¿Quién se atrevía en 1978 en aquella España a escribir un libro humorístico sobre la historia más reciente de ese país, y sobre todo sobre el Generalísimo Francisco Franco? Pocos, añadiría que casi nadie. Fernando Vizcaíno Casas (1926, 2003) lo escribió. De hecho, fue el único que se atrevió. Hoy tampoco encontraríamos, quizás hoy menos, a algún escritor que prestara su coraje y rebeldía a semejante tema.
Fernando Vizcaíno Casas nació en Valencia, se convirtió en el primer abogado laborista de España. Escritor fecundo y de amplia recepción popular, desde que en 1971 apareció su primer best-seller titulado Contando los 40, vendría siendo uno de los autores más vendidos en España.
En la Colección Fábula de Planeta también fueron publicados también los libros ‘Niñas… ¡al salón!’ y ‘De “camisa vieja” a chaqueta nueva’, que superaron entre ambos el millón de ejemplares. Otros libros suyos igualmente celebrados por el público fueron ‘La España de la Posguerra’ (Colección Espejo de España), ‘Café y copa con los famosos’, ‘Mis audiencias con Franco y otras entrevistas’, ‘La boda del señor cura’ (Colección Albia Nova).
“Hijo de un fabricante de paraguas y abanicos, en 1948 se inició en el periodismo en Acción, órgano del Sindicato Español Universitario (SEU), como crítico de cine. Colaboró con Radio Nacional de España y los diarios Las Provincias y Jornada. En 1950 se trasladó de Valencia a Madrid para cursar estudios de Derecho.1 Consideraba al periodismo como su verdadera vocación, y con el tiempo llegaría a ser columnista en medios de líneas editoriales tan diferentes como el diario El Alcázar y la revista Interviú. Como abogado laboralista se especializó en los aspectos jurídicos concernientes al teatro, la cinematografía y los derechos de los actores. Publicó Summa de legislación del espectáculo (1962) y La nueva legislación cinematográfica española (1964). Además, publicó un completo Diccionario de cine español (1896-1966) (1968)”. Esto se encuentra en Wikipedia, esa enciclopedia a la que he desautorizado en lo que a mi persona concierne.
La crítica más exigente manifestó en la época que se trataba de un autor con especial facilidad para los temas actuales, vivos, latentes, engrandeciéndolos con una prosa limpia, y una visión vasta, los que enfocaba con un fino sentido del humor y a los que sabía dar un tratamiento literario irónico e intenso en clave periodística, dentro de un estilo narrativo claro, directo, sin retórica ni regodeos absurdos.
Vizcaíno Casas es -aunque ya fallecido, su obra vive- hoy más que nunca un novelista absolutamente singular y un humorista inserto en la mejor tradición del género. Un genio del humor y de la ironía.
En el libro encontramos, en efecto, una ficción inicial, un absurdo naturalmente imposible: la resurrección de Francisco Franco, el dictador español que se erigió en Jefe de Estado tras la Guerra Civil Española y que venció al comunismo. Las situaciones que plantea Fernando Vizcaíno Casas son inverosímiles, pero se apoyan en la psicología del Generalísimo y su pasado, de ahí el término de "historia-ficción".
"… Y al tercer año resucitó", novela definida por el mismo Vizcaíno Casas como de “historia-ficción” constituye una obra sorprendente, destinada a superar, sin duda, cualquier éxito editorial actual y hasta cualquiera de sus propios éxitos. De hecho, ahora más que nunca, que el nuevo dictador de España, Pedro Sánchez, ha querido revivir sin proponérselo, la figura de Francisco Franco en los cincuenta años de su muerte, este libro cobra un sentido angular y espectacular.
Tuve la inmensa dicha de conocer a Fernando Vizcaíno Casas en un día de Saint-Jordi, día del libro en Barcelona, en un almuerzo de la editorial Planeta nos sentaron a la misma mesa; era un hombre sumamente divertido y respetuoso, me confesó entonces que su escritor favorito era Guillermo Cabrera Infante, consideraba al autor cubano como el mejor escritor de la lengua española de su época.
Foro