Cuba quiere aprender cómo se las arregló Rusia para elaborar presupuestos ajustados a las necesidades reales del país, y sobre todo, a cobrar impuestos a sus ciudadanos para engrosar las arcas del Estado, que no dependen ya únicamente de las empresas estatales.
Aunque en Cuba las reformas económicas marchan a un ritmo diferente,
La Habana parece interesada en aprovechar la experiencia acumulada por Moscú en los últimos veinte años para transitar del socialismo leninista a la economía de mercado.
Cuba quiere aprender cómo se las arregló Rusia para elaborar presupuestos ajustados a las necesidades reales del país, y sobre todo, a cobrar impuestos a sus ciudadanos para engrosar las arcas del Estado, que no dependen ya únicamente de las empresas estatales.
Dentro de ese marco la ministra cubana de Finanzas y Precios, Lina Pedraza y su homólogo ruso Antón Siluanov, firmaron el sábado en la capital rusa un interesante acuerdo de colaboración para el quinquenio 2013-2018.
Como parte de ese convenio, especialistas cubanos de Finanzas recibirán adiestramiento en Moscú y tendrán la posibilidad de conocer en la práctica cómo funciona el sector tributario ruso.
Aunque el régimen castrista no se ha decidido abiertamente por un modelo semejante al de China o Vietnam, quiere aprender a manejar los mecanismos que le permitan implantar una economía de mercado controlada por el Estado.
Durante su estancia en Moscú, Pedraza se reunió con los dirigentes del Banco Central de Rusia, la Tesorería y el Servicio Tributario, entre otros funcionarios de la administración estatal.
La visita de la delegación financiera cubana se produce dos semanas después que una nutrida representación de empresas comerciales cubanas viajó a Moscú, encabezada por la presidenta de la Cámara de Comercio de Cuba, Estrella Madrigal.
La delegación, integrada por 23 representantes de 20 empresas cubanas, abogó por el fortalecimiento de las relaciones económico-comerciales entre ambas naciones, durante un foro titulado “Cuba y las regiones rusas”.
El intercambio comercial entre Cuba y Rusia apenas alcanzó el pasado año poco más de 200 millones de dólares, pero La Habana apuesta a ampliar sus nexos comerciales con su viejo socio político de la era soviética.
Luego de visitar China y Vietnam el pasado mes de julio, Raúl Castro se reunió en Moscú, con el presidente Vladimir Putin. Según dijo entonces el Kremlin, “el objetivo de la visita es buscar las vías para incrementar y diversificar los intercambios comerciales a través de varios proyectos y empresas mixtas en los sectores de la energía, el transporte, las telecomunicaciones, la cosmonáutica y la industria farmacéutica”.
Ninguna de las partes reveló qué acuerdos se firmaron en esa ocasión. Quizás sus resultados se conozcan durante la reunión de la Comisión Intergubernamental Cuba-Rusia que ya se está organizando en La Habana y que tendrá lugar los próximos 5 y 6 de noviembre.
La Habana parece interesada en aprovechar la experiencia acumulada por Moscú en los últimos veinte años para transitar del socialismo leninista a la economía de mercado.
Cuba quiere aprender cómo se las arregló Rusia para elaborar presupuestos ajustados a las necesidades reales del país, y sobre todo, a cobrar impuestos a sus ciudadanos para engrosar las arcas del Estado, que no dependen ya únicamente de las empresas estatales.
Dentro de ese marco la ministra cubana de Finanzas y Precios, Lina Pedraza y su homólogo ruso Antón Siluanov, firmaron el sábado en la capital rusa un interesante acuerdo de colaboración para el quinquenio 2013-2018.
Como parte de ese convenio, especialistas cubanos de Finanzas recibirán adiestramiento en Moscú y tendrán la posibilidad de conocer en la práctica cómo funciona el sector tributario ruso.
Aunque el régimen castrista no se ha decidido abiertamente por un modelo semejante al de China o Vietnam, quiere aprender a manejar los mecanismos que le permitan implantar una economía de mercado controlada por el Estado.
Durante su estancia en Moscú, Pedraza se reunió con los dirigentes del Banco Central de Rusia, la Tesorería y el Servicio Tributario, entre otros funcionarios de la administración estatal.
La visita de la delegación financiera cubana se produce dos semanas después que una nutrida representación de empresas comerciales cubanas viajó a Moscú, encabezada por la presidenta de la Cámara de Comercio de Cuba, Estrella Madrigal.
La delegación, integrada por 23 representantes de 20 empresas cubanas, abogó por el fortalecimiento de las relaciones económico-comerciales entre ambas naciones, durante un foro titulado “Cuba y las regiones rusas”.
El intercambio comercial entre Cuba y Rusia apenas alcanzó el pasado año poco más de 200 millones de dólares, pero La Habana apuesta a ampliar sus nexos comerciales con su viejo socio político de la era soviética.
Luego de visitar China y Vietnam el pasado mes de julio, Raúl Castro se reunió en Moscú, con el presidente Vladimir Putin. Según dijo entonces el Kremlin, “el objetivo de la visita es buscar las vías para incrementar y diversificar los intercambios comerciales a través de varios proyectos y empresas mixtas en los sectores de la energía, el transporte, las telecomunicaciones, la cosmonáutica y la industria farmacéutica”.
Ninguna de las partes reveló qué acuerdos se firmaron en esa ocasión. Quizás sus resultados se conozcan durante la reunión de la Comisión Intergubernamental Cuba-Rusia que ya se está organizando en La Habana y que tendrá lugar los próximos 5 y 6 de noviembre.