Puerto Princípe, la capital de Haití, es escenario de varias protestas que se han prolongado desde hace 8 días.
Los haitianos han salido a las calles en rechazo al gobierno del Presidente Jovenel Moise y a exigir su renuncia por haber incumplido sus promesas y haber agravado la pobreza.
Las protestas fueron convocadas por grupos opositores del Sector Democrático y Popular, coincidiendo con el segundo aniversario del presidente en el poder.
La capital del país sufre las consecuencias de estas manifestaciones a nivel económico, social y político.
Al menos nueve personas han muerto durante los disturbios, decenas de heridos y robos continúan presentándose en Puerto Príncipe.
Bancos, escuelas, supermercados, estaciones de gasolina y diferentes negocios han cerrado sus puertas debido a los saqueos y a la violencia e inseguridad que se esta presentando en las calles.
Los manifestantes piden la renuncia del presidente debido a la severa crisis económica por la que atraviesan, la cual se agravó en lo que va de este año por la depreciación de la moneda oficial y por la crisis de electricidad consecuencia de la escazez de gasolina.
Los haitianos también exigen justicia por las supuestas irregularidades en el programa Petrocaribe, a través del cual Venezuela suministra petróleo a este país a precios blandos.
La mayoría de los haitianos vive con menos de 2 dólares diarios, su econonomía creció apenas 1,4% en 2018, una de las más bajas de la región.