Carlos Alberto Montaner considera que la razón directa del siniestro en que murieron Oswaldo Payá y Angel Carromero fue la falta de pavimentación, la gravilla resbalosa, y la ausencia de letreros que advirtieran esta circunstancia.
El escritor cubano exiliado Carlos Alberto Montaner dice en el diario madrileño ABC que si el español Ángel Carromero hubiera sufrido en España un accidente como el que tuvo en Cuba, él y los familiares de los demócratas cubanos fallecidos, Oswaldo Payá y Harold Cepero, estarían demandando al gobierno por la pésima señalización de las carreteras, y a la agencia estatal que les alquiló un auto cuyas bolsas de aire no funcionaron.
Montaner considera que la razón directa del siniestro fue la falta de pavimentación, la gravilla resbalosa, y la ausencia de letreros que advirtieran esta circunstancia.
Según el autor, una señal que ahora anuncia "Baches", fue colocada después para armar un escenario con el cual condenar a Carromero y exculpar a las autoridades cubanas.
Quieren que creamos -dice Montaner- que Carromero iba con exceso de velocidad y al frenar, su coche derrapó e impactó a un árbol, como se vio obligado a declarar el joven dirigente español. Pero apunta que bajo la presión de la policía política cubana la mayoría declara cualquier cosa.
El autor recuerda que el ex coronel Álvaro Prendes, quien murió en el exilio, solía decir que "Supermán, a la semana de estar en manos de la Seguridad del Estado, se echa a llorar".
Concluye diciendo Carlos Alberto Montaner en ABC que el accidente le viene como anillo al dedo a la dictadura para tratar de poner fin a la solidaridad internacional con los demócratas cubanos; pues mientras que el gobierno de la isla proclama su derecho al "internacionalismo revolucionario", no reconoce el derecho al "internacionalismo democrático" que deben practicar quienes creen que la libertad es un don universal.
Montaner considera que la razón directa del siniestro fue la falta de pavimentación, la gravilla resbalosa, y la ausencia de letreros que advirtieran esta circunstancia.
Según el autor, una señal que ahora anuncia "Baches", fue colocada después para armar un escenario con el cual condenar a Carromero y exculpar a las autoridades cubanas.
Quieren que creamos -dice Montaner- que Carromero iba con exceso de velocidad y al frenar, su coche derrapó e impactó a un árbol, como se vio obligado a declarar el joven dirigente español. Pero apunta que bajo la presión de la policía política cubana la mayoría declara cualquier cosa.
El autor recuerda que el ex coronel Álvaro Prendes, quien murió en el exilio, solía decir que "Supermán, a la semana de estar en manos de la Seguridad del Estado, se echa a llorar".
Concluye diciendo Carlos Alberto Montaner en ABC que el accidente le viene como anillo al dedo a la dictadura para tratar de poner fin a la solidaridad internacional con los demócratas cubanos; pues mientras que el gobierno de la isla proclama su derecho al "internacionalismo revolucionario", no reconoce el derecho al "internacionalismo democrático" que deben practicar quienes creen que la libertad es un don universal.