Los presidentes de Costa Rica y Cuba se reunieron el martes por la noche a puerta cerrada en La Habana al concluir la visita de tres días que el mandatario tico realiza a la isla, para incrementar las relaciones entre ambos países y conversar sobre la crisis de emigrantes cubanos varados en el país centroamericano en su camino a Estados Unidos.
Al cierre de esta edición no se había ofrecido ninguna información sobre esa entrevista.
El presidente costarricense Luis Guillermo Solís se quejó el martes de que los países vecinos Nicaragua, Guatemala y Belice no lo apoyaron en lograr una ruta para que miles de cubanos varados en su país sigan viaje a Estados Unidos, informa AP.
"Sí señor, me siento defraudado no solamente porque no se ha cumplido con el espíritu de la última reunión de gobiernos centroamericanos en El Salvador, sino desde antes, de los compromisos previos", manifestó con tono molesto el mandatario costarricense.
Solís, dijo que está "esperanzado" en que Centroamérica reaccione y permita, antes de este viernes, el paso de unos 5.000 migrantes cubanos varados en la frontera con Nicaragua.
"Estamos trabajando intensamente en el plano diplomático para lograr acuerdos que permitan la salida de los cubanos del territorio nacional", comentó Solís a la prensa internacional.
Solis recordó que el destino de los emigrantes cubanos que en los últimos años han pasado por Centroamérica son los Estados Unidos y afirmó que “lo que procede es que se garantice su paso".
Sin embargo, el mandatario costarricenses aseguró que no planea hablar con Washington para solicitar visas o algún documento para los cubanos emigrantes que de esta manera podrían irse directamente a Estados Unidos mediante un puente aéreo.
"No nos corresponde esa conversación. Es un tema bilateral que debe ser resuelto entre la República de Cuba y el gobierno de Estados Unidos", señaló.
El viernes, el presidente viajará a El Salvador para participar en la cumbre de presidentes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), donde tratará de lograr la colaboración de los presidentes del área buscar una solución a la crisis humanitaria.
Entretanto, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) decretó una alerta amarilla en varios puntos limítrofes que obligará a instituciones como el Cruz Roja, el Ministerio de Salud y la Caja del Seguro Social, entre otras, a mantenerse alerta en las próximas semanas y brindar la asistencia necesaria a los caribeños.
Esa decisión implica la distribución de colchones, alimentos y medicinas, así como la apertura de más albergues.
La alerta se extenderá hasta el 4 de enero, cuando se incorporan a trabajar los funcionarios públicos tras las vacaciones navideñas.
