El presidente ruso Vladimir Putin advirtió el sábado que peligra la condición de Ucrania como Estado y comparó las sanciones de Occidente contra Rusia con “declarar la guerra”, mientras un alto el fuego prometido en la sitiada ciudad portuaria de Mariúpol se derrumbaba en medio de escenas de terror.
En momentos en que el Kremlin ofrece un discurso cada vez más agresivo y se diluye un aplazamiento de los combates, las fuerzas rusas continuaban disparando fuego de artillería contra ciudades cercadas y el número de ucranianos obligados a huir de su país aumentaba a 1,4 millones de personas. Para el sábado por la noche, las fuerzas rusas habían intensificado su fuego de artillería contra Mariúpol y arrojaban potentes bombas en zonas residenciales de Chernígov, una ciudad al norte de Kiev, de acuerdo con autoridades ucranianas.
Madres desoladas lloraban por sus hijos asesinados, soldados heridos eran atendidos con torniquetes y médicos trabajaban bajo la luz de sus celulares mientras la desesperanza y la desesperación se extienden en el país. Multitudes de hombres hacían fila en la capital para sumarse a las fuerzas armadas ucranianas.
El gobierno ha ordenado que los hombres de entre 18 y 60 años permanezcan en el país y estén disponibles para la lucha. Algunos, como Volodymyr Onysko se han ofrecido como voluntarios.
“Sabemos por qué estamos aquí. Sabemos por qué defendemos nuestro país”, declaró Onysko a Sky News de Gran Bretaña. “Sabemos lo que estamos haciendo, y por eso venceremos”.
Putin continuaba responsabilizando de la situación a las autoridades de gobierno ucranianas y censuró su resistencia a la invasión.
“Si continúan haciendo lo que están haciendo, están poniendo en duda el futuro del Estado ucraniano”, agregó. “Y si esto sucede, recaerá totalmente en su conciencia”.
El mandatario también arremetió contra las sanciones occidentales que han afectado la economía de Rusia y causado la caída del valor del rublo.
“Estas sanciones que están imponiendo, equivalen a declarar la guerra”, declaró Putin durante una reunión televisada con asistentes de vuelo de la aerolínea rusa Aeroflot. “Pero gracias a Dios, no hemos llegado ahí todavía”.
El sistema financiero de Rusia sufrió otro golpe más cuando Mastercard y Visa anunciaron que suspendían sus operaciones en el país.
Diez días después de la invasión de las fuerzas rusas, las dificultades para hacer efectivos los ceses temporales del fuego en Mariúpol y la ciudad oriental de Volnovaja mostraban la fragilidad de los esfuerzos para detener la lucha en diversas partes de Ucrania.
Funcionarios ucranianos dijeron que el fuego de artillería y los ataques aéreos rusos habían impedido a habitantes marcharse antes de que comenzaran las evacuaciones acordadas. Putin acusó a Ucrania de sabotear los esfuerzos.
Una tercera ronda de conversaciones entre Rusia y Ucrania tendrá lugar el lunes, según Davyd Arakhamia, miembro de la delegación ucraniana. Arakhamia no abundó en detalles ni indicó dónde tendrían lugar.
Las reuniones anteriores se efectuaron en Bielorrusia y resultaron en el fallido acuerdo de alto el fuego para crear corredores humanitarios tendentes a desalojar a niños, mujeres y adultos mayores de las ciudades sitiadas, donde las farmacias se quedaron sin medicamentos, cientos de miles enfrentan escasez de agua y alimentos, y los heridos han sucumbido a sus heridas.
El alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, dijo que miles de residentes se habían reunido para abandonar sin peligro la ciudad de 430.000 habitantes, pero comenzó la caída de fuego de artillería y la evacuación fue suspendida. Después durante el día, dijo, el ataque aumentó de intensidad.
“La ciudad se encuentra en un estado de sitio muy, muy difícil”, dijo Boychenko a la televisión ucraniana. “Prosigue el implacable fuego de artillería contra manzanas residenciales, los aviones han arrojado bombas contra zonas residenciales. Las fuerzas de ocupación rusas utilizan artillería pesada, incluidos lanzadores múltiples de cohetes Grad”.
Rusia ha logrado avances importantes en el sur en su intento por cortar la salida de Ucrania al mar. La captura de Mariúpol podría permitir a Rusia establecer un corredor terrestre hasta Crimea, a la que se anexó en 2014.
Por su parte, la máxima autoridad de la región de Chernígov dijo que Rusia ha arrojado poderosas bombas contra zonas residenciales en la ciudad del mismo nombre y 290.000 habitantes. Vyacheslav Chaus publicó una foto en internet de lo que dijo fue una bomba FAB-500 de 500 kilogramos (1.100 libras) que no estalló.
“Generalmente esta arma es utilizada contra instalaciones militares e industriales y estructuras fortificadas”, declaró Chaus.
En un discurso dirigido a los ucranianos, el presidente Volodymyr Selenskyy hizo énfasis en “las bombas de 500 kilogramos arrojadas contra las casas de ucranianos. Miren a Borodyanka, las escuelas destruidas, los jardines de niños volados. A la Catedral de la Asunción dañada en Járkiv. Miren lo que Rusia ha hecho”.
Occidente ha apoyado en forma generalizada a ucrania, a la que han ofrecido asistencia y armas, al tiempo de imponer fuertes sanciones a Rusia. Pero la lucha la están librando los ucranianos, quienes han manifestado una combinación de desaliento y decisión valerosa.
“Ucrania está sangrando”, dijo el canciller Dmytro Kuleba en un video difundido el sábado. “Pero Ucrania no ha caído”.
Las fuerzas rusas avanzaban hacia una tercera planta nuclear después de tomar el control de una de las cuatro en funcionamiento en el país y la planta cerrada de Chernóbil, dijo Zelenskyy a legisladores estadounidenses.
Las fuerzas armadas de Ucrania son superadas en todos los aspectos por las de Rusia, pero sus soldados y voluntarios han combatido con tenacidad. Incluso en las ciudades que han caído había señales de resistencia.
Personas en Chernígov gritaron vivas cuando observaron la caída de un avión militar ruso, según un video difundido por el gobierno ucraniano. En Jersón, cientos de manifestantes agitaban banderas ucranianas de azul y amarillo y gritaban “váyanse a casa”.
Una gigantesca columna blindada rusa que amenaza la capital de Ucrania se mantenía inmóvil en las afueras de Kiev. El asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovich dijo por a tarde que la situación militar estaba tranquila en general y que las fuerzas rusas no “habían realizado acciones activas desde la mañana”.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha advertido de una inminente crisis de hambre en Ucrania, uno de los mayores proveedores de trigo a nivel global y señaló que millones necesitarán asistencia alimentaria “inmediata”.
La estación ferroviaria central de Kiev se encontraba atestada de personas desesperadas por huir. “La gente sólo quiere irse”, dijo una mujer