Global Post: Uso "social" de la Web mantiene a cubanos en la Edad Media

Dame cable: obreros cubanos arrastran el cable submarino de fibra óptica en Siboney, Santiago de Cuba (febrero del 2011).

Experto aconseja que, ahora que dispone del cable ALBA-1, la isla debería invertir directamente en tecnología 4G.
El diario digital Global Post compara la conexión a Internet en Cuba --aun después de la activación del cable submarino de fibra óptica ALBA-1 tendido desde Venezuela-- con un Toyota Prius tirado por caballos.

ETECSA, el monopolio estatal de telecomunicaciones del gobierno de Raúl Castro, confirmó esta semana que había activado el cable que llegó a la isla en febrero del 2011, a fin de dejar de usar para el tráfico de datos los lentos sistemas satelitales.

Un reportaje de Global Post fechado en La Habana señala que el cable proporciona a la isla un moderno enlace de transmisión de datos, con capacidad potencial para mejorar notablemente el acceso a Internet en el país menos conectado del Hemisferio Occidental.

Pero el autor, Nick Miroff, anticipa que la activación del ALBA-1, financiado por Caracas a un costo de 70 millones de dólares, no cambiará en un futuro previsible la realidad conectiva para los internautas de la isla.

Precisa Miroff que la pequeña minoría que actualmente disfruta de acceso a Internet debe conectarse a través de redes de acceso por discado telefónico, una tecnología obsoleta desde hace más de una década.

Los hoteles para el turismo y un puñado de centros de trabajo estatales disponen de conexiones Wi-Fi o DSL, pero el resto se mantiene empantanado en velocidades de transmisión en torno a los 5 kilobytes por segundo.

Así –afirma Miroff-- "navegar por internet en Cuba requiere estoicas reservas de paciencia: las fotografías a menudo no se abren y el 'streaming', o transferencia continua de vídeo, está totalmente descartado".

El corresponsal de Global Post señala que con su priorización de los usos "sociales" de la red, el gobierno insiste en mantener a la población de la isla en la Edad Media pre-Internet.

El reportaje precisa que menos del 10 por ciento de los cubanos tienen actualmente acceso a la World Wide Web, una tasa inferior a la de Haití. Para los jóvenes de la isla éste es un incentivo adicional para emigrar

PROFESIONALES MAL INFORMADOS

Paradójicamente las desventajas de este acceso racionado a la Web podrían perjudicar la exportación que más divisas ha estado ingresando al país en los últimos años: la de servicios profesionales.

En una crónica publicada en el portal Havana Times, un estudiante norteamericano de la Escuela Latinoamericana de Medicina, Graham Sowa, señalaba las limitaciones que imponía para el estudio de esa carrera el no tener una conexión permanente a la red de redes.Escribía Sowa:

“Incluso con todos sus problemas, una Web libre y universalmente asequible en Cuba es preferible al estatus quo”.

“Existen, probablemente, más adiciones y cambios en el conocimiento médico, en un año, que lo que alguien pueda aprender durante toda una vida. Nosotros, los estudiantes de medicina, tenemos seis años para digerir lo más que podemos sobre esto. El acceso a la información, particularmente información contemporánea, es decisiva para nuestras carreras”.

“La mayoría de los estudiantes de la ELAM usan el limitado tiempo de Internet que tienen en la escuela (40 minutos para cada estudiante, en dependencia de si puedes conseguir algún tiempo extra) para comunicarse. Descargamos con furia los adjuntos de cartas mientras copiamos los mensajes desde nuestro buzón de correo hacia un documento de Word para leerlos más tarde, fuera del reloj”.

Cuba ingresa cada año entre 5.000 y 6.000 millones de dólares por concepto de servicios profesionales, mayormente en la esfera de la salud. Pero recientes evaluaciones de galenos graduados en la isla por parte de los Colegios Médicos de Chile y Costa Rica han puesto de relieve serias deficiencias en su formación.

No obstante, el reportaje de Global Post anticipa que el cable de fibra óptica recién activado sólo propiciará por ahora un acceso más rápido a Facebook en Varadero y los hoteles más caros de La Habana.

En su comunicado sobre la activación del cable ALBA-1, ETECSA enfrió las esperanzas de una próxima conexión universal desde los hogares con este párrafo:

"La puesta en operación del cable submarino no significará que automáticamente se multipliquen las posibilidades de acceso. Será necesario ejecutar inversiones en la infraestructura interna de telecomunicaciones y aumentar los recursos en divisas, destinados a pagar el tráfico de Internet con el propósito de lograr el crecimiento paulatino de un servicio que brindamos hoy en su mayoría gratuitamente y con objetivos sociales”.

SALTARSE TECNOLOGÍAS

El reportaje de Global Post cita a un experto para quien la solución estaría en que Cuba se saltara etapas tecnológicas.

"Creo que la respuesta sería desplegar una red inalámbrica y específicamente 4G (de cuarta generación)", dijo Doug Madory, analista de la firma de monitoreo de la web Renesys, que detectó y anunció el cambio en la velocidad de transmisión de datos de Cuba, lo que indicaba que su cable submarino había sido activado.

"La implementación de servicios inalámbricos le permitiría a ETECSA eludir la falta de una infraestructura moderna basada en cables", explicó Madory. "Este ha sido el caso en muchas partes del mundo en desarrollo, sobre todo en lugares de África, donde la mayoría de las personas se conectan a Internet a pesar de la ausencia de cableado".

Miroff señala que tras esperar tanto para mejorar sus redes de comunicación, Cuba tiene una ventaja: puede simplemente saltar por encima de las anteriores generaciones de tecnología e ir directamente al mundo de la tecnología web móvil.

Citando a expertos, el autor apunta que la isla tendría que invertir grandes sumas de dinero para mejorar la red inalámbrica estatal a fin de asimilar una circulación de datos a velocidades 4G. No obstante –agrega-- la tecnología está ampliamente disponible en el mercado internacional. Y siempre podría ser adquirida de alguno de los principales socios comerciales de La Habana, como China.

Seguramente, a precios muy módicos y con facilidades de pago. Falta por ver si ello figura entre las prioridades del gobierno cubano.