Más de 70 grupos de la sociedad civil pidieron el jueves pasado al presidente Donald Trump que permita un alivio inmediato de las sanciones contra los gobiernos de Cuba, Venezuela, Irán, Siria y Corea del Norte, durante al menos la duración de la crisis del coronavirus.
El gobierno de Estados Unidos ha reiterado que la asistencia humanitaria, que incluye el envío de medicamentos y equipos médicos, no está afectada por esas sanciones.
En la carta se insta al presidente a emitir exenciones universales de emergencia para bienes humanitarios como ayuda necesaria para el tratamiento del coronavirus, equipos utilizados en la recuperación por la enfermedad, y los bienes necesarios para abordar necesidades y problemas simultáneos exacerbados por la pandemia, tales como la seguridad alimentaria, suministro de agua, infraestructura de energía civil y otras necesidades.
Asimismo, los firmantes piden que el gobierno estadounidense implemente protocolos para monitorear el impacto y el costo humano de las sanciones y que se suspendan las sanciones sectoriales y de base amplia que, según dijeron, causan daños económicos significativos y dejan a las poblaciones más expuestas a enfermedades, inseguridad alimentaria y otras emergencias humanitarias.
“Ha sido devastador para los países que no sólo enfrentan el coronavirus pero también sanciones que les dificultan hacer dos cosas: obtener el equipo necesario para luchar contra la pandemia pero también tener los recursos económicos que necesitan para ayudar al pueblo a superar la crisis”, afirmó Medea Benjamin, cofundadora de Code Pink, uno de los grupos firmantes de la carta.
De acuerdo con Benjamin, “las compañías tienen miedo a hacer negocios con estas naciones sancionadas porque no quieren estar en conflicto con Estados Unidos y no quieren ser sancionadas ellas mismas y vemos esto particularmente con los bancos que no quieren involucrarse en transacciones financieras con las naciones sancionadas”.
La respuesta de EEUU
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos expresó el 17 de abril en un comunicado que respondía a pedidos similares, que en el caso del embargo impuesto al régimen cubano, el mismo no obstaculiza el comercio ni la ayuda humanitaria, de acuerdo con lo establecido por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
Agregó que, con una autorización previa del Departamento de Comercio, medicamentos, equipos médicos y productos agrícolas pueden ser enviados a la isla.
Aún así, voceros del régimen cubano y los medios oficiales cubanos han denunciado que el embargo pone presión sobre los envíos de esos insumos ante la pandemia de coronavirus.
El comunicado del Tesoro indicó que "Estados Unidos se compromete a garantizar que la asistencia humanitaria continúe llegando a poblaciones en peligro a través de canales legítimos y transparentes mientras los países de todo el mundo luchan contra la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19)".
Subrayó que los programas de sanciones implementados por OFAC generalmente permiten el comercio, asistencia o actividad legítima relacionada con la asistencia humanitaria conforme a las leyes y reglamentaciones existentes.
Al comentar en ese momento sobre el comunicado del Departamento del Tesoro, Michael G. Kozak, secretario adjunto del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, recalcó que el embargo de los Estados Unidos está dirigido “al régimen comunista de Cuba, que durante décadas ha oprimido al pueblo cubano y no ha podido satisfacer sus necesidades más básicas”.
El diplomático reiteró que las sanciones siempre han permitido y continúan permitiendo la ayuda humanitaria y la asistencia al pueblo cubano.
Miembros de la oposición en la isla y de la sociedad civil también han denunciado la negligencia del régimen en el enfrentamiento de la crisis de salud ocasionada por el coronavirus y las restricciones impuestas por las autoridades al desarrollo de los negocios independientes que, consideran, son una solución a la grave crisis económica que sufre el país.