio de 2012, la Demanda Por Otra Cuba en uno de sus párrafos expresa que públicamente quieren debatir sobre la doble moneda, los derechos del trabajador a un salario digno, el derecho de cualquier cubano, viva donde viva, a fomentar iniciativas económicas en su propio país y el libre acceso a internet, entre otros.
La Demanda Por Otra Cuba hace hincapié también en la ratificación por parte del régimen de los Pactos de los Derechos Políticos y Civiles y el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, firmados por Cuba el 28 de febrero de 2008 en Nueva York.
Rodiles no es optimista. “No creo que exista la voluntad política de firmarlos. Fue una maniobra para dar esa imagen de cara al mundo. Recuerda que en 2008 a la presidencia de Estados Unidos llegó Barack Obama y el gobierno de Raúl Castro intentaba vender un perfil reformista”.
Estado de Sats surgió en el verano de 2010. En estos tres años, las detenciones arbitrarias y el acoso de la Seguridad del Estado son prácticas habituales. El año pasado, el propio Rodiles estuvo detenido 19 días en un pestilente calabozo.
“Hemos pasado por malos momentos. Son ciclos. Es como una ola. Hay etapas que la represión baja y en otras, sube. Es un acoso de forma quirúrgica. No es lo mismo reprimir a 20 opositores que a 10 mil personas descontentas. Los servicios especiales están intentando colocar el parche antes que la herida”.
Una serie de acciones llevada a cabo por Estado de Sats en el sector del trabajo particular ha levantado ronchas entre los encargados de vigilarlos. Toda estrategia de tender puentes con grupos ajenos a la disidencia suele poner muy nerviosos a los agentes de la policía secreta.
Rodiles lo sabe. Es un convencido que se debe hacer una oposición más eficaz
hacia dentro de Cuba. Las cañerías por donde se pierde el 58% del agua potable distribuida en el país, el caótico servicio de ómnibus urbanos, una enseñanza elemental de escaso nivel cualitativo y hospitales desvencijados, afectan tanto a leales de Castro como a opositores.
Por eso, Antonio Rodiles intenta ser cada vez más inclusivo. “Entre los más de 4,200 firmantes de la Demanda Por Otra Cuba hay muchos ciudadanos de a pie. La mala gestión del Estado perjudica a todos los cubanos. No importa su ideología”.
¿Cómo te ves dentro de cinco años?, pregunto a Rodiles, mientras mira al mar azul intenso que casi se puede tocar con la mano. “Me gusta la política. También la economía. No es que sea capaz de sacrificarlo todo por la política, pero creo que ése es un camino”.