Con la nueva ley migratoria, ¿Cuánto tendrá que esperar un profesional que quiera emigrar del país?
La nueva ley migratoria mantiene restricciones específicas para viajar en el caso de los graduados de educación superior y técnicos de nivel medio que realizan “actividades vitales”.
En estos casos la persona no puede viajar libremente como el resto de los ciudadanos.
Según la ley estas personas podrán ser autorizadas a viajar por asuntos personales, de manera extraordinaria y mediante una evaluación puntual de las razones que motivan su intención de viaje, sin que aplique ningún período de tiempo para concederle la autorización a viajar.
En estos casos son los jefes de las entidades a las que estén vinculados los profesionales y técnicos que quieran viajar, los encargados de definir sus categorías y autorizar las salidas de estas personas al exterior. Un procedimiento similar al utilizado con anterioridad a esta nueva norma.
Pero cuando deciden emigrar, (entiéndase salir definitivamente del país), se les impone un límite de tiempo de retención en el país, que se contará desde el momento en que presenten su solicitud de abandonar el país.
En el caso de los graduados universitarios el término de tiempo de retención en el país es de cinco años, y en el caso de los técnicos de nivel medio es de tres años.
Establecer claramente los términos de tiempo de cinco y tres años respectivamente, resulta una medida menos severa que la anterior y mucho menos ambigua que la forma en que eran restringidos los profesionales y técnicos hasta ahora.
Pero sigue siendo una violación de los derechos humanos y una restricción abusiva para estas personas que son tratadas de forma diferente que el resto de los ciudadanos.
La nueva ley migratoria mantiene restricciones específicas para viajar en el caso de los graduados de educación superior y técnicos de nivel medio que realizan “actividades vitales”.
En estos casos la persona no puede viajar libremente como el resto de los ciudadanos.
Según la ley estas personas podrán ser autorizadas a viajar por asuntos personales, de manera extraordinaria y mediante una evaluación puntual de las razones que motivan su intención de viaje, sin que aplique ningún período de tiempo para concederle la autorización a viajar.
En estos casos son los jefes de las entidades a las que estén vinculados los profesionales y técnicos que quieran viajar, los encargados de definir sus categorías y autorizar las salidas de estas personas al exterior. Un procedimiento similar al utilizado con anterioridad a esta nueva norma.
Pero cuando deciden emigrar, (entiéndase salir definitivamente del país), se les impone un límite de tiempo de retención en el país, que se contará desde el momento en que presenten su solicitud de abandonar el país.
En el caso de los graduados universitarios el término de tiempo de retención en el país es de cinco años, y en el caso de los técnicos de nivel medio es de tres años.
Establecer claramente los términos de tiempo de cinco y tres años respectivamente, resulta una medida menos severa que la anterior y mucho menos ambigua que la forma en que eran restringidos los profesionales y técnicos hasta ahora.
Pero sigue siendo una violación de los derechos humanos y una restricción abusiva para estas personas que son tratadas de forma diferente que el resto de los ciudadanos.