El gobierno de Francia publicó este lunes documentos secretos que acusan al régimen sirio del ataque químico.
Francia publicó este lunes los informes secretos que responsabilizan al régimen sirio del "masivo" ataque químico que el pasado 21 de agosto dejó "al menos 281" muertos, mientras Bashar al Asad advirtió del riesgo de una guerra regional en caso de ataque occidental a Siria.
Al menos 281 personas, principalmente civiles, murieron en el ataque químico cerca de Damasco, cuya responsabilidad incumbe a las fuerzas del presidente Al Asad, según informes de los servicios secretos franceses difundidos el lunes. Fue un ataque "masivo. Identificamos al menos 281 decesos", precisaron fuentes del gobierno francés, que insistieron en señalar que los ataques partieron de las zonas controladas por el gobierno. La cifra es muy inferior a la de 1.429 muertos, entre los cuales 426 niños, difundida el viernes por Estados Unidos.
Por su parte, el presidente sirio Bashar al Asad advirtió del riesgo de una "guerra regional" en caso de acción militar occidental, en una entrevista al diario francés Le Figaro. "El Medio Oriente es un barril de pólvora y el fuego se acerca hoy (...). El riesgo de una guerra regional existe", declaró Asad.
Un ataque militar francés tendrá "repercusiones negativas" para "los intereses de Francia", advirtió el presidente sirio. Francia se ha posicionado como el principal aliado de Estados Unidos en el conflicto sirio después de que el Parlamento británico rechazara la moción de acción militar planteada por el gobierno.
Londres señaló el lunes que descarta plantear al Parlamento una nueva votación para atacar a Siria. Pero la opinión pública tanto en Francia como en Estados Unidos se muestra escéptica ante la intervención y el sábado, el presidente estadounidense, Barack Obama, se declaró determinado a atacar Siria, pero con el aval del Congreso de su país.
Francia debatirá la intervención en el Parlamento el miércoles, pero ésta no será sometida a votación. Mientras, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo el lunes que estaba "personalmente convencido" de que el régimen sirio era responsable de los ataque químicos.
A tres días de la reunión del G20 en San Petersburgo, Rusia, principal aliado del régimen sirio, reiteró el lunes su oposición a cualquier ataque contra su aliado sirio. Ese tipo de acción podría "postergar por mucho tiempo, incluso para siempre, la perspectiva" de organizar una conferencia de paz internacional para encontrar una solución al conflicto sirio que ya ha causado más de 110.000 muertos, advirtió Lavrov. Rusia envió un navío de reconocimiento y de vigilancia electrónica hacia la costa siria en el Mediterráneo.
Al menos 281 personas, principalmente civiles, murieron en el ataque químico cerca de Damasco, cuya responsabilidad incumbe a las fuerzas del presidente Al Asad, según informes de los servicios secretos franceses difundidos el lunes. Fue un ataque "masivo. Identificamos al menos 281 decesos", precisaron fuentes del gobierno francés, que insistieron en señalar que los ataques partieron de las zonas controladas por el gobierno. La cifra es muy inferior a la de 1.429 muertos, entre los cuales 426 niños, difundida el viernes por Estados Unidos.
Por su parte, el presidente sirio Bashar al Asad advirtió del riesgo de una "guerra regional" en caso de acción militar occidental, en una entrevista al diario francés Le Figaro. "El Medio Oriente es un barril de pólvora y el fuego se acerca hoy (...). El riesgo de una guerra regional existe", declaró Asad.
Un ataque militar francés tendrá "repercusiones negativas" para "los intereses de Francia", advirtió el presidente sirio. Francia se ha posicionado como el principal aliado de Estados Unidos en el conflicto sirio después de que el Parlamento británico rechazara la moción de acción militar planteada por el gobierno.
Londres señaló el lunes que descarta plantear al Parlamento una nueva votación para atacar a Siria. Pero la opinión pública tanto en Francia como en Estados Unidos se muestra escéptica ante la intervención y el sábado, el presidente estadounidense, Barack Obama, se declaró determinado a atacar Siria, pero con el aval del Congreso de su país.
Francia debatirá la intervención en el Parlamento el miércoles, pero ésta no será sometida a votación. Mientras, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo el lunes que estaba "personalmente convencido" de que el régimen sirio era responsable de los ataque químicos.
A tres días de la reunión del G20 en San Petersburgo, Rusia, principal aliado del régimen sirio, reiteró el lunes su oposición a cualquier ataque contra su aliado sirio. Ese tipo de acción podría "postergar por mucho tiempo, incluso para siempre, la perspectiva" de organizar una conferencia de paz internacional para encontrar una solución al conflicto sirio que ya ha causado más de 110.000 muertos, advirtió Lavrov. Rusia envió un navío de reconocimiento y de vigilancia electrónica hacia la costa siria en el Mediterráneo.