Aunque el Gobierno cubano no ha hecho ningún comentario al respecto, su nombre no aparece en la lista de los candidatos a diputados del llamado Parlamento que serán elegidos en los comicios programados para el próximo 3 de febrero.
El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón de Quesada, dejará el cargo dentro de dos meses.
Aunque el Gobierno cubano no ha hecho ningún comentario al respecto, su nombre no aparece en la lista de los candidatos a diputados del llamado Parlamento que serán elegidos en los comicios programados para el próximo 3 de febrero.
Alarcón, de 75 años de edad, ocupa la presidencia de la Asamblea desde 1993 y fue reelecto como diputado por el municipio habanero de Playa en 2007, para integrar la séptima legislatura de ese órgano legislativo que celebró la pasada semana su última sesión.
Se desconocen las causas de su silenciosa salida del gobierno, pero todo parece indicar que no necesariamente se debe a un problema de edad.
La lista de diputados a la nueva Asamblea Nacional, la integran un selecto grupo de octogenarios y nonagenarios, vinculados desde un principio al castrismo, encabezados, entre otros, por José Ramón Fernández Álvarez, de 90 años, Faure Chomón Mediavilla, 87; Armando Hart Dávalos, 83; Melba Hernández Rodriguez del Rey, 83; y José Ramón Balaguer, 80.
Los llamados comandantes históricos de la Revolución, Guillermo García Frías y Ramiro Valdés Menéndez, de 87 y 81 años, respectivamente, repiten como diputados, al igual que lo hacen Fidel Castro, 86; José Ramón Machado Ventura, 82, y por supuesto, el gobernante Raúl Castro, de 82 años.
Su hija, Mariela Castro Espín, presidenta del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), debuta en la lista de candidatos a diputados.
Alarcón es miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde 1980 y del Buró Político desde 1992 cuando asumió la cartera de Relaciones Exteriores hasta su designación al frente de la Asamblea Nacional.
Con anterioridad se desempeñó durante casi una década como embajador de Cuba en Naciones Unidas y ha sido uno de los principales negociadores de Cuba con Estados Unidos.
Aunque el Gobierno cubano no ha hecho ningún comentario al respecto, su nombre no aparece en la lista de los candidatos a diputados del llamado Parlamento que serán elegidos en los comicios programados para el próximo 3 de febrero.
Alarcón, de 75 años de edad, ocupa la presidencia de la Asamblea desde 1993 y fue reelecto como diputado por el municipio habanero de Playa en 2007, para integrar la séptima legislatura de ese órgano legislativo que celebró la pasada semana su última sesión.
Se desconocen las causas de su silenciosa salida del gobierno, pero todo parece indicar que no necesariamente se debe a un problema de edad.
La lista de diputados a la nueva Asamblea Nacional, la integran un selecto grupo de octogenarios y nonagenarios, vinculados desde un principio al castrismo, encabezados, entre otros, por José Ramón Fernández Álvarez, de 90 años, Faure Chomón Mediavilla, 87; Armando Hart Dávalos, 83; Melba Hernández Rodriguez del Rey, 83; y José Ramón Balaguer, 80.
Los llamados comandantes históricos de la Revolución, Guillermo García Frías y Ramiro Valdés Menéndez, de 87 y 81 años, respectivamente, repiten como diputados, al igual que lo hacen Fidel Castro, 86; José Ramón Machado Ventura, 82, y por supuesto, el gobernante Raúl Castro, de 82 años.
Su hija, Mariela Castro Espín, presidenta del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), debuta en la lista de candidatos a diputados.
Alarcón es miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde 1980 y del Buró Político desde 1992 cuando asumió la cartera de Relaciones Exteriores hasta su designación al frente de la Asamblea Nacional.
Con anterioridad se desempeñó durante casi una década como embajador de Cuba en Naciones Unidas y ha sido uno de los principales negociadores de Cuba con Estados Unidos.