Víctima de estafador cubano alerta a los canadienses

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A menudo los canadienses que se casan con ciudadanos de otros países terminan abandonados y siendo víctimas de timadores que en realidad buscan conseguir una residencia legal en Canadá.
Con el testimonio de una canadiense que conoció a su esposo cubano durante una visita a la isla, se inicia un video que advierte a los canadienses del peligro de caer atrapados en un matrimonio por un interés migratorio.

A menudo los canadienses que se casan con ciudadanos de otros países terminan abandonados y siendo víctimas de timadores que en realidad buscan conseguir una residencia legal en Canadá.

La mujer, que no deja ver su rostro, relata una triste historia que se inició en un breve viaje por Cuba en el 2002, cuando conoció a un cubano en un hotel de la isla. Se casó con él en el 2005 y en el 2006 fue su garante para traer a su esposo a Canadá. Un año después el hombre la abandonó y una vez que obtuvo su residencia legal, el permiso de trabajo, y la tarjeta de salud, se marchó a vivir con sus amigos.

La victima del cubano hipotecó su casa para pagar el viaje y para visitarlo en la isla a donde llevaba regalos para sus familiares y vecinos.

En el video realizado por el departamento de Ciudadanía e Inmigración de Canadá se explica que al casarse con ciudadano extranjero los canadienses se hacen responsables durante tres años de sus cónyuges y si estos reciben ayuda social sus parejas deben rembolsar este dinero al gobierno canadiense.

Finalmente advierten que los ciudadanos extranjeros deben permanecer los primeros dos año con sus cónyuges canadienses y de no ser así, perderán su estatus de residentes y deberán abandonar el país. Además, de separarse, quienes hayan viajado a Canadá por medio de un matrimonio, no podrán reclamar a otra persona en un periodo de al menos cinco años.

http://www.youtube.com/embed/FoyzsFaHk5g

Un caso similar, de una canadiense estafada por un cubano, ha sido publicado en el diario Toronto Star.

La camarera Erin Standen se casó en Cuba con Jorge Manuel Jorge Manuel Batista Gonzalez de 33 años, éste la abandonó tres días después de haber llegado a Canadá dejándole una nota en una servilleta donde le decía que ya no la amaba, que no lo buscara y que trataría de pagarle.

El hombre se llevó la ropa y los regalos con que ella lo había esperado y también se robó mil dolares que ella había ganado en propinas.


Standen quedó con la sensación de haber sido "violada y abusada" y con una deuda de miles de dólares.