Residentes en Pinar del Río y Sancti Spíritus, las provincias cubanas con más casos de coronavirus en las últimas dos semanas, describieron a Radio Televisión Martí la tensa situación que están enfrentado, aislados y sin la alimentación necesaria.
El activista José Rolando Cásares, quien residen en la capital pinareña, cuenta que hubo un foco de contagio en la prisión del kilómetro cuatro y medio, de la carretera de San Juan, que contaminó a un mayor del Departamento de Cárceles y Prisiones que reside en la cabecera provincial, en el reparto Pedro Raúl Sánchez, conocido popularmente como Llamazares, que pertenece al Consejo Popular Ceferino Fernández Viña.
“Hay tres edificios en esta zona de Llamazares que fueron afectados teniendo como punto de partida el contacto con el Mayor Crespo de ese centro de detención, que dio positivo y es la fuente principal del rebrote en esa zona de la ciudad. También hay colas enormes para comprar pan y el aceite, el descontento es total dentro de la población”, señaló.
Desde San Diego de los Baños, el campesino Esteban Ajete Abascal comenta sobre la situación en el municipio de Guane, donde vive su familia. En esa localidad se reportaron este miércoles 19 nuevos casos de COVID-19.
“Está la brigada especial, los Boinas Negras, cerrando calles, especialmente en el área de la Iglesia Católica hacia la parte baja del pueblo, que fue la zona donde se detectaron hace algunos días los primeros casos. Allí hay una situación epidemiológica muy compleja y bastante necesidad”, aseguró el entrevistado.
En Los Palacios, el comunicador Maikel Norton afirma tener pruebas de casos de corrupción y soborno que involucra a policías y funcionarios de la salud, encargados de mantener el control sobre el trasiego de personas cuando estaba cerrada la salida del municipio. Esto, dijo, es uno de los factores del rebrote, porque algunas personas pagaron para salir para otros territorios donde había focos.
“Tenemos constancia de personas que han estado sobornando a estos funcionarios de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y de Salud Pública, que estaban en control de estos puntos frontera”, señaló Norton.
Adriano Castañeda, desde Sancti Spíritus, informa que por falta de recursos fueron desactivados los centros de aislamiento. Ahora la cuarentena se está haciendo en las propias viviendas.
“Pude ver en varias zonas céntricas que están poniendo en la fachada de las casas de los sospechosos de tener el virus una cinta amarilla con el logo de la policía nacional”, dijo el periodista independiente.
La ama de casa Yanela Lucía Reyes, expresa que en la capital espirituana la situación es muy compleja y caótica.
“Las calles Serafín Sánchez y Avenida Soviética, calle Lenin, Camilo Cienfuegos, y la avenida 26 de Julio, que es la carretera que conduce hacia Trinidad, todas las personas que viven en esa zona están cerradas y no se les están suministrando los alimentos necesarios”, destacó.
Desde Trinidad, el opositor Adonis Rizo, reporta que hay una prohibición para salir de la ciudad, y problemas con la comida: no hay arroz, frijoles, ni tampoco viandas, subrayó.
“Aquí tenemos siete barrios que están aislados. Los sospechosos se quedan dentro de sus viviendas. No hay acceso ni para Cienfuegos ni tampoco Sancti Spíritus, ni para ningún lugar”, apuntó el activista.
Este miércoles, el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) reportó 41 nuevos casos de COVID-19 en la provincia de Pinar del Río, en el occidente de la isla, que es actualmente el epicentro de la pandemia en el país, con un total de 106 casos en los últimos cuatro días.
Sancti Spíritus, con 8 nuevos casos reportados en la jornada, no ha logrado controlar el rebrote de la enfermedad que la golpea desde hace varias semanas.