Si bien todavía no se han informado infectados por coronavirus en las cárceles cubanas, las condiciones de insalubridad y el hacinamiento que reina en esos establecimientos propiciarían la rápida propagación de la enfermedad entre la población penal.
El preso político Eider Frómeta Allen estuvo 11 días en huelga de hambre como protesta contra la decisión de las autoridades penitenciarias de juntar en un solo piso los reclusos de varios destacamentos, con el pretexto de habilitar un espacio para aislar a aquellos que se enfermaran con COVID'19, denunció a Radio TV Martí Ovidio Martín Castellanos, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
"Los presos quedaron amontonados en un destacamento, sin colchones donde dormir y en condiciones de salubridad aún más precarias que las ya habituales", puntualizó Martín Castellanos.
Las medidas recomendadas para contener el contagio con coronavirus, como mantener una distancia de dos metros o lavarse las manos constantemente, son impracticables dentro de las prisiones cubanas.
Lo mismo ocurre con las personas que se acumulan en los vestíbulos de los penales a la espera de que se les conceda el encuentro con sus familiares presos.
Frómeta Allen suspendió su huelga de hambre tras 11 días, pero la jefatura del Combinado de Guantánamo prohibió su visita familiar reglamentaria, prevista para este 25 de marzo, como castigo por la protesta que realizó.
El directivo de la UNPACU subrayó que el prisionero político “tiene problemas de salud y lo privaron de los alimentos y medicinas que podría llevarle su madre para restablecerse de los días de inanición”.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos pidió hace pocos días al régimen que tomara medidas urgentes para asegurar la salud y la seguridad de la numerosa población reclusa de la isla, ante la rápida propagación del coronavirus en todo el mundo.
Además, demandó al gobierno descongestionar las cárceles para facilitar el trabajo del personal sanitario y evitar o reducir los contagios con la peligrosa enfermedad.
(Esta nota se basa en una entrevista de la periodista de Radio Televisión Martí Ivette Pacheco)