El organismo de la ONU exalta el papel potencial de estas alimañas en la dieta mundial. La semana pasada felicitó a Fidel Castro, responsable de la desnutrición del período especial.
La semana pasada José Graziano Da Silva, director de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, le anunció al retirado gobernante cubano Fidel Castro que en junio próximo, en Roma, el organismo rendirá un homenaje a Cuba como uno de los países que más éxito han tenido en la reducción del hambre.
Da Silva felicitó “muy sinceramente” a Castro "y a todo el pueblo cubano" por haber cumplido anticipadamente la meta propuesta por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (noviembre de 1996), que proponía reducir a la mitad el número de personas desnutridas en cada país antes del año 2015.
En el apogeo del infame período especial en los años 90, los cubanos engañaron el estómago con picadillo de cáscara de plátano y “bistecs” de toronja, perdieron de un 10 a un 25 % de su peso corporal, sufrieron una epidemia de neuritis óptica, y el gato se convirtió en una especie en peligro de extinción (“sabe como el conejo”, decían los famélios isleños para conjurar la repugnancia).
Pero el gobierno de Castro, previendo algo todavía peor, elaboró un grueso manual titulado “Con nuestros propios esfuerzos” en el que enseñaba cómo hacer congrí de cáscara de guásima, croquetas de verdolaga, picadillo de palma real, dulce del tronco de la fruta bomba, manteca de tripas de tilapia y otros insólitos “sucedáneos” de la ya deficitaria dieta nacional.
OTRO "FAO" DE LA FAO
Ahora el Centro de Noticias de la ONU publica esta noticia que explica en parte la admiración del director de la FAO por Castro.
“13 de mayo 2013 – Si bien los insectos pueden ser criaturas viscosas y repugnantes, a menudo aplastadas por los seres humanos cada vez que ven una, un nuevo libro publicado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirma que escarabajos, avispas y orugas son también una fuente de alimentación sin explorar que puede ayudar a hacer frente a la inseguridad alimentaria mundial”.
“El libro, ‘Insectos comestibles: perspectivas futuras de la alimentación y la seguridad alimentaria’, destaca no sólo el valor nutricional de los insectos, sino también los beneficios que su cría podría tener potencialmente sobre el medio ambiente y para enfrentar la creciente demanda de alimentos en el mundo”.
“Aunque la idea de comerse un gusano, saltamontes o cigarra en cada comida puede sonar insólita, la FAO afirma que puede reportar muchos beneficios para la salud, ya que los insectos son ricos en contenido de proteínas, grasas y minerales. Se pueden comer enteros o molidos en polvo o en pasta, o incorporados a otros alimentos”.
"Comer insectos no es dañino, sino todo lo contrario. Son nutritivos, tienen una gran cantidad de proteínas y son considerados un manjar en muchos países ", dijo Eva Muller, Directora de División de Economía Forestal, Políticas y Productos de la FAO.
“A pesar de que no son alimentos cotidianos de la cocina occidental, los insectos actualmente complementan las dietas de unos 2 mil millones de personas y siempre han sido parte de la dieta humana en Asia, África y América Latina. Del millón de especies conocidas de insectos, 1.900 son consumidas por seres humanos. Algunos de los más consumidos son los escarabajos, orugas, abejas, avispas, hormigas, saltamontes, langostas y grillos”.
"Si pensamos en los insectos comestibles, hay un gran potencial que en lo esencial no ha sido aprovechado todavía", dijo Muller. "Generalmente son recolectados, y hay muy poca experiencia en la cría de insectos, por ejemplo, que es algo que puede ser explorado a la vista de una población en crecimiento".
“De acuerdo con el libro, presentado en la conferencia sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición ‘Bosques para la Alimentación’ que tiene lugar en la sede de la FAO en Roma, el cultivo de insectos para el consumo humano y animal es particularmente relevante en un momento en el que el crecimiento demográfico, la urbanización y la creciente clase media han provocado un aumento de la demanda de alimentos, y al mismo tiempo han dañado el medio ambiente que permite producirlos”.
ENCHILADO DE... AVERIGUA
La entomofagia tiene una larga historia en regiones como Asia, donde los insectos se venden fritos como una merienda ligera en puestos al aire libre. Pero en muchos países del occidente cristiano, incluida Cuba con todo y su inestable oferta de alimentos, la FAO va a necesitar toda la ayuda que pueda conseguir.
Quienes le conocieron de cerca dicen que Fidel Castro siempre comió como un sibarita; que durante su época de revolucionario disfrutaba de platos populares cubanos como el lechón asado y el pollo frito; en su peor momento, en la prisión de Isla de Pinos, podía prepararse spaghetti con calamares. Pero también cuentan que desde su llegada al poder empezó a refinar su paladar, con preferencia por mariscos como la langosta, los langostinos y los camarones.
Como aparentemente ya está recuperado de su afección intestinal, la FAO podría celebrar sus aportes a la seguridad alimentaria de Cuba y el mundo nombrándole embajador y hombre punta de su campaña entomofágica y enviándole un chef especializado que le prepare el siguiente y variado menú: langosta (la otra, la de las plagas) a la Thermidor; enchilado de saltamontes; paté de grillos y ensalada de verduras y cigarras. De postre, pudín de orugas.
Me encantaría ver la cara del comandante.
Da Silva felicitó “muy sinceramente” a Castro "y a todo el pueblo cubano" por haber cumplido anticipadamente la meta propuesta por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (noviembre de 1996), que proponía reducir a la mitad el número de personas desnutridas en cada país antes del año 2015.
En el apogeo del infame período especial en los años 90, los cubanos engañaron el estómago con picadillo de cáscara de plátano y “bistecs” de toronja, perdieron de un 10 a un 25 % de su peso corporal, sufrieron una epidemia de neuritis óptica, y el gato se convirtió en una especie en peligro de extinción (“sabe como el conejo”, decían los famélios isleños para conjurar la repugnancia).
OTRO "FAO" DE LA FAO
Ahora el Centro de Noticias de la ONU publica esta noticia que explica en parte la admiración del director de la FAO por Castro.
“13 de mayo 2013 – Si bien los insectos pueden ser criaturas viscosas y repugnantes, a menudo aplastadas por los seres humanos cada vez que ven una, un nuevo libro publicado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirma que escarabajos, avispas y orugas son también una fuente de alimentación sin explorar que puede ayudar a hacer frente a la inseguridad alimentaria mundial”.
“El libro, ‘Insectos comestibles: perspectivas futuras de la alimentación y la seguridad alimentaria’, destaca no sólo el valor nutricional de los insectos, sino también los beneficios que su cría podría tener potencialmente sobre el medio ambiente y para enfrentar la creciente demanda de alimentos en el mundo”.
“Aunque la idea de comerse un gusano, saltamontes o cigarra en cada comida puede sonar insólita, la FAO afirma que puede reportar muchos beneficios para la salud, ya que los insectos son ricos en contenido de proteínas, grasas y minerales. Se pueden comer enteros o molidos en polvo o en pasta, o incorporados a otros alimentos”.
"Comer insectos no es dañino, sino todo lo contrario. Son nutritivos, tienen una gran cantidad de proteínas y son considerados un manjar en muchos países ", dijo Eva Muller, Directora de División de Economía Forestal, Políticas y Productos de la FAO.
“A pesar de que no son alimentos cotidianos de la cocina occidental, los insectos actualmente complementan las dietas de unos 2 mil millones de personas y siempre han sido parte de la dieta humana en Asia, África y América Latina. Del millón de especies conocidas de insectos, 1.900 son consumidas por seres humanos. Algunos de los más consumidos son los escarabajos, orugas, abejas, avispas, hormigas, saltamontes, langostas y grillos”.
“De acuerdo con el libro, presentado en la conferencia sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición ‘Bosques para la Alimentación’ que tiene lugar en la sede de la FAO en Roma, el cultivo de insectos para el consumo humano y animal es particularmente relevante en un momento en el que el crecimiento demográfico, la urbanización y la creciente clase media han provocado un aumento de la demanda de alimentos, y al mismo tiempo han dañado el medio ambiente que permite producirlos”.
ENCHILADO DE... AVERIGUA
La entomofagia tiene una larga historia en regiones como Asia, donde los insectos se venden fritos como una merienda ligera en puestos al aire libre. Pero en muchos países del occidente cristiano, incluida Cuba con todo y su inestable oferta de alimentos, la FAO va a necesitar toda la ayuda que pueda conseguir.
Quienes le conocieron de cerca dicen que Fidel Castro siempre comió como un sibarita; que durante su época de revolucionario disfrutaba de platos populares cubanos como el lechón asado y el pollo frito; en su peor momento, en la prisión de Isla de Pinos, podía prepararse spaghetti con calamares. Pero también cuentan que desde su llegada al poder empezó a refinar su paladar, con preferencia por mariscos como la langosta, los langostinos y los camarones.
Como aparentemente ya está recuperado de su afección intestinal, la FAO podría celebrar sus aportes a la seguridad alimentaria de Cuba y el mundo nombrándole embajador y hombre punta de su campaña entomofágica y enviándole un chef especializado que le prepare el siguiente y variado menú: langosta (la otra, la de las plagas) a la Thermidor; enchilado de saltamontes; paté de grillos y ensalada de verduras y cigarras. De postre, pudín de orugas.
Me encantaría ver la cara del comandante.