Curso 2012-2013: universidades cubanas en estado de caos

Escuelas Santiago de Cuba

Este 3 de septiembre inició un nuevo curso escolar, y si nos llevamos por la radio, la televisión y por las autoridades de la Educación y de la Educación Superior todo estaba listo y de maravillas para recibir a los alumnos en las aulas.
Versa el refrán - las apariencias engañan, pero en el caso cubano, el gobierno vive diariamente de éstas y le ha dado resultado. Se contaba “con los recursos humanos y materiales de carácter imprescindible para llevar a cabo la formación integral y con calidad de los estudiantes, tanto en las sedes centrales como en los centros universitarios municipales”.

Escuelas en Santiago de Cuba

Se le daba por estos días toda la cobertura informativa a los actos de inicio de curso a lo largo del país, se complacía en anunciar el número de ingresos en las diferentes enseñanzas, que en el caso específico de la educación superior, según datos oficiales, ascendió a 6 mil 700 plazas más que el año anterior. Se pusieron en perspectivas las aspiraciones de algunos niños, jóvenes, maestros y profesores para este nuevo curso escolar. Y en menor medida se divulgaron las carencias materiales, económicas y humanas para enfrentar el proceso docente educativo en el país, no faltando las gracias al esfuerzo del gobierno, el partido y por último del pueblo.

Sin embargo, no se divulga ante la palestra pública el pésimo y verdadero estado de deterioro de las universidades en el país, hecho que también, es lo más seguro ocurre en las enseñanzas precedentes. Empleando solo términos, que se han convertido en slogan en el país, como, “a pesar de las limitaciones, a pesar del bloqueo, lograremos mayor eficiencia en los resultados”, etc., etc. Y mostrando nada más las imágenes gráficas de su aparente belleza y buena conservación, y la opinión de los más comprometidos y de los ingenuos.

Solo una mirada crítica y sin vendaje permite describir todo lo que sigue en relación al estado crítico de las condiciones de vida interna a las que comienzan a enfrentarse los estudiantes universitarios en las becas de la provincia Santiago de Cuba: Las condiciones higiénicas sanitarias pésimas, baños en un estado de deterioro visible, duchas, lavamanos y tazas en desuso y las que se usan sin descargar, directas a la fosa, sin llave o con salideros, por lo que la peste en los baños es común.

Existen muchos salideros igualmente en las tuberías, manchándose las paredes y pisos, y con una humedad constante, proclive a la existencia de bacterias dañinas, por lo que las enfermedades respiratorias son comunes a proliferar entre los estudiantes. Expuestos, también al peligro por la disposición y uso de toma corriente e interruptores con los cables pelados.

Poca o falta de iluminación en baños y pasillos, propensos a violaciones físicas y robos de sus pertenencias, agravada por la también falta de seguridad en el interior de los cuartos, ya que las taquillas o closet no tienen puerta, además de estar carcomidos por el comején, la seguridad de la puertas de los cuartos no es buena ya que en su mayoría no tienen llavines y solo usan candados, comprados por las familias de los estudiantes.

Agregar además, que los mismos pueden sufrir caídas, ya que a las escaleras le faltan algunos peldaños. Las hembras pueden estar expuestas a ser víctimas de enfermos sexuales, pues a muchas persianas de cuartos y baños le faltan hojas, además de toda la oscuridad y falta de seguridad de los albergues mencionada. También el hacinamiento se cierne en muchas de estas becas, pues cuartos concebidos para cuatro personas, lo habitan seis.

Por otro lado, la alimentación es mala en variedad, calidad y cantidad, cosas que son muy irregulares, y que se utilizan como fachada, pues cuando hay visita es que se potencian para dar impresiones de bienestar becario. Sin embargo se le prohíbe a los estudiantes por reglamento, el uso de hornillas eléctricas para que puedan aumentar y/o mejorar sus alimentos, el de empleo de calentadores eléctricos y hasta de ventiladores por el afán de ahorrar, por lo que también están expuestos a las altas temperaturas, a la gripe y al stress por calor y hambre. La refrigeración para los alimentos personales no la tienen, pues no hay equipos de este tipo en la beca.

Entonces, en qué medida estas pésimas condiciones no son causantes del bajo rendimiento escolar, de la falta de motivación por los estudios, sobre todo cuando sé es interno, de la deserción escolar.

Entonces, de qué calidad educacional estamos hablando, y de qué gratuidad, si los padres tienen que desgastarse con lo que no tienen para garantizar no solo las ropas y los zapatos para sus hijos sino la alimentación, los cubos, mosquiteros, dinero para aliviar el hambre, y el transporte, para comprar bombillos, lámparas, candados, colcha de trapear, además de jabones, pasta dental, sábanas, toallas. Pues aunque algunos de estos avituallamientos se le entregan no son suficientes para todo el mes o año escolar.

La educación gratis es una apariencia en el país, que ha engañado a muchos. El precio de recibir una educación en Cuba es Carísimo, lo aparentemente barato sale caro, no solo para cursar los estudios internos o no, sino por el acceso a un conocimiento y valores deformados, que impide la formación de estudiantes como ciudadanos libres, independientes y capaces sino adoctrinados e ideotizados, tema bastante debatido.

¿Qué hacer para eliminar tanto desastre?

En tanto el pueblo no se pronuncie de forma institucional, espontánea o como manifestación pública masiva porque se tracen políticas macro y micro sociales en un beneficio real a favor de las universidades públicas, hasta ahora las únicas existentes en el país.

En tanto no exija porque se rinda cuenta respecto a qué se destina el presupuesto de las universidades y de los fondos obtenidos en materia de postgrados internacionales, investigaciones, proyectos y otros servicios. Así como se eliminen el exceso de requisitos para recibir y brindar colaboración internacional.

Mientras no se logre por presión de la Federación Estudiantil Universitaria la restauración de la Autonomía universitaria, respondiendo así a los intereses del estudiantado y no de la Unión de Jóvenes Comunistas y su Partido Comunista.
Cuando los padres en mayoría se pronuncien por la mejoría de las condiciones de vida de sus hijos en beca, así como la eliminación de la manipulación educativa en las aulas.

Cuando los que no se dejan llevar por las apariencias entre ellos, la oposición de la isla y la naciente sociedad civil logren con su labor y divulgación informativa ayudar a abrir los ojos a la mayoría del pueblo, priorizando al sector profesional y juvenil.
Mientras la prensa cubana no desenmascare todas estas atrocidades, dejando a un lado la complacencia para con el régimen en el poder.

Se cree será muy difícil que se reviertan estas condiciones y otras, que sufren hoy los estudiantes universitarios santiagueros, hasta que no ocurra todo lo anterior y hasta, que la mayoría del pueblo reconozca y aprenda que la gratuidad no existe en la educación cubana, que es solo apariencia. Y que él necesita conquistarla para que recupere su valor real.

Deterioro en Centro Escolar de Santiago de Cuba