BOGOTÁ (Reuters) - Rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) secuestraron a cuatro efectivos de las Fuerzas Armadas y a dos civiles en el noroeste de Colombia, un día después de que esa guerrilla y el gobierno concluyeron un ciclo de negociación en Cuba sin pactar un cese bilateral al fuego, informó el viernes el ejército.
El grupo cerró el miércoles en La Habana un ciclo de negociación con el gobierno del saliente presidente Juan Manuel Santos, pero la decisión sobre la continuidad del diálogo de paz está en manos del presidente Iván Duque, quien asumirá el próximo martes.
Duque ha anunciado mano dura contra el ELN, las disidencias de las FARC y las bandas criminales como parte de su estrategia para recuperar la seguridad y combatir el narcotráfico, lo que podría derivar en una intensificación del conflicto armado que ya ha dejado más de 250.000 muertos.
El secuestro de las seis personas se produjo el jueves cuando tres policías, un soldado y dos civiles se desplazaban en una lancha por un río del selvático departamento del Chocó y fueron retenidos por hombres armados que vestían uniformes camuflados, aseguraron fuentes de seguridad.
“Con esta acción criminal, el ELN demuestra una vez más el irrespeto permanente que comete en contra de los Derechos Humanos y las normas que regulan el Derecho Internacional Humanitario”, dijo un comunicado del Ejército y la Policía Nacional.
El grupo rebelde admitió en un video distribuido por sus redes sociales la “detención de seis hombres vinculados con la Fuerza Pública”. Anunció que está a la espera de instrucciones del Comando Central para la liberación y se comprometió a hacer lo posible por salvaguardar la integridad de los rehenes.
Duque, apoyado por el expresidente Álvaro Uribe, dijo en campaña que para continuar la negociación con el ELN es necesario que el grupo declare una tregua unilateral y que se defina un área específica para concentrar a todos sus combatientes con supervisión internacional, demandas que la guerrilla rechazó en el pasado.
El ELN, con unos 1.500 combatientes y acusado de financiarse a través del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, ha fracasado con otros gobiernos en la búsqueda de un acuerdo de paz debido a sus posiciones radicales.
