El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, respaldó este martes un ataque militar contra Siria porque, a su juicio, la falta de acción frente al uso de armas químicas sería "aún más grave".
"Voté en contra de la guerra en Iraq y apoyo firmemente la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. (Pero) hoy apoyo la decisión del presidente (Barack Obama) sobre el uso de la fuerza debido a este horrendo crimen contra la Humanidad", dijo.
Menéndez habló así al iniciarse la primera audiencia en el Congreso dedicada a debatir un posible ataque militar contra el régimen sirio.
"Por supuesto que hay riesgos en una acción, pero las consecuencias de la inacción son mayores y aún más graves: un mayor desastre humanitario en Siria, inestabilidad regional, la pérdida de la credibilidad estadounidense en el mundo, un Irán y Corea del Norte envalentonados y la desintegración del derecho internacional", advirtió Menéndez.
La audiencia presidida por Menéndez cuenta con la participación de los secretarios de Estado, John Kerry, y de Defensa, Chuck Hagel, así como el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin E. Dempsey.
Menéndez lanzó una advertencia contra un puñado de activistas del grupo antiguerra "CodePink" en el hacinado salón, al señalar que no tolerará conductas que violen las reglas del Comité.
La de hoy forma parte de una serie de audiencias que realizará en las próximas dos semanas el Congreso antes del debate y voto definitivo de una resolución conjunta que autorice el uso de la fuerza contra Siria.
Obama y miembros de su Gabinete afrontan una ingente labor de convencimiento para que el Congreso autorice un ataque militar contra Siria para castigar el ataque con armas químicas el pasado 21 de agosto que, según reiteró Menéndez, dejó 1.429 muertos, "incluyendo al menos 426 niños".
Tanto demócratas como republicanos se mantienen divididos sobre si Washington debe o intervenir en el conflicto civil en Siria que estalló en marzo de 2011 y se ha cobrado la vida de al menos 100.000 personas.
Horas antes de la audiencia, al reunirse hoy con los principales líderes demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso, Obama reiteró que la acción militar será "apropiada" y "limitada", y no implicará el despliegue de soldados sobre el terreno.
"Voté en contra de la guerra en Iraq y apoyo firmemente la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. (Pero) hoy apoyo la decisión del presidente (Barack Obama) sobre el uso de la fuerza debido a este horrendo crimen contra la Humanidad", dijo.
Menéndez habló así al iniciarse la primera audiencia en el Congreso dedicada a debatir un posible ataque militar contra el régimen sirio.
"Por supuesto que hay riesgos en una acción, pero las consecuencias de la inacción son mayores y aún más graves: un mayor desastre humanitario en Siria, inestabilidad regional, la pérdida de la credibilidad estadounidense en el mundo, un Irán y Corea del Norte envalentonados y la desintegración del derecho internacional", advirtió Menéndez.
La audiencia presidida por Menéndez cuenta con la participación de los secretarios de Estado, John Kerry, y de Defensa, Chuck Hagel, así como el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin E. Dempsey.
Menéndez lanzó una advertencia contra un puñado de activistas del grupo antiguerra "CodePink" en el hacinado salón, al señalar que no tolerará conductas que violen las reglas del Comité.
La de hoy forma parte de una serie de audiencias que realizará en las próximas dos semanas el Congreso antes del debate y voto definitivo de una resolución conjunta que autorice el uso de la fuerza contra Siria.
Obama y miembros de su Gabinete afrontan una ingente labor de convencimiento para que el Congreso autorice un ataque militar contra Siria para castigar el ataque con armas químicas el pasado 21 de agosto que, según reiteró Menéndez, dejó 1.429 muertos, "incluyendo al menos 426 niños".
Tanto demócratas como republicanos se mantienen divididos sobre si Washington debe o intervenir en el conflicto civil en Siria que estalló en marzo de 2011 y se ha cobrado la vida de al menos 100.000 personas.
Horas antes de la audiencia, al reunirse hoy con los principales líderes demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso, Obama reiteró que la acción militar será "apropiada" y "limitada", y no implicará el despliegue de soldados sobre el terreno.