No tenemos práctica de quejarnos por lo mal hecho o por las violaciones que los funcionarios y administrativos del gobierno cometen contra nosotros.
Sí, existen muchas leyes que contemplan el derecho de los cubanos a quejarse.
Desde la constitución vigente, hasta los reglamentos para cuentapropistas o agricultores privados, tienen artículos, acápites y disposiciones que contemplan el derecho del ciudadano cubano a quejarse por el mal desempeño de los representantes del estado, a cualquier nivel.
Todos los ciudadanos cubanos tienen derecho a quejarse, a denunciar lo mal hecho y hasta pueden presentar denuncias anónimas contra cualquier funcionario que estimen, actúa de manera reprochable.
Así que cuando pretendas quejarte asume que estás haciendo valer un derecho ciudadano respaldado por la ley.
Pero te recomiendo que no te limites a defender tu derecho de queja.
No es la queja o la denuncia que interpongas lo que acabará con el problema que te ataca. Se necesita que esa queja desate la acción resuelta de los encargados de combatirla y mientras falte esa acción el problema cobrará fuerza y se volverá más grave de lo que ya es.
No te complazcas por ejercer el derecho a quejarte, busca que se te dé una respuesta, una solución al problema. Trata que no sea una respuesta incompleta o uno de esos casos en que solo recibes un acuse de recibo y nunca le responden al denunciante.
Al denunciar o quejarte, solo estarás activando una parte de tus derechos, luego deberás velar, exigir y hasta volverte a quejar si entiendes que no se le dio seguimiento a tu denuncia inicial.
Quejarte es solo el inicio de una larga cadena de actos para reivindicar tus derechos ciudadanos.
Sí, existen muchas leyes que contemplan el derecho de los cubanos a quejarse.
Desde la constitución vigente, hasta los reglamentos para cuentapropistas o agricultores privados, tienen artículos, acápites y disposiciones que contemplan el derecho del ciudadano cubano a quejarse por el mal desempeño de los representantes del estado, a cualquier nivel.
Todos los ciudadanos cubanos tienen derecho a quejarse, a denunciar lo mal hecho y hasta pueden presentar denuncias anónimas contra cualquier funcionario que estimen, actúa de manera reprochable.
Así que cuando pretendas quejarte asume que estás haciendo valer un derecho ciudadano respaldado por la ley.
Pero te recomiendo que no te limites a defender tu derecho de queja.
No es la queja o la denuncia que interpongas lo que acabará con el problema que te ataca. Se necesita que esa queja desate la acción resuelta de los encargados de combatirla y mientras falte esa acción el problema cobrará fuerza y se volverá más grave de lo que ya es.
No te complazcas por ejercer el derecho a quejarte, busca que se te dé una respuesta, una solución al problema. Trata que no sea una respuesta incompleta o uno de esos casos en que solo recibes un acuse de recibo y nunca le responden al denunciante.
Al denunciar o quejarte, solo estarás activando una parte de tus derechos, luego deberás velar, exigir y hasta volverte a quejar si entiendes que no se le dio seguimiento a tu denuncia inicial.
Quejarte es solo el inicio de una larga cadena de actos para reivindicar tus derechos ciudadanos.