El multimillonario Donald Trump se convirtió este miércoles en el único aspirante en carrera por la nominación del Partido Republicano a la Casa Blanca, después que su último adversario en la primaria, John Kasich, interrumpió su campaña.
Kasich arrojó la esponja un día después que hiciera lo mismo el senador ultraconservador Ted Cruz, ante el fracaso de la tentativa hilvanada por ambos de bloquear la marcha imparable de Trump hacia la nominación durante la convención partidaria, prevista para julio en Cleveland.
Kasich y Cruz soñaban con impedir a Trump lograr el número necesario de delegados para forzar varias rondas de votación en la convención y así tratar de destronar al polémico millonario.
Pero Trump aplicó un golpe devastador a esa estrategia el martes al vencer con comodidad en las primarias de Indiana.
Este miércoles, al anunciar su abandono de la carrera por la Casa Blanca, Kasich dijo que el país se encontraba ante la necesidad de "restituir el poder, el dinero y la influencia del gobierno a la gente, en cualquier lugar que vivamos. Administrar el país desde abajo hacia arriba".
Trump consiguió hasta ahora 1.053 delegados en las primarias y precisa de 1.237 para confirmar su victoria en la disputa interna durante la convención republicana prevista para julio.
Pero al ser el único en carrera, su nominación resulta ahora prácticamente inevitable, cuando restan elecciones en estados importantes, como California.
Ya en la mañana del miércoles, cuando comenzaron a circular los rumores de que Kasich también daría un paso al costado, Trump dijo a la red de televisión CNN que era la "decisión correcta".
Con el camino despejado, Trump ahora dejará de lado las disputas internas para concentrar su artillería verbal contra quien se perfila claramente como su adversaria en la campaña electoral, la demócrata Hillary Clinton, para unir al fracturado Partido Republicano.
"Ahora vamos a unir este partido. Buscaremos votos juntos", dijo el magnate de 69 años el miércoles a la cadena Fox. "Creo que venceremos a Hillary Clinton", afirmó.
Trump no se guardó comentarios para la presumible candidata demócrata. "Bernie Sanders dijo que ella tenía un juicio pobre. Y lo tiene", expresó a la cadena MSNBC.
Por otra parte, y ya como virtual candidato republicano, Trump se refirió al perfil de su compañero de fórmula.
Consultado al respecto por la cadena ABC, Trump aseguró que su vicepresidente será un republicano y "se tratará muy probablemente de una persona con experiencia en política".
"Quiero alguien que tenga de veras talento para relacionarse con el Senado, para interactuar con el Congreso, que pueda hacer votar leyes", dijo Trump, quien agregó que no tenía ninguna intención de legislar por decreto como el presidente Barack Obama.
Sin embargo, algunas importantes figuras del Partido Republicano se resisten a apoyar a Trump.
Las reticencias ilustran las tensiones en el seno del partido, que aún no puede explicar cómo un multimillonario está a las puertas de la nominación, cuando apenas nadie apostaba por él cuando lanzó su campaña en junio pasado.
"Si nominamos a Trump (los demócratas) van a acabar con nosotros... y lo vamos a merecer", tuiteó el senador Lindsey Graham, uno de los rivales a los que Trump venció durante la campaña.
Aunque su nominación parece un trámite, Clinton sufrió una dura derrota en Indiana frente a Bernie Sanders, que se llevó la victoria con 52,5% de los votos.
Sanders insiste en no retirarse, pese a que la suerte parece echada: con 2.215 delegados, a Clinton le falta muy poco para llegar a los 2.383 necesarios para ser nominada.
"Estoy muy concentrada en la elección presidencial", explicó Clinton a la cadena MSNBC. "La campaña será dura frente a un candidato que dice cualquier cosa. Vamos a refutarlo en todo lo que sea importante para nuestros ciudadanos".
Por su parte, Clinton tiene la intención de poner de relieve su experiencia y recuerda sin pausa a los estadounidenses las propuestas indendiarias del candidato Trump.
"He observado la presidencia de cerca, desde dos puntos de vista diferentes", afirmó en una entrevista con CNN. "No podemos correr el riesgo de que un peligro público como Donald Trump dirija nuestro país".