En calidad, y en cantidad, la salud pública cubana retrocede

Hospitales donde reinan la mugre y el abandono. Durante una filmación furtiva en el Clínico Quirúrgico de 10 de Octubre, el Dr. Darsi Ferrer descubrió que el paciente al fondo de la foto estaba muerto.

Un nuevo informe de la Oficina Nacional de Estadísticas muestra cifras decrecientes de hospitales, camas y personal, y más pacientes ingresados.
La salud pública en Cuba se ha exhibido por décadas como uno de los grandes “logros” de la revolución de Fidel Castro.

Ahora nuevas cifras oficiales revelan que, como parte de las “racionalizaciones” de su hermano Raúl, desde 2010 se han cerrrado en la isla 54 hospitales --casi 25 por ciento de la capacidad de hospitalización del país-- y 465 unidades de atención médica a la población, incluyendo policlínicos, puestos médicos, clínicas dentales y otros.

La agencia France Presse (AFP) y el portal de temas cubanos Café Fuerte analizan desde distintos ángulos las cifras contenidas en un informe reciente al respecto de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) de Cuba. Se trata del capítulo relativo a la Salud y la Asistencia Social, recién adicionado al Anuario Estadístico de Cuba 2011.

AFP recuerda que en 2010 fue aprobado un programa para "reducir gastos irracionales" en el sistema de salud , uno de los mayores empleadores del país. El diario oficial Granma explicó por entonces que el plan de reducción de gastos sería un "proceso de reorganización, compactación y regionalización de los servicios de salud".

La nota de Ivette Martínez Leyva en Café Fuerte rememora que el vicepresidente primero José Ramón Machado Ventura reconoció en aquel momento que la salud pública recibiría un gran impacto con los despidos de personal, "por lo inflado de sus plantillas y el número de personas que deberán ser reubicados".

Martínez Leyva, que analiza a partir del informe de la ONEI las fluctuaciones en el último sexenio, aborda cómo se han reflejado los cortes en la atención a la población. Señala que en 2011 había 18,5 por ciento menos de instalaciones de servicios médicos que en 2006 (de 16.100 a 13.117).

El cierre de hospitales se suma al deterioro de los que quedan. En la foto, la fachada sin vidrios del hospital Miguel Enríquez

La cantidad de hospitales y clínicas decreció de 243 en 2006 a 161 en 2011, una caída de 33 por ciento que ha resultado en 16 por ciento menos de camas, al tiempo que las admisiones e ingresos aumentaron durante el mismo período en 6,4 %.

Observa asimismo que los consultorios del médico de la familia, piedra angular de la atención médica primaria, cayeron 18 por ciento. En 2006 existían 14,007 y seis años después la cifra es de 11,486.

El informe de la ONEI también se refiere al personal de la salud. El servicio noticioso francés, que compara los datos de 2010 a la fecha límite del reporte, dice que según la ONEI, al cierre de 2011, había en Cuba 78.622 médicos y estomatólogos, así como 96.400 enfermeras.

De ese total, unos 38.000 médicos y paramédicos prestan servicio en otros países, fundamentalmente en Venezuela. Ello representa la más importante actividad económica de la isla, cuyos ingresos se estiman en unos 6.000 millones de dólares anuales.

La periodista de Café Fuerte apunta que las cifras de algunos profesionales del sector aumentaron (en 9 % los médicos, y 15 % los estomátologos), mientras disminuían significativamente las reservas de farmacéuticos (35.4 %) y técnicos (33.51%).

En total, la cantidad de empleados del sistema de salud pública -incluyendo médicos, estomatólogos, farmaceúticos, enfermeras y técnicos- ha descendido 9.6 por ciento en los últimos seis años, refiere la autora.

Café Fuerte subraya el vertiginoso deterioro del sector en los últimos años, del cual se quejaron en septiembre cirujanos del Hospital General Docente "Calixto García" de La Habana, en una carta abierta a Raúl Castro que circuló en Internet.

Diferentes cronistas internos y externos describen el pésimo estado higiénico y de recursos de los hospitales de la isla, donde los familiares de los pacientes tienen que procurarles desde la alimentación y las sábanas hasta los medicamentos.

Mientras tanto, médicos disidentes como el doctor Darsi Ferrer han dado cuenta de la desmoralización de los galenos, sometidos a fuertes presiones laborales por el envío de miles de sus colegas a misiones en el extranjero; carentes de medicamentos y equipos para curar a sus pacientes; y ridículamente remunerados en comparación con sus similares en otra partes del mundo.