Ante procesos de reordenamiento laboral, el principio que rige es el de idoneidad demostrada.
En el metalenguaje del castrismo el desempleo tiene un nombre menos contundente: se llama “reordenamiento laboral”.
El reordenamiento laboral, a su vez, es consecuencia de lo que se denomina “actualización del modelo económico”, que dicho de modo más claro, no son más que las reformas que, con modestia y sin prisas, tratan de mantener a flote el país.
Hace dos años el gobernante cubano Raúl Castro anunció que medio millón de trabajadores del sector estatal quedarán disponibles como resultado de ese reordenamiento laboral que concluirá en 2015 y que este año dejará sin empleo a 170,000 cubanos, que se convertirán en obreros disponibles.
Los vericuetos de un reportaje publicado este lunes por el diario Granma permiten entrever cómo se comportan las administraciones estatales, en coordinación con el sindicato, a la hora de determinar que trabajadores quedarán desempleados.
La burocracia gubernamental repite de memoria la dinámica de ese proceso que difunde la prensa oficial: La actualización del modelo económico, precisa de un reordenamiento laboral, que se llevará a cabo con la depuración de las plantillas infladas.
Granma dejó entrever que el favoritismo y los privilegios están jugando su papel a la hora de decidir que trabajadores son “idóneos” (calificados para el cargo) bajo los parámetros para determinar las plantillas infladas.
Si usted no lo entendió, no se averguence. Desentrañar la verdad oculta trás esta criptografía informativa no es fácil para los cubanos, y una misión casi imposible para los lectores de otras latitudes, acostumbrados a encontrar las noticias en la prensa sin disfraces linguísticos.
El reportaje titulado La transparencia es prioridad, cita el caso de una taxista de la Empresa Cubataxi de La Habana que fue declarada disponible, porque no era idónea para ese trabajo que realizó durante nueve años, sin ningún tipo de problema.
Su protesta no se hizo esperar y “ante el número creciente de insatisfacciones” en ese centro laboral, y según el órgano oficial del Partido Comunista, se “orientó la realización de un nuevo proceso bajo parámetros más apropiados para evaluar la idoneidad”, de los trabajadores.
Así es que para ser un taxista idóneo y no correr el riesgo de quedar “disponible” , los nuevos parámetros miden la eficiencia teniendo en cuenta los siguientes puntos: el promedio de la recaudación, el aprovechamiento del recorrido, el valor del litro de combustible, el índice de consumo, y el aporte a la propina colectiva.
Un Comité de Expertos, tiene a su cargo establecer una tabla de puntuación, que sirve para elaborar un escalafón de prioridades, porque según Granma “todo fenómeno conducido por el hombre es falible, es por ello que para evitar arbitrariedades o favoritismos no se pueden hacer análisis superficiales o a priori”.
“Ante procesos de reordenamiento laboral, el principio que rige es el de idoneidad demostrada”, asegura el reportaje, que cita. A Elio Valerino, abogado de la Central de Trabajadores de Cuba, quien aclara que "al determinar a la persona más idónea se debe partir de una evaluación integral de cada trabajador".
"Si la norma orienta que en el proceso de disponibilidad tiene que estar garantizada la transparencia, la administración no puede entrar en favoritismo, discriminación o distinción entre un trabajador u otro que afecte el principio de idoneidad", apuntó Valerino.
Carlos Mateu Pereira, viceministro de Trabajo y Seguridad Social, subraya que el reordenamiento laboral, como parte de la actualización del modelo económico cubano, está llamado a cumplir un papel preponderante en el incremento de la producción y los servicios.
En busca de ese incremento, el viceministro habló de las ventajas de tener una plantilla de cargos en cada empresa a partir de la cual “se deciden las funciones, y se confecciona una plataforma organizativa”.
“Entonces se define la plantilla de cargos, donde cada persona debe tener contenido de trabajo para ocho horas, y un desempeño que se corresponda con la función relatada en la estructura de la empresa", subrayó Mateu.
A juzgar por esos comentarios parece que, por el momento y mientras se desinfla el embrollo burocrático de cómo aplicar el reordenamiento laboral, las plantillas de las empresas estatales seguirán infladas y los plazos para dejar desempleados a medio millón de trabajadores cubanos, seguirán aplazándose, por fortuna para aquellos que no son idóneos.
El reordenamiento laboral, a su vez, es consecuencia de lo que se denomina “actualización del modelo económico”, que dicho de modo más claro, no son más que las reformas que, con modestia y sin prisas, tratan de mantener a flote el país.
Hace dos años el gobernante cubano Raúl Castro anunció que medio millón de trabajadores del sector estatal quedarán disponibles como resultado de ese reordenamiento laboral que concluirá en 2015 y que este año dejará sin empleo a 170,000 cubanos, que se convertirán en obreros disponibles.
Los vericuetos de un reportaje publicado este lunes por el diario Granma permiten entrever cómo se comportan las administraciones estatales, en coordinación con el sindicato, a la hora de determinar que trabajadores quedarán desempleados.
La burocracia gubernamental repite de memoria la dinámica de ese proceso que difunde la prensa oficial: La actualización del modelo económico, precisa de un reordenamiento laboral, que se llevará a cabo con la depuración de las plantillas infladas.
Granma dejó entrever que el favoritismo y los privilegios están jugando su papel a la hora de decidir que trabajadores son “idóneos” (calificados para el cargo) bajo los parámetros para determinar las plantillas infladas.
Si usted no lo entendió, no se averguence. Desentrañar la verdad oculta trás esta criptografía informativa no es fácil para los cubanos, y una misión casi imposible para los lectores de otras latitudes, acostumbrados a encontrar las noticias en la prensa sin disfraces linguísticos.
El reportaje titulado La transparencia es prioridad, cita el caso de una taxista de la Empresa Cubataxi de La Habana que fue declarada disponible, porque no era idónea para ese trabajo que realizó durante nueve años, sin ningún tipo de problema.
Su protesta no se hizo esperar y “ante el número creciente de insatisfacciones” en ese centro laboral, y según el órgano oficial del Partido Comunista, se “orientó la realización de un nuevo proceso bajo parámetros más apropiados para evaluar la idoneidad”, de los trabajadores.
Así es que para ser un taxista idóneo y no correr el riesgo de quedar “disponible” , los nuevos parámetros miden la eficiencia teniendo en cuenta los siguientes puntos: el promedio de la recaudación, el aprovechamiento del recorrido, el valor del litro de combustible, el índice de consumo, y el aporte a la propina colectiva.
Un Comité de Expertos, tiene a su cargo establecer una tabla de puntuación, que sirve para elaborar un escalafón de prioridades, porque según Granma “todo fenómeno conducido por el hombre es falible, es por ello que para evitar arbitrariedades o favoritismos no se pueden hacer análisis superficiales o a priori”.
“Ante procesos de reordenamiento laboral, el principio que rige es el de idoneidad demostrada”, asegura el reportaje, que cita. A Elio Valerino, abogado de la Central de Trabajadores de Cuba, quien aclara que "al determinar a la persona más idónea se debe partir de una evaluación integral de cada trabajador".
"Si la norma orienta que en el proceso de disponibilidad tiene que estar garantizada la transparencia, la administración no puede entrar en favoritismo, discriminación o distinción entre un trabajador u otro que afecte el principio de idoneidad", apuntó Valerino.
Carlos Mateu Pereira, viceministro de Trabajo y Seguridad Social, subraya que el reordenamiento laboral, como parte de la actualización del modelo económico cubano, está llamado a cumplir un papel preponderante en el incremento de la producción y los servicios.
En busca de ese incremento, el viceministro habló de las ventajas de tener una plantilla de cargos en cada empresa a partir de la cual “se deciden las funciones, y se confecciona una plataforma organizativa”.
“Entonces se define la plantilla de cargos, donde cada persona debe tener contenido de trabajo para ocho horas, y un desempeño que se corresponda con la función relatada en la estructura de la empresa", subrayó Mateu.
A juzgar por esos comentarios parece que, por el momento y mientras se desinfla el embrollo burocrático de cómo aplicar el reordenamiento laboral, las plantillas de las empresas estatales seguirán infladas y los plazos para dejar desempleados a medio millón de trabajadores cubanos, seguirán aplazándose, por fortuna para aquellos que no son idóneos.