Acerca de los frentes anti-Yoani

Además de insultar a Yoani, los manifestantes en Perugia pidieron la libertad de los cinco espías cubanos presos en EE.UU.

Con Yoani pasa algo curioso y es que, a pesar de que responda a acusaciones de un lado y del otro, sus detractores nunca tienen suficiente con lo que diga.
“El día que se abra el Wikileaks cubano y nos enteremos de todo lo que hay en esos archivos, señora se va a tener que sentar, porque el día que los archivos oficiales de Cuba se abran va a ser horroroso”. Los cables de Wikileaks siguen siendo el material de base con el que el régimen cubano pretende empañar la imagen de Yoani Sánchez, de manera que durante su gira en Europa, no han faltado los fieles seguidores del castrismo que le han emplazado a hablar sobre el asunto y temas colindantes. Desde sus supuestas idas y venidas a las dependencias de la SINA en La Habana hasta el proceso con el que la Casa Blanca llegó a contestar las siete preguntas que Yoani envió al presidente norteamericano, Barack Obama. De todo esto habló la autora de Generación Y hace pocos días en el Festival de Periodismo de Perugia, en Italia.

Con Yoani pasa algo curioso y es que, a pesar de que responda a acusaciones de un lado y del otro, sus detractores nunca tienen suficiente con lo que diga y siguen el ataque sin atender, continúan proyectando sobre el personaje unas opiniones concretas que parecen encontrar en Yoani el eje sobre el que giran hoy por hoy, según como se mire, dos estrategias contrapuestas o –también como se mire- aliadas: por un lado, Yoani sería instrumento del gobierno norteamericano (¿para contribuir a que arranque una democracia?) y, por el otro, Yoani sería instrumento del gobierno cubano (¿para que una familia permanezca en el poder y se prolongue la dictadura?). Y así las cosas, la bloguera tiene que lidiar con ataques furibundos –a veces sistemáticos, prejuiciosos e infundados- de un lado y del otro por el simple hecho de reclamar un marco de respeto para todos los cubanos en su país. Una cosa es la crítica y el debate, y la otra es el atrincheramiento y el convertir en enemigo a batir sin querer escuchar a quien opina distinto. Cuando llevas una crítica al punto de imposibilitar un debate cara a cara ya no es que haya un problema de democracia, eso ya es un problema personal.

En Perugia, Yoani tuvo que hacer frente de nuevo a todos estos cuestionamientos. Sobre sus visitas a la SINA la bloguera se interrogó “¿por qué esa pregunta me la hacen una y otra vez? La respondo y me la siguen haciendo, como si no escucharan”. La cuestión es saber si los que la hacen quieren escuchar o bien necesitan creer que Yoani encarna el mal que ellos creen combatir, porque es evidente que si descubren que Yoani no encarna ese mal que ellos quieren ver, entonces su fe ciega en esas creencias se desmorona. “He ido en cuatro ocasiones a la SINA a pedir cuatro visas, una de las cuales tengo puesta ahora en mi pasaporte, las tres veces anteriores recibí el visado pero no el permiso de mi país para viajar. La segunda vez que fui, me encontré allí a Mariela Castro, ¿por qué nadie pregunta a qué va a la SINA Mariela Castro? ¿Por qué a mí sí y a ella no? Porque evidentemente hay un tamiz ideológico con el que se miden las personas, usted vaya un día a las afueras de la oficina de la SINA y verá a miles de cubanos haciendo cola, ¿son todos ellos apátridas? No me venga con la historia de ser anticubano. Cuba no es un partido, no es un hombre, no es una ideología. Cuba somos todos y usted no es nadie para quitarme el gentilicio de cubano”.

Como dice Yoani los dossiers del castrismo contra su persona responden a una estrategia para denigrar ética, moral y humanamente al periodista. Esta semana, en que se celebra el día internacional de la libertad de prensa, las palabras de Yoani sobre este asunto resultan muy pertinentes, sobre todo en el marco cubano: “Es la estrategia de matar al mensajero, denigrar al periodista que narra una realidad, hacerlo parecer que no es capaz, que no es, desde el punto de vista moral, apto para la crítica”. Ante esta estrategia, Yoani reta a sus detractores. “No rebata a esta personita, que es lo menos trascendente; rebata lo que cuento en mi blog, no se vaya a decir si soy más o menos, váyase a las líneas, crónicas y textos escritos en Generación Y y dígame qué hay allí que sea falso”.

Las respuestas de Yoani confrontan también a sus detractores, sobre todo por la parte castrista, ante una clara contradicción: “Es curioso que el gobierno de mi país tenga que aferrarse a la veracidad de unos cables, a creer cada palabra de unos cables de un gobierno del que a mí la oficialidad me ha dicho que no hay que creerle nada”.

Los antiYoani seguirán aferrados a sus teorías sobre la bloguera, de un lado y del otro. Su objetivo no es tanto escuchar sus razones, más bien que actúe como un loro y repita sus posicionamientos allá donde vaya. Pero es que Yoani no abrió un blog para repetir las posiciones de otros, abrió un blog para hablarle al mundo, desde su personalidad. Fácil de entender. Además, todo el mundo es libre de abrir su propio blog y defender sus posturas, pero dejen que cada uno, en su casa, haga lo que considere oportuno. Y no es justo achacar al otro la incapacidad de seducir a todos desde tu posicionamiento contrario.

La intervención de Yoani Sánchez en el Festival de Periodismo de Perugia, acto de repudio inclusive, puede verse en este vídeo en Youtube de más de hora y media de duración, http://www.youtube.com/watch?v=MW1Qqd3qdRs.