Aunque el gobierno espera transferir al sector "no estatal" a 500.000 trabajadores estatales, estos representan sólo el 17 por ciento de los cuentapropistas.
El diario oficial Juventud Rebelde informó este sábado que la cifra de trabajadores privados en Cuba se acercó al cierre de noviembre a los 400.000, una cifra que podría alcanzarse este mes de mantenerse el ritmo de solicitudes de licencias.
Según la publicación hasta el 30 de noviembre había 398.447 cubanos ejercíendo el trabajo por cuenta propia, 3.580 más que hasta el mismo día de septiembre.
Sin embargo, la nota revela que sólo un 17 por ciento del total (unos 68.000) eran trabajadores, mientras que 68 por ciento declaró no tener vínculo laboral anterior y 15 por ciento eran jubilados.
La cifra de trabajadores estatales incorporados al sector privado representa un porcentaje aún menor comparada con la meta del gobierno de aligerar las nóminas del Estado en al menos 500.000 empleos en la primera etapa de la llamada “actualización” del modelo económico, y hasta 1.300.000 en total.
El economista independiente Oscar Espinosa Chepe dijo a martinoticias que el propio gobierno ha frenado el desplazamiento, pues sólo recientemente se aprobó una exención de impuestos para los microempresarios que contraten hasta cinco trabajadores.
Chepe refiere que informes recientes de la CEPAL indican un 3,6 por ciento de desempleo en la isla, una cifra que --dice-- resulta preocupante para Cuba.
La información de Juventud Rebelde precisa que el 64 por ciento de los adscritos al trabajo por cuenta propia se concentran en las provincias de La Habana, Matanzas, Villa Clara, Holguín y Santiago de Cuba.
Las categorías más solicitadas son las de trabajadores contratados (17 por ciento), elaboración y venta de alimentos (14 por ciento), transporte de carga y pasajeros (11), arrendamiento de viviendas (6), carretillero o vendedor de productos agrícolas en forma ambulatoria (5), productor vendedor de artículos varios de uso en el hogar (4) y mensajero (3).
El sector privado de Cuba podría incrementarse más con los nuevos decretos que autorizan las cooperativas no agrícolas en varios sectores. La legislación concede mayores incentivos fiscales a esa forma de gestión particular que al cuentapropismo.
Pero Espinosa Chepe espera un mayor control estatal sobre las cooperativas, que utilizan recursos y locales del Estado.
Según la publicación hasta el 30 de noviembre había 398.447 cubanos ejercíendo el trabajo por cuenta propia, 3.580 más que hasta el mismo día de septiembre.
Sin embargo, la nota revela que sólo un 17 por ciento del total (unos 68.000) eran trabajadores, mientras que 68 por ciento declaró no tener vínculo laboral anterior y 15 por ciento eran jubilados.
La cifra de trabajadores estatales incorporados al sector privado representa un porcentaje aún menor comparada con la meta del gobierno de aligerar las nóminas del Estado en al menos 500.000 empleos en la primera etapa de la llamada “actualización” del modelo económico, y hasta 1.300.000 en total.
El economista independiente Oscar Espinosa Chepe dijo a martinoticias que el propio gobierno ha frenado el desplazamiento, pues sólo recientemente se aprobó una exención de impuestos para los microempresarios que contraten hasta cinco trabajadores.
Chepe refiere que informes recientes de la CEPAL indican un 3,6 por ciento de desempleo en la isla, una cifra que --dice-- resulta preocupante para Cuba.
Your browser doesn’t support HTML5
La información de Juventud Rebelde precisa que el 64 por ciento de los adscritos al trabajo por cuenta propia se concentran en las provincias de La Habana, Matanzas, Villa Clara, Holguín y Santiago de Cuba.
Las categorías más solicitadas son las de trabajadores contratados (17 por ciento), elaboración y venta de alimentos (14 por ciento), transporte de carga y pasajeros (11), arrendamiento de viviendas (6), carretillero o vendedor de productos agrícolas en forma ambulatoria (5), productor vendedor de artículos varios de uso en el hogar (4) y mensajero (3).
El sector privado de Cuba podría incrementarse más con los nuevos decretos que autorizan las cooperativas no agrícolas en varios sectores. La legislación concede mayores incentivos fiscales a esa forma de gestión particular que al cuentapropismo.
Pero Espinosa Chepe espera un mayor control estatal sobre las cooperativas, que utilizan recursos y locales del Estado.