¿Por qué Gross no recibe el mismo tratamiento penal que Carromero?

Los casos de Alan Gross y Ángel Carromero se asemejan, ambos se encontraban en Cuba envueltos en proyectos vinculados a opositores o grupos no gubernamentales. Ambos fueron sancionados además por un tribunal cubano.
¿Por qué Gross no recibe el mismo tratamiento penal que Carromero?


La injusta condena contra Alan Gross solo tiene sentido para el régimen de La Habana, que lo cataloga como una importante y única pieza de cambio.

Cuba pudiera argumentar que a Gross no se le trata igual que a Carromero por la no existencia de un tratado de repatriación con los Estados Unidos, pero en otras oportunidades ciudadanos norteamericanos detenidos en Cuba han sido repatriados a Norteamérica.

La verdadera razón para la persistencia cubana de mantener en prisión a Gross es que pretende canjearlo por los cinco espías cubanos que permanecen presos en los Estados Unidos.

El gobierno cubano ya lo ha expresado de forma abierta en varias oportunidades, representantes de la cancillería cubana, o miembros del gobierno y hasta la propia hija de Raúl Castro han dejado claro que La Habana quiere iniciar negociaciones para cambiar a los cinco espías por Gross.

Pero el gobierno de los Estados Unidos no puede establecer este tipo de relación entre dos hechos que no guardan ningún punto de coincidencia.

La responsabilidad de Gross es mucho menor que la de Carromero, compárense la ocupación de unos aparatos de telefonía satelital cuyo uso está prohibido, contra el supuesto homicidio de dos personas.

Pero el valor de cambio de Gross es mucho mayor que el de Carromero. Además, Cuba pudo obtener prebendas y cooperación del gobierno de España a cambio de la liberación de Carromero.

Por eso Cuba se arriesga a mantener a Gross en prisión, a pesar de la mala imagen que proyecta, o de las posibles complicaciones de salud o por la edad, que pudiera tener el contratista norteamericano.

Cuba, además está sentando un precedente con el caso de Carromero, de que puede negociar a nivel de estado, sin que se filtren sus posiciones y acuerdos.

Lo que popularmente se conoce como una carnada política para el gobierno de los Estados Unidos.