Viuda de Padilla publica antología como desagravio

Portada del libro Puerta de Golpe. Mi antología personal de Heberto Padilla

La escritora y periodista cubana Belkis Cuza Malé publicó una antología de la obra de su fallecido esposo, el poeta Heberto Padilla, en respuesta a la compilación de la obra de este, recién presentada por el Ministerio de Cultura cubano en el Feria del Libro de La Habana, sin el consentimiento de sus herederos.

Los hijos del poeta, encargados de manejar la Fundación Padilla, no recibieron ninguna solicitud de permiso para publicar su obra. “Nadie le dio autoridad a ellos y los poemas de Heberto tienen copyrigh - advierte Cuza Malé - y menos 5 libros”, incluidos Las Rosas Audaces, un grupo de poemas que el autor escribió con 15 años y que expresamente había descartado como libro en varias ocasiones.

Puerta de Golpe. Mi antología personal de Heberto Padilla es el título de la selección que ha hecho su viuda “como un desagravio a eso que ellos iban a hacer”. El titulo hace referencia al pueblo de Pinar del Río donde nació el poeta, explica ella durante una entrevista en el programa 1800 Online, de Radio Martí.

Cuza Malé critica los solapados términos con los que ahora importantes intelectuales cubanos se refieren a la represión sufrida por su esposo y por ella misma, debido a sus críticas al régimen a finales de la década del 60, una historia conocida como el caso Padilla.

De acuerdo con lo anunciado por las autoridades de Cultura en la isla, el libro no se venderá, pero Belkis Cuza se muestra particularmente ofendida por las afirmaciones del supuesto compilador de la obra sobre los deseos de Padilla de regresar a Cuba y por la presentación de la obra en La Cabaña.

“Es lo más horrible que le podría pasar a Heberto, porque en nuestro apartamento del Vedado, cuando nos llevaron detenidos, le pusieron un sello que decía: los moradores de esa vivienda han sido puestos a disposición del tribunal revolucionario número 1 de La Cabaña,” indicó.

En el programa, Cuza Malé detalla cómo comenzaron sus problemas con el poder en Cuba, luego de que Padilla, en declaraciones a la publicación El Caimán Barbudo, criticara la censura a la obra de Guillermo Cabrera Infante y el modo en que se le prohibió visitar a su madre moribunda en la isla.

“Entonces vino una etapa de desgracia para nosotros,” el rechazo entre los círculos intelectuales era creciente, hasta que “a finales de ‘68 Herberto terminó su libro Fuera de juego y nos pusimos de acuerdo para llevarlo para que participara en el concurso nacional de la Unión de Escritores”.

“Nadie esperaba que se presentara ese libro, porque ya Heberto era un nombre que no se podía pronunciar ni allí ni en otros medios intelectuales, recuerda la escritora. Y no solo presentó Fuera del Juego, sino que el jurado le dio el premio Julián del Casal.

“Ese premio -- suscitó la furia de los jeracas de aquella época en el Consejo Nacional de Cultura, lleno de personas muy ligadas a la oficialidad cubana.” Por ello, el 20 de enero de 1971 la Seguridad del Estado irrumpe en nuestra casa. Asaltan aquello. Eran 11 personas con pistolas y con todo; parecía la cacería de un criminal y nos llevan detenidos a Heberto y a mí.”

Luego de 37 días detenido, liberan a Herberto con la orden de arrepentirse públicamente por sus ideas políticas. “Yo recuerdo que esa noche que la seguridad del estado lo trajo a la casa él traia los bolsillos llenos de lapicitos afilados. Con esos lapicitos él había escrito aquella autocrítica,” apunta Belkis, al tiempo que describe la expresión ausente de Padilla por las drogas suministradas.

“Cualquiera que tuviera dos dedos de frente podría saber que nadie puede decir tantas cosas absurdas, y además Pablo Armando Fernández, Manuel Díaz Martínez, César López y yo nos autocriticamos”, narra la viuda sobre al acto de mea culpa “filmado para que después, como dicen que fue, se la mostraran a Fidel Castro”.


Setenta y cinco de los intelectuales más reconocidos del mundo en aquel momento enviaron cartas en defensa de Padilla y gracias a esta presión internacional, primero su esposa e hijo y luego el propio Heberto padilla salen de Cuba hacia Estados Unidos para nunca más regresar.

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1800 Online con Belkis Cuza Malé