"Cuba podría ser el lugar indicado para China procesar su producción de crudos regionales y enviar sus derivados a China, todo eso a las puertas del mayor consumidor de derivados del mundo, EEUU" asegura un experto cubanoamericano.
Después de cuatro intentos fallidos de encontrar petróleo en el Golfo de México, Cuba debe aplazar este proyecto y enfocarse al etanol a partir de la caña de azúcar, aconsejó este miércoles el experto Jorge Piñón, en entrevista con la agencia France Press.
"Si yo fuera Cuba dejaría por el momento mi enfoque en la búsqueda de petróleo en aguas profundas y pondría todo mi esfuerzo en la recapitalización del sector azucarero", dijo a la AFP Piñón, ex jefe para América Latina de la petrolera Amoco Oil y actual académico del Centro de Política Internacional en Energía y Medio Ambiente de la Universidad de Austin, Texas (sur de EEUU).
El sector azucarero "no solamente representaría la producción de azúcar y etanol, sino también de electricidad, sin ningún riesgo exploratorio como lo tiene el petróleo", explicó el experto cubano-estadounidense.
"Cuba hoy consume solamente alrededor de 8.000 barriles diarios de gasolina, lo cual no nos sorprende por el pequeño parque vehicular", mientras en Guatemala llegan a 25.000 y en Puerto Rico a 50.000, señaló.
Si apostara al sector azucarero "Cuba podría llegar a producir 70.000 barriles diarios de etanol, suficiente para suministrar a un futuro parque vehicular cubano (....) y todavía poder exportar", añadió Piñón en un correo electrónico de respuesta a un cuestionario de la AFP.
Fidel Castro era muy crítico del etanol, porque estimaba que destinar productos agrícolas a elaborar combustibles hacía subir los precios de los alimentos y aumentaba el hambre en el mundo, pero su hermano Raúl Castro, que lo sucedió en el mando en 2006, ha emprendido algunos proyectos en pequeña escala.
La industria azucarera, otrora el eje de la economía de Cuba, está deprimida desde hace dos décadas y su producción anual bordea 1,5 millones de toneladas, por debajo del nivel de los años 80 (8,2 millones).
Desde enero de 2012, cuatro intentos de hallar petróleo en la zona económica cubana del Golfo de México han fracasado, lo que condujo a la retirada de la española Repsol.
Repsol con compañías de India y Noruega; la rusa Gazpromneft (Rusia) y Pc Gulf (Malasia); y la venezolana PDVSA dijeron que sus respectivas exploraciones con la plataforma Scarabeo 9 --que ahora perfora en Africa-- no ofrecían perspectivas de explotación comercial.
Además, la rusa Zarubezhneft suspendió hace un mes sus perforaciones con la plataforma Songa Mercur debido a "complicaciones de carácter geológico" y la temporada de huracanes, pero las retomará en 2014.
Cuba posee una zona económica de 112.000 km2 en el Golfo que limita con México y Estados Unidos. La isla produce en tierra y en la costa la mitad del petróleo que consume y el resto, unos 100.000 barriles diarios, los importa de Venezuela con facilidades de pago.
Piñón dijo que en los "próximos tres a cinco años" Cuba no registrará una actividad petrolera importante como en los últimos dos años, porque "los períodos exploratorios de seis años de las concesiones" de algunas compañías "han caducado y sus respectivos contratos tienen que ser negociados nuevamente".
Destacó que es "extremadamente difícil para una compañía internacional perforar en Cuba, no solamente por los pobres resultados, también por la falta de equipo". Las empresas extranjeras se exponen además a sanciones de Estados Unidos por hacer negocios con la isla.
"Un prospecto (de perforación de un pozo) en aguas profundas cubanas tiene un costo de alrededor de 100 millones de dólares", dijo.
Piñón cree que incluso sin encontrar crudo, la infraestructura petrolera cubana puede reportar fuertes ingresos.
El puerto de supertanqueros de Matanzas (oeste), la refinería de Cienfuegos (centro-sur) y el oleoducto que los une "pueden ser centros de refino y trasbordo para crudos y derivados en la Cuenca del Caribe y el Golfo de México", señaló.
"Cuba podría ser el lugar indicado para China procesar su producción de crudos regionales y enviar sus derivados a China, todo eso a las puertas del mayor consumidor de derivados del mundo, Estados Unidos", concluyó.
"Si yo fuera Cuba dejaría por el momento mi enfoque en la búsqueda de petróleo en aguas profundas y pondría todo mi esfuerzo en la recapitalización del sector azucarero", dijo a la AFP Piñón, ex jefe para América Latina de la petrolera Amoco Oil y actual académico del Centro de Política Internacional en Energía y Medio Ambiente de la Universidad de Austin, Texas (sur de EEUU).
El sector azucarero "no solamente representaría la producción de azúcar y etanol, sino también de electricidad, sin ningún riesgo exploratorio como lo tiene el petróleo", explicó el experto cubano-estadounidense.
"Cuba hoy consume solamente alrededor de 8.000 barriles diarios de gasolina, lo cual no nos sorprende por el pequeño parque vehicular", mientras en Guatemala llegan a 25.000 y en Puerto Rico a 50.000, señaló.
Si apostara al sector azucarero "Cuba podría llegar a producir 70.000 barriles diarios de etanol, suficiente para suministrar a un futuro parque vehicular cubano (....) y todavía poder exportar", añadió Piñón en un correo electrónico de respuesta a un cuestionario de la AFP.
Fidel Castro era muy crítico del etanol, porque estimaba que destinar productos agrícolas a elaborar combustibles hacía subir los precios de los alimentos y aumentaba el hambre en el mundo, pero su hermano Raúl Castro, que lo sucedió en el mando en 2006, ha emprendido algunos proyectos en pequeña escala.
La industria azucarera, otrora el eje de la economía de Cuba, está deprimida desde hace dos décadas y su producción anual bordea 1,5 millones de toneladas, por debajo del nivel de los años 80 (8,2 millones).
Desde enero de 2012, cuatro intentos de hallar petróleo en la zona económica cubana del Golfo de México han fracasado, lo que condujo a la retirada de la española Repsol.
Repsol con compañías de India y Noruega; la rusa Gazpromneft (Rusia) y Pc Gulf (Malasia); y la venezolana PDVSA dijeron que sus respectivas exploraciones con la plataforma Scarabeo 9 --que ahora perfora en Africa-- no ofrecían perspectivas de explotación comercial.
Además, la rusa Zarubezhneft suspendió hace un mes sus perforaciones con la plataforma Songa Mercur debido a "complicaciones de carácter geológico" y la temporada de huracanes, pero las retomará en 2014.
Cuba posee una zona económica de 112.000 km2 en el Golfo que limita con México y Estados Unidos. La isla produce en tierra y en la costa la mitad del petróleo que consume y el resto, unos 100.000 barriles diarios, los importa de Venezuela con facilidades de pago.
Piñón dijo que en los "próximos tres a cinco años" Cuba no registrará una actividad petrolera importante como en los últimos dos años, porque "los períodos exploratorios de seis años de las concesiones" de algunas compañías "han caducado y sus respectivos contratos tienen que ser negociados nuevamente".
Destacó que es "extremadamente difícil para una compañía internacional perforar en Cuba, no solamente por los pobres resultados, también por la falta de equipo". Las empresas extranjeras se exponen además a sanciones de Estados Unidos por hacer negocios con la isla.
"Un prospecto (de perforación de un pozo) en aguas profundas cubanas tiene un costo de alrededor de 100 millones de dólares", dijo.
Piñón cree que incluso sin encontrar crudo, la infraestructura petrolera cubana puede reportar fuertes ingresos.
El puerto de supertanqueros de Matanzas (oeste), la refinería de Cienfuegos (centro-sur) y el oleoducto que los une "pueden ser centros de refino y trasbordo para crudos y derivados en la Cuenca del Caribe y el Golfo de México", señaló.
"Cuba podría ser el lugar indicado para China procesar su producción de crudos regionales y enviar sus derivados a China, todo eso a las puertas del mayor consumidor de derivados del mundo, Estados Unidos", concluyó.