La laureada escritora cubana exiliada en París Zoé Valdés, de visita en Miami y en el contexto de las presentaciones de su más reciente libro La noche al revés ( Stella Maris), dijo en exclusiva a Martí Noticias que desde que recibió la noticia de la muerte de Fidel Castro “no he parado de festejar; continúo celebrando y celebraré mientras viva”.
La autora del ensayo novelado La ficción Fidel confesó: “ya empecé a celebrar la muerte de Raúl Castro, que llegará en breve. Yo estoy muy feliz con que se haya ido al infierno el tirano que le destruyó la vida a mis padres, a mis hermanos, y a tantos cubanos. Espero que esté en los quintos infiernos, pudriéndose, porque quemado ya está”.
Ante la pregunta de que si ella estima que el finalmente finado Fidel hizo un arma poderosa de la cotidianidad como un infierno en la isla, la autora contesta que “Castro consiguió convertir una isla maravillosa en una isla inmunda. Pero esa familia todo lo que toca lo destroza. Hay que sacar a esa familia de Cuba, lo más pronto posible, y enviarlos a todos a Galicia, a Italia, donde la hija de Raúl Castro tiene a su familia política. Ahora, eso sí, estamos muy solos en tamaña empresa, nadie nos oye, nadie nos apoya. Sin embargo yo sigo soñando y deseando el fin de esa gentuza. Su entera desaparición”.
La escritora confirma que su obra La noche al revés aborda lo más terrible del comunismo que no sería tanto el espanto como ese espanto sin final que le caracteriza, esa cotidianidad degradada, de gris con pespuntes negros como muy bien ve con su innata sapiencia el cubano de la calle.
Y añade “que en este libro he tratado la manera en que el comunismo se ensaña velada y lentamente con las mujeres y con las madres en particular: Aunque en mi libro estas mujeres no son precisamente de las peores tratadas, pero yo quería hablar de esas mujeres que no se distinguen por una heroicidad en particular, sino por su resistencia callada, silenciosa, y que hacen de la espera un arma defensiva y salvadora”.
Ante la interrogante de si están conectados de alguna manera sus libros La nada cotidiana y La noche al revés, la ganadora del premio Azorín de Novela 2013 dijo que, sí, “claro, casi todos mis libros se entrelazan. Algunos personajes reaparecen y se reencuentran o conocen a otros que conocieron a otros que los conocieron a ellos. En este libro, la protagonista de la segunda historia, Un amor griego, le escribe una carta a Yocandra, la protagonista de La nada cotidiana, para contarle cómo está criando y educando a su hijo ella sola, en otra provincia, lejos de la persecución de su padre comunista. Las historias también se conectan debido al contexto, el contexto social es la represión diaria bajo la dinastía castrocomunista, la falta de libertad para educar a los hijos, el miedo a pensar y a hablar, la soledad, la inmensa y apabullante soledad”.
Zoé Valdés ha sido finalista del Premio Planeta con "Te dí la vida entera" y se ha alzado, entre otros, con los premios Liberaturpreiss (Fráncfort del Meno), por "La nada cotidiana", Chevalier Orden de las Artes y las Letras (Francia), Fernando Lara de Novela, por Lobas de mar, y Ciudad de Torrevieja y Carbet des Lycéens, por La eternidad del instante.