Comida cara para una población hambrienta

  • Jorge P. Martínez

Bodega cubana

La nueva medida de unificar los precios de la "shopping" no logra contrarrestar la voluntad estatal de vender alimentos a un costo elevadísimo y mucho menos solucionar el problema alimenticio de Cuba, que para algunos es un tema de "seguridad nacional”.
El gobernante cubano Raúl Castro sabe que la escasez de alimentos en la isla es como un volcán dormido, que si en algún momento entra en erupción, podría volar en pedazos al régimen, afirmó desde La Habana el periodista independiente Iván García.

García añadió que desde que asumió el poder el 31 de julio de 2006, Castro no ha logrado que el cubano coma carne de res, malanga o pueda adquirir frutas y vegetales a precios asequibles.

Desde Cienfuegos, Alejandro Tur Valladares, director de la agencia Jagua Press dijo a martinoticias.com que “el hecho de que el Estado sea intermediario es el que mantiene de forma artificial estos precios tan elevados”.

Manifestó que “todo responde a una premisa y es lo mal que anda la economía cubana, que ha generado una inflación tremenda y para controlarla el Estado se ha dado a la tarea_ ya que no tiene posibilidades de satisfacer la demanda_ de tratar de recoger el exceso circulante que hay en la calle elevando los precios”.

El comunicador indicó que “si el mercado lograra autonomía y comenzara a regirse por la ley de oferta y demanda sin la intervención del Estado, los precios de alguna manera caerían y en escala estarían por debajo de lo que hoy se presenta”.

Tur Valladares dijo que debido a quejas de la población, al Gobierno no le quedó otra opción que aprobar un listado de precios únicos “puesto que en establecimientos gubernamentales, presuntamente del mismo dueño, nos encontramos con que había precios dispares (…) sin embargo, siguen siendo elevados, inalcanzables para el ciudadano”.

El Ministerio de Finanzas y Precios cubano emitió la resolución número 214 del 2012 que aprueba un listado de precios únicos para más de 100 productos que se comercializan en las tiendas de recaudación de divisas.

La medida incluye aceite, yogur, pollo, picadillo, entre otros productos alimenticios; y de aseo, tales como jabones de lavar, detergentes y frazadas de piso.

Según Tur Valladares, “aún cuando se crearan mecanismos que en una sociedad normal pudieran aliviar o controlar los precios, en Cuba, dada la naturaleza anormal de nuestra economía, pues simplemente se mantienen elevados de forma artificial, porque es de la conveniencia y del interés del Estado”.

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Alejandro Tur Valladares


Desde Pinar del Río, Yelki Puig, considera que “el 70 por ciento de la población se alimenta solamente de un plato de yuca” y añadió que varias personas se le han acercado y le han manifestado “yo no tengo almuerzo para mis niños hoy, y se alimentan solamente por la noche con el pan que les toca en la bodega”.

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Yelky Puig


Plantea Iván García, desde La Habana, que Raúl Castro sabe que “la comida es una bomba de relojería” y “reconoce que los frijoles son más importantes que los cañones”, pero no logra solucionar el problema alimenticio nacional, que “es un asunto de seguridad nacional”.