Los Hakken y sus hijos regresaron a Tampa tras ser transferidos en La Habana a las autoridades estadounidenses. El matrimonio enfrenta 12 cargos. Los niños volverán con su abuela.
El matrimonio de Joshua y Sharyn Hakken, sus hijos Cole y Chase, a los que los padres habían raptado de la casa de su abuela, y hasta el perro de la familia llegaron de regreso a Tampa a la 1:30 de esta madrugada tras ser entregados a las autoridades estadounidensespor el gobierno de Cuba, adonde los prófugos habían viajado en un velero buscando refugio.
A las 10 pm del martes, investigadores locales, estatales y federales viajaron a Cuba para reunirse con las autoridades cubanas y tomar bajo su custodia a los Hakken.
En rueda de prensa la madrugada de hoy, la Oficina del Sheriff del Condado de Hillsborough, dijo que la familia estaba siendo devuelto a un avión con varios miembros de la policía y un consejero de las víctimas de Cuba a Hillsborough County.
Funcionarios cubanos anunciaron el martes que entregarían a la pareja, a la que se acusa de raptar a sus dos hijos, que habían sido puestos bajo la custodia de su abuela, y luego navegar unos 530 kilómetros en un velero de 8 metros de eslora para llegar a la isla caribeña el lunes.
Cada uno de los cónyuges enfrenta una acusación federal de huir para evitar ser procesados. A Joshua Hakken se le presentarán cargos de negligencia infantil, secuestro, detención ilegal, agresión, interferencia con la custodia de menores, robo, y robo de automóviles. Sharyn Hakken será encausada por secuestro, interferencia con la custodia de los hijos y negligencia infantil.
Los Hakken habían perdido el año pasado la custodia de Cole, de 4 años, y Chase, de 2, cuando él fue arrestado por drogas en Louisiana. Los niños volverán al cuidado de su abuela, a quien el matrimonio ató para llevárselos a Cuba.
El martes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba comunicó en una declaración escrita que había informado el domingo al Departamento de Estado de EE.UU. sobre la presencia de los Hakken en la isla.
Cuando el Departamento de Estado se enteró se lo comunicó a la Oficina Federal de Investigaciones, que a su vez se comunicó con las autoridades tampeñas.
Dave Couvertier, agente especial del FBI a cargo del caso, dijo al diario Tampa Tribune que las autoridades cubanas fueron “un gran apoyo, y muy cooperativas en todas nuestras peticiones respecto a asegurar que la familia regresara en condiciones seguras".
El Sheriff del condado de Hillsborough, David Gee, dijo que no es inusual que los fugitivos de la justicia estadounidense huyan a otros países, pero que es raro que huyan a Cuba.
A las 10 pm del martes, investigadores locales, estatales y federales viajaron a Cuba para reunirse con las autoridades cubanas y tomar bajo su custodia a los Hakken.
En rueda de prensa la madrugada de hoy, la Oficina del Sheriff del Condado de Hillsborough, dijo que la familia estaba siendo devuelto a un avión con varios miembros de la policía y un consejero de las víctimas de Cuba a Hillsborough County.
Funcionarios cubanos anunciaron el martes que entregarían a la pareja, a la que se acusa de raptar a sus dos hijos, que habían sido puestos bajo la custodia de su abuela, y luego navegar unos 530 kilómetros en un velero de 8 metros de eslora para llegar a la isla caribeña el lunes.
Cada uno de los cónyuges enfrenta una acusación federal de huir para evitar ser procesados. A Joshua Hakken se le presentarán cargos de negligencia infantil, secuestro, detención ilegal, agresión, interferencia con la custodia de menores, robo, y robo de automóviles. Sharyn Hakken será encausada por secuestro, interferencia con la custodia de los hijos y negligencia infantil.
Los Hakken habían perdido el año pasado la custodia de Cole, de 4 años, y Chase, de 2, cuando él fue arrestado por drogas en Louisiana. Los niños volverán al cuidado de su abuela, a quien el matrimonio ató para llevárselos a Cuba.
El martes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba comunicó en una declaración escrita que había informado el domingo al Departamento de Estado de EE.UU. sobre la presencia de los Hakken en la isla.
Cuando el Departamento de Estado se enteró se lo comunicó a la Oficina Federal de Investigaciones, que a su vez se comunicó con las autoridades tampeñas.
Dave Couvertier, agente especial del FBI a cargo del caso, dijo al diario Tampa Tribune que las autoridades cubanas fueron “un gran apoyo, y muy cooperativas en todas nuestras peticiones respecto a asegurar que la familia regresara en condiciones seguras".
El Sheriff del condado de Hillsborough, David Gee, dijo que no es inusual que los fugitivos de la justicia estadounidense huyan a otros países, pero que es raro que huyan a Cuba.