El calor de agosto es agobiante. Tradicionalmente es un mes flojo en la política. Dicen los que saben que las campañas presidenciales comienzan en serio en septiembre. Pero este año las cosas son diferentes. La contienda presidencial está tan caliente como la temperatura. Y la entrada de Paul Ryan como candidato a la vicepresidencia le ha dado nuevo impulso al proceso electoral.
Ryan ha tenido un impacto muy positivo para la virtual candidatura republicana del exgobernador Mitt Romney. Desde que fuese escogido el fin de semana pasada, los números de las encuestas han dado un pequeño impulso a Romney. Las únicas dos encuestadoras que hacen sondeos diarios muestran que el binomio de Romney-Ryan has subido dos puntos en ambas.
En el caso de Rassmussen, los republicanos hoy aventajan al Presidente Barack Obama por cuatro puntos. La semana pasada Rassumussen le daba una ventaja a Romney de dos puntos. Algo similar ocurre con los resultados de Gallup. La semana pasada las dos candidaturas estaban empatadas. Hoy los republicanos tienen dos puntos de ventaja.
Es importante aclarar que lo que vemos en las encuestas no es inusual. Cuando un candidato escoge a su compañero de boleta siempre hay una reacción inicial positiva. No tenemos que ir muy lejos. Hace cuatro años la nominación de la Gobernadora de Alaska Sarah Palin causó tremendo revuelo. Los republicanos se animaron hasta que con el pasar de los días el globo se les desinfló y Palin fue flor para un día.
No creo que con Ryan ocurra lo mismo. El hoy congresista de Wisconsin, aunque muy joven, es una persona extremadamente preparada, en particular en cosas que tienen que ver con el presupuesto. Es una persona que tiene carisma y además que sabe explicar temas complicados en una forma sencilla, para que todos los entiendan.
Así y todo es prematuro decir que el nombramiento de Ryan va a ser algo positivo para los republicanos en noviembre. Para eso tienen que pasar algunas semanas. Veamos cómo le va a Romney a finales de septiembre. Ya para esa fecha sabremos si ayuda, perjudica, o no tiene efecto alguno.
Lo que si podemos decir es que ya la campaña es una de las más negativas en la historia. Hay culpables en los dos partidos. Reparten mentiras como caramelos.
Muchos tenían la esperanza que con Ryan se elevaría el tono de la elección; una de las más importantes en los últimos tiempos. A veces las diferencias entre los candidatos son sutiles. En este caso son muy claras. El presidente Obama cree que hay que subirle los impuestos los más ricos para ayudar a la clase media. Los republicanos dicen que subir los impuestos en una recesión es un craso error.
A pesar de lo que muestran las encuestas de Rassmussen y Gallup, Obama tiene una ventaja significativa en estas elecciones. Obama es un candidato simpático con carisma. Romney es muy seco y tiene dificultades en comunicarse con el ciudadano común.
Ryan puede ayudar a Romney, pero al final de cuenta los votantes de este país votan para presidente, no para vicepresidente. Esa es la norma. Veremos si sigue vigente en estas elecciones.
Lo que si podemos decir es que ya la campaña electoral en curso en Estados Unidos es una de las más negativas en la historia.