Un jugador de balonmano solicitó el lunes refugio ante el Servicio Nacional de Migraciones de Chile y sería el duodécimo deportista cubano que lo hace, de los 21 que abandonaron la delegación de la isla en los Juegos Panamericanos de Santiago.
Según confirmó el bufete de abogados Bonito & Hurtado, encargado de los trámites legales, se trata de un atleta de 28 años que jugaba la posición de pívot en la selección cubana, aunque no dieron a conocer su nombre aún.
De los 12 clientes de la firma legal, tres remeros pidieron refugio entre mayo y junio pasado, cuando llegaron a Chile para un campamento de entrenamiento, previo a los Panamericanos.
Los restantes nueve llegaron a competir en el certamen el mes pasado y son seis jugadoras de la selección de hockey sobre césped, un vallista, un remero y este balonmanista.
Una jugadora de baloncesto que escapó de la delegación tan pronto como llegó a Chile, y al menos tres miembros de la selección masculina de hockey, también decidieron quedarse, pero aún no solicitaron amparo legal.
“Ya se le dio curso a la solicitud de reconocimiento de la calidad de refugiado, estando a la espera de que se otorgue el estampado electrónico de la visa respectiva, que le entregue protección provisoria de ocho meses, en tanto se tramita y resuelve la petición”, comentó el abogado José María Hurtado.
Entretanto, el caso de los deportistas cubanos se ha convertido en una bomba en las manos del presidente de izquierda Gabriel Boric.
La senadora opositora Ximena Rincón le pidió a Boric se pronuncie al respecto, luego de presentar una solicitud al mandatario, para que dé refugio a los cubanos.
Por su parte, la periodista chilena Mónica Rincón, de CNN, dijo en una transmisión en vivo que los deportistas no pueden ser devueltos, porque Cuba es una dictadura.
Rincón señaló que repatriar a los atletas sería exponerlos al régimen de La Habana y reconoció que al presidente Boric le cuesta admitir que en Cuba hay un estado totalitario.
El gobernante es presionado, por otro lado, por el Partido Comunista, que achaca las deserciones de los deportistas cubanos al embargo de Estados Unidos sobre la isla y dice que otorgarle refugio es “politizar la migración”.
No sería la primera vez que gobiernos de izquierda en Latinoamérica devuelven a Cuba a deportistas que escapan de delegaciones en busca de libertad y un mejor futuro.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, envió de regreso a la isla a los boxeadores Erislandy Lara y Guillermo Rigondeaux, quienes huyeron de la delegación que participó en los Panamericanos de Río de Janeiro en 2007.
Lara y Rigondeaux fueron suspendidos de por vida en la isla, aunque luego consiguieron salir por separado y hacer exitosas carreras como profesionales, que incluyeron títulos de campeones mundiales.
Recientemente, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador desplegó un amplio operativo policial para capturar a los peloteros Alfredo Fadragas y Yosvany Ávalos, quienes trataron de escapar del hotel donde se hospedaban en Aguascalientes, sede del Panamericano Sub-23 de béisbol.
Al igual que Rigondeaux y Lara, Fadragas y Ávalos consiguieron salir de la isla y se preparan para firmar como agentes libres sus primeros contratos como peloteros profesionales.
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