¿Creen que las autoridades cubanas tomen represalias contra los opositores que regresan a la isla tras sus declaraciones en el extranjero?
No, el régimen no debe tomar represalias a corto plazo o de forma inmediata.
Los opositores cubanos han acaparado la atención internacional, por lo que ahora mismo todo el mundo está atento a la reacción que tendrán los órganos represivos cubanos cuando los disidentes vayan regresando a la isla.
Esta atención y reconocimiento internacional no ha pasado desapercibido para los órganos de inteligencia en Cuba, que cuentan una amplia experiencia para elegir el momento oportuno en que deben actuar contra los opositores cubanos.
Ellos nunca actúan de forma evidente o de manera que llamen la atención internacional, con actos que puedan revertírseles en su contra.
Es común que los represores cubanos esperen a que ocurran eventos internacionales o noticias que acaparen la atención mundial para actuar de forma violenta contra los disidentes u opositores.
También es común que enmascaren sus acciones como actos populares y espontáneos, disfrazando a sus agentes de turbas civiles y provocando encuentros públicos con los opositores, para que sean agredidos por personas que nunca reconocen ser militares o miembros de los grupos represivos del estado.
Otro método habitual es acusar a los opositores de cometer delitos comunes para sancionarlos ante los tribunales ordinarios y no ante la sala de los delitos contra la seguridad del estado, con lo que evitan reconocer que su actuar tiene un trasfondo político y represivo.
Muchos opositores terminan en la cárcel, difamados como ladrones, abusadores, violentos y hasta responsables de cometer delitos contra la moral.
Estos opositores, injustamente sancionados, deben cumplir largas penas de cárcel como delincuentes comunes, con lo que los órganos represivos consiguen sacarlos de circulación sin tener que sancionarlo por un delito político.
Es muy posible que cualquiera de estos escenarios se le presente a los opositores cubanos en un futuro cercano, pero por el momento las autoridades cubanas permitirán a los disidentes regresar al país y disfrutar de una aparente tranquilidad en los días venideros.
Más nadie se debe engañar, la aparente calma es solo temporal, no hay tal tregua, para el gobierno cubano los opositores, en todas sus variantes, siguen siendo el enemigo principal.
No, el régimen no debe tomar represalias a corto plazo o de forma inmediata.
Los opositores cubanos han acaparado la atención internacional, por lo que ahora mismo todo el mundo está atento a la reacción que tendrán los órganos represivos cubanos cuando los disidentes vayan regresando a la isla.
Esta atención y reconocimiento internacional no ha pasado desapercibido para los órganos de inteligencia en Cuba, que cuentan una amplia experiencia para elegir el momento oportuno en que deben actuar contra los opositores cubanos.
Ellos nunca actúan de forma evidente o de manera que llamen la atención internacional, con actos que puedan revertírseles en su contra.
Es común que los represores cubanos esperen a que ocurran eventos internacionales o noticias que acaparen la atención mundial para actuar de forma violenta contra los disidentes u opositores.
También es común que enmascaren sus acciones como actos populares y espontáneos, disfrazando a sus agentes de turbas civiles y provocando encuentros públicos con los opositores, para que sean agredidos por personas que nunca reconocen ser militares o miembros de los grupos represivos del estado.
Otro método habitual es acusar a los opositores de cometer delitos comunes para sancionarlos ante los tribunales ordinarios y no ante la sala de los delitos contra la seguridad del estado, con lo que evitan reconocer que su actuar tiene un trasfondo político y represivo.
Muchos opositores terminan en la cárcel, difamados como ladrones, abusadores, violentos y hasta responsables de cometer delitos contra la moral.
Estos opositores, injustamente sancionados, deben cumplir largas penas de cárcel como delincuentes comunes, con lo que los órganos represivos consiguen sacarlos de circulación sin tener que sancionarlo por un delito político.
Es muy posible que cualquiera de estos escenarios se le presente a los opositores cubanos en un futuro cercano, pero por el momento las autoridades cubanas permitirán a los disidentes regresar al país y disfrutar de una aparente tranquilidad en los días venideros.
Más nadie se debe engañar, la aparente calma es solo temporal, no hay tal tregua, para el gobierno cubano los opositores, en todas sus variantes, siguen siendo el enemigo principal.